• 1ª entrega de una Comedia de Germán Álvarez Blanco, porque SABEMOS cree que las vacaciones son para reír
La falta de mayoría suficiente y el crecimiento por la izquierda y la derecha de las formaciones radicales ha obligado a las Ejecutivas de los dos grandes partidos a considerar por primera vez en España un Gobierno de Gran Coalición. Se estima como inmediato un encuentro entre sus respectivos dirigentes en algún lugar que se mantiene secreto a cal y canto…
Personajes
LUCAS FERNÁNDEZ.- Candidato a la Presidencia del Gobierno de España por el Partido Liberal, ganador por los pelos de las elecciones generales.
ROSA PLÁ.- Candidata a la Presidencia del Gobierno por el Partido Socialdemócrata, perdedora de las citadas elecciones igualmente por los pelos.
Decorado y atrezzo
Una pieza correspondiente a la finca rústica de un banquero. Dos puertas, una principal y otra correspondiente a un servicio, situadas a ambos extremos del escenario. En ella, veremos una mesa con dos sillas en el centro, un sofá confortable al fondo en el frontal al lado de una mesa de snooker con sus tacos en la pared. Hay otra mesita junto a la puerta auxiliar, casi al borde del escenario, sobre la que vemos dispuestas bebidas y tentempiés.
Un mueble ad hoc, cercano a la boca, sirve de pedestal a un gran televisor que debe ser accesible a todo el público.
Arriba, donde convenga según sea el escenario, otra pantalla (ésta más grande, tipo home cinema).
Oscuro en el escenario, salvo el resplandor de una gran pantalla de Tv. en la que habla un presentador de noticiario. En un rincón, sobre una mesita, bebidas, una cubitera con hielo y algunos tentempiés. Donde convenga, entre dos sillas giratorias de aspecto funcional, mesa auxiliar con dos cuadernos en blanco (sobre ellos, sendos bolígrafos) Al fondo, un snooker con los palos en la pared y un sofá de apariencia mullida.
Arriba, donde convenga pero orientada al público, otra pantalla aún mayor, aparece apagada.
PRESENTADOR.- La falta de mayoría suficiente y el crecimiento por la izquierda y la derecha de las formaciones radicales ha obligado a las Ejecutivas de los dos grandes partidos a considerar por primera vez en España un Gobierno de Gran Coalición. Se estima como inmediato un encuentro entre sus respectivos dirigentes en algún lugar que se mantiene secreto a cal y canto…
VOZ 1 (OFF).- ¡Lucas Fernández ya ha llegado! ¡Apagad eso, joder!
VOZ 2 (OFF).- ¡Como ordene, señor Penagos…!
La pantalla de Tv. va a negro. Se encienden las luces convenientes y la figura de un hombre queda enmarcada en una de las dos puertas de la pieza. Es atractivo, viste en plan pintón y lleva corbata rosa. Inspecciona el lugar. Suena el zumbido de su móvil. Lo conecta.
La pantalla grande se enciende y muestra al público a tres tipos con corbatas y chaquetas azules en lo que parece un rincón de despacho. Llevan gafas negras. Parecen mafiosos de Manga.
LUCAS (OJOS CLAVADOS EN SU MÓVIL, ÉL NO VE LA PANTALLA).- Os dije que no me incordiéis si no me llama la Merkel, que con esa hay que ponerse… ¿Me ha llamado la Merkel?
TRIO DEL PL.- Queríamos asegurarnos de que has llegado bien y que te sientes en forma. (OTRO) ¿Ya has llegado a la finca del banquero…? (OTRO) A ver: inspira, espira, inspira, espira… (OTRO) ¡No falles, Lucas, por tu madre, que nos jugamos el cuello! (OTRO) ¡Y hasta el plan de pensiones! (OTRO) ¡Danos una Legislatura más para consolidarlo, Lucas!
El hombre da unos nerviosos y cortos pasos hacia el otro extremo de la pieza de espaldas a la puerta por la que ha llegado. Resopla y hace un gesto de impaciencia.
LUCAS.- Si estáis nerviosos, tomad tila y pensad que el enemigo tendrá diarrea… Así que menos agobios… ¡Sé de sobra que necesitamos un acuerdo sí o sí…! Joder, hasta he traído lo necesario por si tengo que hacer noche… ¡Pero vengo a negociar, no a poner el culo! Cuando termine, os llamo. Mientras tanto, ¡no me toquéis más los cojones!
