En el mundo del trading se ha hecho muy popular en los últimos años la operativa con CFD o contrato por diferencia. Se trata de un producto que permite invertir con apalancamiento, aunque en el caso de los clientes minoristas dentro de unos límites establecidos por la ESMA (European Securities and Markets Authority).
Antes de entrar en las ventajas y desventajas de este instrumento financiero debemos entender con exactitud en qué consiste este contrato y cómo se opera con él en los mercados. Los CFD o contratos por diferencia son productos derivados, como las opciones o los futuros, cuyo precio se basa en un activo subyacente que no poseemos físicamente, ya sean acciones, materias primas, divisas, etc. Este producto, por tanto, es una buena alternativa a los activos tradicionales y al Forex.
CFD vs Forex
El mercado de divisas y los CFD tienen varias similitudes y diferencias que deben ser tenidas en cuenta antes de invertir, especialmente para los traders principiantes. Empezando por las similitudes, ambas operativas tienen un proceso similar de ejecución. Los traders pueden entrar o salir del mercado fácilmente en fases ascendentes o descendentes. En segundo lugar, las operaciones de CFD y Forex se ejecutan en la misma plataforma, utilizando gráficos y métodos de precios similares. En ambos casos, las transacciones se ejecutan en el mercado extrabursátil, más conocido como over-the-counter (OTC), sin ubicación física. Además, el único coste en estas dos vertientes es el diferencial, mientras que otros tipos de instrumentos cobran comisiones.
Asimismo, en los dos casos el trader no posee realmente el activo subyacente. Por ejemplo, si compra ERUUSD no compra realmente euros ni dólares sino que especula sobre el tipo de cambio. Con los CFDs ocurre lo mismo. Cuando un inversor compra un contrato de CFD, por ejemplo, en el CAC 40, no posee las acciones del índice pero especula sobre su precio subyacente.
En cuanto a las diferencias, la principal es que el trading con CFD implica varios tipos de contratos, ya sea de índices, materias primas, etc, mientras que el Forex tan solo opera con divisas. El trading de CFD, por otro lado, está marcado por factores como la oferta y a demanda de un producto o la tendencia por sectores, mientras que en el mercado de divisas influyen los eventos globales, como las variaciones en el crecimiento económico de un país o cambios políticos.
Pros y contras
Las principales ventajas de los CFDs son:
-Apalancamiento. El trader tan solo tiene que aportar una parte de la posición total, por lo que no es necesario disponer de un gran capital. Esto permite obtener mayores ganancias en caso de posiciones ganadoras, aunque también aumenta el riesgo de pérdida.
-Permite las ventas en corto.
-Acceso al mercado con poco capital. algunos mercados requieren fondos importantes para comenzar a invertir, lo que limita el acceso y reduce el número de posiciones y por tanto los beneficios potenciales. SIn embargo, un trader de CFD online puede crear una cuenta con poco capital y comenzar a ganar dinero desde el principio.
-Tarifas reducidas. Los costes de operar con CFD son mínimos. Los bróker online cobran unas tarifas muy bajas por entrar y salir de las operaciones, en comparación con la inversión en acciones.
-Acceso a diferentes mercados en la misma plataforma. Los bróker cada vez ofrecen más posibilidades de invertir con CFD: índices, materias primas e incluso criptomonedas. La diversificación, por tanto, es uno de los puntos fuertes de esta operativa.
Desventajas
-Riesgos: si bien el apalancamiento multiplica las ganancias potenciales, también aumenta el riesgo de pérdida. El uso incontrolado del apalancamiento puede ser peligroso para el trader de CFD.
-Regulación. El trading con CFD ha sufrido durante mucho tiempo una imagen de estafa debido a muchos intermediarios sin escrúpulos que operan al margen de la regulación. Sin embargo, la Unión Europea y los gobiernos han trabajado durante los últimos años para mejorar la protección a los inversores minoristas. Para evitar estafas, lo mejor es contratar un bróker regulado por autoridades como la FCA británica.