Merkel y Hollande se ven hoy en París para liderar la estrategia europea tras el referéndum y mañana martes, Eurosummit.
«Nadie puede ignorar la voluntad de un pueblo. A partir de mañana abriremos el camino al resto de países de Europa», señalaba el primer ministro griego, Alexis Tsipras. Dicho y hecho. Los ciudadanos griegos han respaldado al Gobierno de Syriza para que siga negociando duro con las instituciones europeas. Rechazaron las propuestas de la Troika del pasado 25 de junio, con un mensaje directo contrario a la austeridad y a seguir en el mismo camino de reformas que lleva años hundiendo al país en una crisis demoledora.
Con más del 60% para el `no´, Grecia volverá a sentarse a negociar con el respaldo del pueblo para seguir apretando a las instituciones europeas y conseguir un mejor trato para el país. La deuda es insostenible, tal y como reconoció el último informe del Fondo Monetario Internacional (FMI), lo que será su principal punto de apoyo para pedir más flexibilidad a Europa a cambio de seguir en el euro. Desde hoy se reanudan los contactos a nivel técnico en Bruselas y se sucederán las conferencias telefónicas de urgencia entre la Comisión y los líderes de los países de la eurozona.
A pesar de que desde Europa se pidió a Tsipras que hiciera campaña por el `sí´, el primer ministro no cedió a los «chantajes» de Bruselas y continuó con su estrategia, confiado en que el resultado no le iba a defraudar. Sin embargo, su actitud ha bloqueado a la Unión Europea en todo su conjunto, que dice no entender la forma de proceder del Ejecutivo heleno.
«Las normas son para todos y hay que cumplirlas» es la máxima por la que se rige Europa. Nunca antes un Gobierno había hecho un desplante como Grecia. La situación a partir de hoy mismo se afronta como un verdadero reto. Estamos ante una coyuntura completamente nueva, para la que no existe ningún protocolo a seguir.
Grecia está fuera del programa de rescate, enfrenta un vencimiento de 3.500 millones de euros en 15 días al Banco Central Europeo, y dejó de pagar 1.500 millones al FMI el pasado 30 de junio. El BCE mantiene los préstamos de emergencia ELA y de forma inmediata el país pedirá aún más liquidez.
Grecia está fuera del programa de rescate, enfrenta un vencimiento de 3.500 millones de euros en 15 días al Banco Central Europeo, y dejó de pagar 1.500 millones al FMI el pasado 30 de junio. El BCE mantiene los préstamos de emergencia ELA y de forma inmediata el país pedirá aún más liquidez. «No hay razón para no incrementar la liquidez», afirmaba el portavoz del Gobierno, Gabriel Sakellaridis, en declaraciones a la cadena de televisión ANT1 recogidas por Reuters/Ep. Veremos qué opina Mario Draghi.
La situación es caótica y ha roto moldes en Bruselas. La desconfianza está sembrada en la totalidad de los Estados miembros hacia Grecia. Unos con más paciencia que otros en las negociaciones, pero todos ellos con las energías desgastadas de trabajar sin descanso para no encontrar una solución a la crisis griega. El Ejecutivo comunitario se quedó ayer sin palabras ante la decisión de los ciudadanos griegos. En un escueto comunicado, la Comisión enumeraba los contactos que mantendrá Jean-Claude Juncker hoy con el presidente del Consejo, del BCE y del Eurogrupo y los presidentes de los países de la eurozona.
Desde el Parlamento, los líderes de los principales grupos políticos eran los primeros en reaccionar a los resultados. Populares, socialistas y liberales se mantenían en una línea de continuar con las negociaciones. Manfred Weber (PPE) pedía pensar desde la calma en los próximos pasos que dar en el drama griego. El líder de los socialistas, Gianni Pitella, instaba a volver a la mesa de las negociaciones dejando atrás los egoísmos. Y en representación de los liberales, Guy Verhofstadt pedía dar una segunda oportunidad para Grecia siempre que aporte en su nueva oferta un paquete serio de reformas.