Los tres tipos se miran como asustados. Él corta y se apaga la pantalla grande.
Durante su última parrafada, ha llegado una mujer que se apoya en el quicio de la misma puerta de acceso, mientras le observa. Es más joven que él, con buen físico. Lleva un traje oscuro, con chaqueta abotonada y falda hasta las rodillas. A primera vista, no se aprecia la gran abertura de la misma. Al hombro, una bandolera.
ROSA.- Lástima, querido Lucas.
LUCAS (CARA DE SUSTO).- ¡Rosa…! No te oí llegar (CONTENIDOS GESTOS DE BIENVENIDA) ¿A qué te refieres con lo de lástima?
ROSA (IRÓNICA).- Lástima que no quieras poner el culo. Es lo más sexi que tienes.
LUCAS.- Pues muchas gracias.
ROSA.- En cambio, los cojones te los recuerdo corrientitos.
LUCAS.- ¡Otras no opinan igual….! Oye, oye, yo sepa no hemos venido a hablar de mis pelotas ni de mi culo hasta esta finca rodeada de jabalíes, de lobos…
Rosa entra, lo interrumpe con dos formalistas besos y hace un recorrido de reconocimiento del lugar, que terminará cuando ocupa una de las sillas. Él sigue de pie y la contempla muy en guardia.
ROSA.-…hipopótamos, elefantes, quizás algún canguro… (ADUSTA, DE PRONTO) Vale. ¿Quieres ir directamente al grano…? ¡Vayamos al grano! Te haré un resumen de la situación.
LUCAS.- ¡No, no, no y no…! Empiezo yo, que tú no das respiro cuando te lanzas.
ROSA.- ¡Y tú no dejas meter baza si te enrollas…! Por una vez, podrías ser caballero.
LUCAS.- En política, ser caballero no tiene sentido. ¿Lo arreglamos por el Método Confucio?
ROSA (DESDÉN).- Quedarías mejor cediéndome la palabra. Y el resultado será el mismo.
LUCAS (METE UNA MANO EN UN BOLSILLO).- Siempre has ido de sobrada.
ROSA (METE UNA MANO EN LA BANDOLERA).- Tú llevas la palabra perdedor escrita en la frente.
Los dos las exponen al mismo tiempo. Con ímpetu.
ROSA.- ¡Tres con las que saques!
LUCAS.- ¿Y por qué pides primero?
ROSA.- Porque soy más joven. Y las reglas dicen que el más joven habla antes.
LUCAS.- ¿Más joven…? ¡Pssst…! Bueno…Da igual. Dos mías y dos tuyas, cuatro.
Enseñan. Ella sonríe triunfal.
ROSA.- Dos tuyas y una mía, tres. Gano y hablo.
Resopla, contrariado, y señala una mesa con bebidas, bollería y picoteo.
LUCAS.- Hasta en los chinos haces trampas… ¿Tomas algo? Mira qué mesa nos ha dispuesto nuestro anfitrión. Este Penagos es un detallista.
ROSA.- Los banqueros son un mal necesario, y punto. Si Noé los salvó en su arca, sería por algo…Déjate de cortesías conmigo, siéntate y abre los oídos…Empezaré por lo más importante.
LUCAS.- ¿Qué consideras lo más importante?
ROSA (CHASCA LOS LABIOS).- Siempre empiezas por la pregunta más tonta. Todavía me acuerdo de la que me hiciste cuando nos conocimos en aquella exposición…
LUCAS.- Ni idea… ¿Cuál te hice?
ROSA (IMITA SU TONO).- “¿Estás casada, soltera, divorciada o viuda…?”
LUCAS.- ¡Pssst…! Lo de preguntarte si eras viuda no encaja con mi personalidad, así que no me lo creo. Lo otro, cabe. Ya sabes mi tesis: información es poder.
ROSA.- ¿Por qué te interesaba mi estado civil…? Tus ojos me decían: “quiero follarte”. Te importaba un comino si poníamos los cuernos a alguien, pero como eres una doña remilgos que siempre quiere guardar las formas… ¿Te pregunté yo si estabas solo en la vida?
LUCAS.- ¡Lo sabías todo de mí! El “Hola” me había clasificado hacía nada como uno de los diez solteros de oro de España.
ROSA (FRUNCE MORROS).- ¡Soltero, a tu edad…! Anda que no había rumores de cómo te gustaba que te pusieran mirando a Cuenca…
LUCAS.- ¡Ese fue un bulo que algunos los rojos lanzasteis al mercado!
