La mafia policial kazaja profana Baker Street, el templo de Sherlock Holmes

Placa conmemorativa en Baker Street 219-229, con una cita de

Un misterioso inversor relacionado con un antiguo agente de la Policía Secreta kazaja, acusado de asesinato, torturas y blanqueo de dinero, se ha hecho con un buen número de inmuebles de lujo en Baker Street, una importante calle comercial de Londres en la que el escritor Arthur Conan Doyle ubicó el ficticio domicilio del celebérrimo detective Sherlock Holmes.

En 2009, un individuo desconocido adquirió toda una red de empresas de capital extranjero a través de las cuales invirtió 147 millones de libras esterlinas (casi 206 millones de euros) en la compra de un imperio inmobiliario en Londres que incluye comercios tan emblemáticos como la London Bealtes Store, en el número 231-233, y la Elvisly Yours, en el mismo 233, dos referentes mundiales en el merchandising y la memoria de los Beatles y Elvis Presley.

 

Fachada del London Beatles Store, en Baker Street 231-233

 

Uno de los inmuebles adquiridos por este misterioso inversor vinculado con la mafia policial kazaja corresponde con el número 221 de Baker Street, una dirección de fuertes resonancias literarias. En el inexistente Baker Street 221B, el gran escritor escocés Conan Doyle ubicó el domicilio de Sherlock Holmes, desde cuyas ventanas aquel detective privado, toxicómano, narcisista y genial, era capaz de identificar, a primera vista, la personalidad, la profesión y las inquietudes de las personas que rondaban su portal.

Su gran rival, a partir del relato corto El Problema Final y de la novela El Valle del Terror, fue el profesor James Moriarty, un genio matemático millonario que, al igual que los grandes blanqueadores de dinero actuales, disponía de cuentas en una veintena de bancos repartidos por varios países. Sherlock Holmes pudo finalmente acabar con él, pero esas cosas suelen ocurrir únicamente en la ficción.

Rajat Aliyev

La realidad suele discurrir por derroteros más complicados. Según una serie de documentos a los que ha tenido Global Witness, la prestigiosa organización británica defensora de la transparencia, los gestores de las compañías adquiridas por el misterioso inversor están relacionadas con Rajat Aliyev, antiguo jefe de la Policía Secreta de Kazajistán que apareció ahorcado en febrero de 2015 en una prisión austríaca, donde estaba a la espera de ser juzgado por la muerte de dos banqueros en su país. Aliyev había sido acusado anteriormente del secuestro de los banqueros y, desde 2005, estaba siendo investigado por blanqueo de dinero en varios países de Europa, entre ellos Alemania, Austria y Malta.

 

Rajat Aliyev

 

No obstante, ésta es la primera vez que se hacen públicos los vínculos entre Aliyev y los inmuebles londinenses. Las transacciones inmobiliarias de la capital británica coincidieron con las investigaciones abiertas por las autoridades de la Unión Europea y por Interpol sobre los intereses empresariales del antiguo agente kazajo, quien falleció antes de enfrentarse al juicio por los crímenes de que se le acusaba.

Las compañías citadas en el informe de Global Witness han negado categóricamente que Aliyev fuera su verdadero propietario, pero se han negado a identificar a sus verdaderos dueños por motivos de «confidencialidad». Al respecto, la organización ha advertido de que en su informe no se acusa a las empresas relacionadas con este imperio inmobiliario ni a los individuos que las gestionan de tener conocimiento de las labores de blanqueo de dinero que se denuncian.

El mercado inmobiliario de lujo londinense y el blanqueo de dinero

En todo caso, Global Witness advierte en su informe de que “el mercado inmobiliario de lujo se ha convertido en uno de los destinos mediante los cuales los fondos de origen dudoso adquieren respetabilidad”. “Esta forma de acceder al mercado financiero consolida la corrupción que mantienen ciudadanos de países pobres y amenaza a la estabilidad mundial”, ha advertido.

“Para criminales y corruptos es demasiado fácil blanquear dinero a través de inmuebles de lujo», ha denunciado. Los verdaderos propietarios de los inmuebles se ocultan detrás de compañías anónimas que actúan de tapaderas, que con frecuencia están registradas en paraísos fiscales, como las Islas Vírgenes Británicas, y a cuyo frente se nombra a “directores” que actúan como testaferros.

Al menos 122.000 millones de libras esterlinas (más de 170.000 millones de euros) han sido invertidos en Inglaterra y Gales por compañías registradas en el extranjero, y el 75 por ciento de los inmuebles cuyos propietarios están siendo investigados por corrupción han hecho uso de este tipo de operaciones secretas, según la organización.

El pasado mes de marzo, la también prestigiosa organización Transparencia Internacional denunció que varios territorios dependientes británicos estaban siendo utilizados por criminales y dirigentes extranjeros para el lavado de “dinero sucio” mediante la compra de propiedades de lujo en Reino Unido.

 

Mapa de Londres sobre inmuebles adquiridos con capital procedente de paraísos fiscales

 

El informe, citado por el diario digital The Diplomat in Spain y que se basa en datos del Registro de la Propiedad y de la Unidad de Corrupción de la Policía Metropolitana británica, revela que sólo en Londres hay al menos 36.342 inmuebles, con una superficie total de 2,25 kilómetros cuadrados, cuyos propietarios son “empresas registradas en paraísos fiscales”.

Más concretamente, muchas de las propiedades fueron adquiridas por empresas registradas en Dependencias de la Corona y en Territorios Británicos de Ultramar: el 49 por ciento en Jersey, el 15 por ciento en la Isla de Man, el diez por ciento en las Islas Vírgenes y el cinco por ciento en Gibraltar.

 

Imágenes | www.globalwitness.org Transparency International

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