A partir de hoy se sucederán las interpretaciones sobre qué han rechazado los griegos. Oficialmente, las propuestas de la Troika del 25 de junio, que poca validez tienen dado que el programa al que hacían referencia caducó el martes 30 de junio. Desde Bruselas se le querrá dar un matiz más político al asunto, como una negativa a mantenerse en la eurozona, aunque desde Atenas se sigue insistiendo en quedarse dentro del euro pero no a toda costa. Los euroescépticos del partido británico UKIP, ya aplauden el `no´, y también la extrema derecha de Marie Le Pen por la bofetada a las políticas de la UE. «La UE es una secta y Mario Draghi es su gurú», sentenciaba en su Twitter.
El eje franco-alemán moldea el Eurosummit
La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente de Francia, François Hollande, se ven hoy mismo en París para debatir qué estrategia seguir de cara a salvar Grecia y la eurozona. Desde cómo afrontar nuevas negociaciones hasta cómo proteger a los 18 socios restantes de la eurozona. Su apuesta es no dejar caer a Grecia, pero tendrán que acordar hasta dónde están dispuestos a ceder.
Al día siguiente, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ha convocado una cumbre de líderes de jefes de Estado y de Gobierno de la eurozona en Bruselas. Para prepararla se sucederán las conferencias telefónicas entre los representantes de todas las instituciones europeas, que recogerán las propuestas que salgan de la reunión del eje franco-alemán.
Será la primera cumbre después del referéndum y la segunda en apenas dos semanas. Y todo apunta a que antes de que se reúnan a nivel de presidentes, los ministros de Finanzas tendrían que preparar la reunión de sus jefes en otro Eurogrupo extraordinario. Por el momento, esta misma mañana tiene lugar la reunión del grupo de trabajo del euro.
Syriza sale reforzada
Antes de las 9 de la mañana habían votado ya los ex primeros ministros Antonis Samarás, Kostas Karamanlis y Yorgos Papandreu. A las 9.50h el primer ministro griego depositaba su voto en el referéndum en un día que calificaba como «una fiesta» para la Democracia. Los resultados han elevado a lo más alto a Tsipras y a su ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis, que ya de por sí era aclamado como a un ídolo en el país. Los resultados avalan que el pueblo les quiere y Syriza ha salido reforzada, a pesar de Bruselas.
Una dimisión de Varoufakis ya no parece que vaya a producirse. Su puesto lo sometió al resultado del referéndum. Si ganaba el `sí´se marchaba, pero ha sido el `no´el que ha cantado una victoria clara en esta ocasión. Quien dimitió fue Samarás, como dirigente del partido conservador Nueva Democracia. Syriza seguirá exigiendo nuevas condiciones para un acuerdo, a pesar de que desde Europa las ganas ya no son las del principio.
La pelota está ahora en el tejado europeo. Los griegos han hablado y revalidado su voto de confianza a Tsipras. El Eurogrupo tendrá que valorar una nueva propuesta de Atenas y decidir hacia dónde girar el timón.
¿Salida temporal del euro?
Desde Alemania se ha lanzado la idea de que si se diera un Grexit, una salida de Grecia de la eurozona, ésta podría ser temporal. El ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, el más crítico con el Gobierno de Tsipras desde el inicio de las negociaciones, así lo ha sugerido en una entrevista al periódico The Bild, recogida por AFP.
Es la primera vez que se habla en Europa de un Grexit con fecha de caducidad. Desde «el proyecto del euro es irreversible» se ha pasado a considerar una posible salida acotada en el tiempo.
Desde Alemania se ha lanzado la idea de que si se diera un Grexit, una salida de Grecia de la eurozona, ésta podría ser temporal.
En este sentido, el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, introducía otro concepto nuevo. Que los griegos acuñen otra moneda si no quieren seguir negociando con las instituciones europeas. Era muy tajante para lo que estamos acostumbrados a escuchar a Schulz.
«¿Seguirá Grecia en el euro tras este referéndum? Ciertamente es así, pero si dicen que ‘no’, deberán introducir otra moneda tras el plebiscito porque el euro ya no estará disponible como medio de pago», decía a la emisora alemana ‘Deutschlandfunk’ recogida por Ep. «Además, en el caso de que el referéndum sea negativo, no existirá un marco de negociación para la gestión de la deuda y el desarrollo de Grecia», vaticinaba. Ayer tras los resultados, Schulz cambiaba de discurso, pidiendo un programa de ayuda humanitaria para Grecia.
Imagen | ‘huffpost.com‘