ROSA.- ¡Ja! Salió de tu bando, guapito… Lo habitual. Claro que les ayudó esa manía tuya de llevar corbatas rosa: rosa palo, rosa fresa, rosa salmón… Se lo pusiste a huevo…Te empeñas en olvidar que los hombres os dividís en cabrones, hijos de puta, muy hijos de puta y compañeros de Partido. Los últimos, al modo caníbal.
LUCAS.- ¡Y las mujeres en culebras, víboras y camaradas de escaño…! También yo estaba muy informado sobre ti, no creas. Pero quise disimular cuando te entré a saco. Por cierto, tú podrías desmentir mejor que nadie esa calumnia…
ROSA.- ¡No pensarás que voy a testificar sobre tus querencias sexuales…! La gente se preguntaría a cuento de qué me meto en eso. Corazón, que nadie conoció lo nuestro porque yo me empeñé en ir sólo a moteles. Si no, ¡de qué íbamos a estar aquí de súper líderes! Nos habrían volado la cabeza.
Pausa durante la que se estudian.
LUCAS.- Dijiste que ibas a empezar por lo más importante. ¡Dale ya! ¿O va a resultar que lo más importante son los gemidos que te arrancaba?
ROSA.- ¡Ni mis gemidos ni tus gritos cuando te azotaba las nalgas con el calzador de hueso que llevaba en mi bolso…! (SECA) Verás: lo más importante es exactamente esto: la Vicepresidencia y Asuntos Exteriores, para mí, y otras cinco Carteras para el Partido Socialdemócrata. Entre ellas, la de Hacienda.
LUCAS (VARIOS TICS ENCADENADOS).- ¿La Vicepresidencia y seis carteras…? ¿Incluidas Asuntos Exteriores y Hacienda…? ¡Te estás cortando mucho…! No lo hagas…. ¡Por Dios, Rosa, pide más! ¡Sé justa contigo!
ROSA.- Me basta con eso. Prudencia y moderación son mis cualidades favoritas.
LUCAS. – ¿Y a quién pondríais en Hacienda?
ROSA.- A Pablo Bejarano.
LUCAS.- ¿Al becario de Al Capone? ¿A ese que llaman Míster Cinco por Ciento en las Comunidades en que gobernáis?
ROSA.- Quizás los mismos que dicen que eres maricón han inventado ese infundio.
LUCAS.- ¡Bejarano será ministro conmigo cuando las ranas críen pelo! Y en cuanto a la cifra de Ministerios, bajaos de la parra. Con tres, vais que chutáis.
ROSA (SOCARRONA).- ¿Sólo tres, cielo…? ¿Más la Vicepresidencia, al menos…?
LUCAS.- ¿He mencionado yo la Vicepresidencia…? No la he mencionado…Te recuerdo que el Partido Liberal ganó las elecciones.
ROSA.- Por ciento dos mil trescientos catorce votos, sobre catorce millones y medio que sumamos entre vosotros y nosotros. Equivale a la cagada de un escarabajo tísico… Deberíamos exigiros la mitad de los cargos, y tú y yo decidir a cara o cruz la Presidencia.
Fernández bufa impaciente, observado por una Rosa perfectamente dueña de sí misma. Él se da cuenta de que, a punto de que lo saque de quicio, ella va tomando ventaja. Se vuelve, no le vea hacer ejercicios de respiración para el autocontrol. Después la afronta, ya más sereno. Consigue una aceptable sonrisa.
LUCAS.- Me recuerdas nuestras broncas de habitación y cómo las resolvíamos… (LA MUECA SE LE HACE LUJURIOSA, AUNQUE PARECE FORZADA) ¡Oye, que se me han venido unas imágenes bueno, bueno! ¡Pero, bueno…! ¡Y bueno!
ROSA.- No te vayas por los cerros de Úbeda. Contaba con cerrar la puñetera Coalición en una hora y nos atascamos en el primer punto. Venga, concretemos los Ministerios.
LUCAS.- ¿En una hora, con las cuentas pendientes que tenemos…? ¿O sea que Penagos no te ha preparado una habitación arriba, por si no terminamos y hay que pernoctar?
ROSA.- Me ha ofrecido cuatro. También para mi equipo. La mía, en modo suite.
LUCAS.- Vale, vale, mis espaldas están igual de cubiertas. ¡A ver si piensas que mi Ejecutiva iba a dejarme indefenso frente a tus garras!
ROSA (A SU BOLA, NI LE ESCUCHA).- …pero pretendo evitar usarlas. Quiero regresar a casa. No he dado de cenar a mis pirañas… ¿Te importa centrarte en el primer punto?
LUCAS.- Pasándome cien pueblos, te ofrezco tres ministerios. Y nada de que seas Vicepresidenta. ¡A saber qué putadas me harías como Presidenta en funciones durante mis viajes al extranjero!
Le dedica una larga y desdeñosa mirada.
ROSA.- ¿Continúas con tu alergia al tabaco?
LUCAS.- Por suerte, sigo sin soportarlo. Gracias a eso, tengo los pulmones de un niño.
ROSA.- No sólo los pulmones…Te veo en plan tan tonto que ya me estás poniendo de los nervios (SEÑALA LA PUERTA PRINCIPAL, TRAS HURGAR EN EL BOLSO Y SACAR UN CIGARRILLO). Voy a salir a intoxicarme un poco y a dar algunas instrucciones. Tómate ese tiempo para reflexionar. Cuando regrese, procura ser realista o me iré. En mi Partido ya tenemos un Plan B.
Va a salir, pero de pronto da media vuelta y recoge su bolso con una mueca de visible desconfianza hacia él. Sale. Lucas la observa impávido, pero en cuanto desaparece se demuda. Saca su móvil, pulsa una tecla (se enciende la pantalla grande y aparecen los tipos de antes, con las mismas chaquetas y corbatas azules) y camina al otro extremo de la pieza, junto a la puerta secundaria. Allí manotea furioso frente al móvil.
LUCAS.- ¡Esta tía está como una chota! ¡Que no, que no es posible, que me duelen los dientes de deciros que en ese Partido son muy burros…! Es mejor dejar que gobiernen con los de Izquierda Pura y se dediquen a subvencionarlo todo. Como mucho, en dos años se irán al carajo, las calles arderán, recogemos el país del suelo y lo levantamos con la mayoría absoluta que sacaremos…
EQUIPO DEL PL (INTERCAMBIO DE MIRADAS CON DUDAS).- Bueno, también tenemos nuestra opción. Podemos gobernar con los de Orden Nuevo. Sumaríamos mayoría de un diputado… (OTRO) Caldera espera junto al teléfono mordiéndose las uñas.
LUCAS.- ¡Por encima de mi cadáver pactamos con esa pandilla de fachas! En dos años nos iríamos a la mierda y los sociatas conseguirían una mayoría atronadora…Si hay que convocar nuevas elecciones, se convocan. ¡Y punto…! ¡Y pelota!
EQUIPO DEL PL.- Lucas, Lucas, hay que ser sensatos… (OTRO) Tampoco a nosotros nos gusta la solución de Caldera. (OTRO) Por eso te decimos: cierra un acuerdo razonable con Rosa.
LUCAS (BUFIDOS EN SERIE).- Parece que no os llega mi mensaje: ¡nunca he podido entenderme con esa mujer! ¡Nunca! ¡Es metafísicamente imposible! ¡Es como si me pedís que cante el himno de Etiopía…! ¿Quién conoce el himno de Etiopía?
Corta a lo bestia. La pantalla se apaga. Sin que se dé cuenta, Rosa ha regresado en silencio a tiempo de escucharle. Se queda junto a la puerta y suelta una risa burlona.
ROSA.- ¡Anda que no nos hemos entendido tú y yo!
Lucas se sobresalta y guarda el móvil. Va hasta la mesita para servirse un whisky, tirándole miradas de soslayo, mientras que ella ocupa muy calma al asiento de antes.
LUCAS.- No es posible que hayas fumado el pitillo y dado instrucciones a tus sicarios en treinta segundos.
ROSA.- ¿De verdad te creíste que me había puesto nerviosa y necesitaba fumar…? ¡Por favor! Di un par de órdenes a mi secretario, y mami ya está de vuelta con los polvos de talco y el nenuco.
Bebe un largo trago sin perderla de vista. Ella se sienta, cruza las piernas y la raja de la falda, invisible hasta entonces, se abre para mostrarlas generosamente. A Lucas se le desorbitan los ojos y expulsa el líquido con un resoplido, se atraganta y tose. Rosa hace como que no se da cuenta del efecto causado y se cubre sin apresurarse. Y no del todo.
ROSA.- ¿Dónde estábamos?
LUCAS.- ¿Yo…? (DÁNDOSE UN PAR DE CACHETES PARA REACCIONAR) Cuatro Ministerios. Ni uno más. ¡Y no menciones la Vicepresidencia!
ROSA.- La Vicepresidencia, cuatro Ministerios, y el año que viene, cuando el actual Gobernador termine mandato, pondremos a Cienfuegos en el Banco de España.
LUCAS.- ¿El Banco de España en manos de ese atracador? ¡Estás loca! Eso no lo admitiré ni en mi peor pesadilla.
ROSA.- Nuestros adjuntos acordaron dejar aparte el tema de los trinques para que no perdiéramos el tiempo tirándonos boñigas, querido. (AMENAZADORA) Pretendo salir hoy de aquí con un acuerdo o una ruptura. Subrayo lo de hoy.
LUCAS (DESAFIANTE).- Imagínate que no lo cerramos… ¿Vais a gobernar con Izquierda Pura? ¿Ese es tu plan B? (EXUDA SATISFACCIÓN) ¡Os cedemos el paso encantados, aunque ni así llegaríais a una mayoría tranquilizadora…! Pero no nos importa. Seremos una oposición leal y constructiva… Y hasta bondadosa. Os apoyaremos en cualquier medida sensata.
ROSA.- ¡Los cojones Maribel…! Nuestro plan B es que vosotros forméis gobierno con los de Orden Nuevo. Somos demócratas y respetamos vuestra ridícula victoria… ¡Yujúuuuuu, la derechona al poder! ¡Aleluya, aleluya…! El país está salvado.
LUCAS.- ¡Vamos a aliarnos con Orden Nuevo por el forro de mis santos huevos! Y te preciso que nosotros no somos la derechona…Ocupamos el centro de la sociedad. ¡Vosotros sí os acoplaríais como una pareja de chotis con los de Izquierda Pura! Bien agarrados y metiendo muslo en la entrepierna.
ROSA.- ¡Qué procaz puedes ser…! Olvídate de eso porque no lo verán tus ojos… Por cierto, ¿vosotros tenéis Plan B?
LUCAS.- ¿Si tú y yo salimos de aquí sin un acuerdo…? ¡Naturalmente…!
ROSA.- ¿Cuál?
LUCAS.- Ir a nuevas elecciones, ¿cuál va a ser?
ROSA.- ¡Guauuu, qué imaginación…! Oye, que los datos no pintan bien. Entre la crisis y las numerosas chorizadas que hicisteis en el Gobierno, cada vez os tienen más ojeriza. El pueblo ya no os traga.
LUCAS.- ¡¿Cococómo que no nos traga…?! ¡A que va a ser que a vosotros os adora!
ROSA.- No tanto, es cierto… Es el momento de los pequeños partidos. Tienen pocos escándalos encima.
LUCAS.- Porque aquí se chupa del bote según la moqueta que se pisa. A más moqueta, más chupópteros.
ROSA (MUECA DE DESAGRADO).- La verdad es que los políticos nos estamos haciendo querer. Lo que más me jode es que en la calle dicen que todos somos iguales. Y viendo a tus adjuntos y a los míos estoy por darles la razón.
LUCAS.- ¡¿Ah, sí…?! ¿Eso crees…? ¿Venimos los políticos de Marte? ¿Son marcianas nuestras madres? ¡Para nada…! En nuestro oficio hay bastantes que meten la mano en el talego, de acuerdo. Y que hay que atajar eso cómo sea… ¡También, de acuerdo…! Pero un porcentaje sustancial de ciudadanos que nos ponen a parir harían lo mismo si tuvieran ocasión…Existen encuestas muy reveladoras.
ROSA.- ¿Y a qué lo achacas?
LUCAS.- ¡A nuestra nula cultura del deber…! Inventamos la picaresca, ¿no…? Desde niños escuchamos cosas como: “el que hace la ley, hace la trampa; que tu mano derecha no sepa lo que hace la izquierda; es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que un rico entre en el cielo…”, etcétera, etcétera… Esos avisos se graban en la memoria del niño y muchos llegan a adultos con esta conclusión: haz lo que salga de los cojones, pero que no te pillen… ¿Qué pasa? ¿Te suena duro?
ROSA.- Me suena insólito en un hombre de principios religiosos como tú. Todavía, oírmelo a mí, que soy laica convencida…
LUCAS.- Estamos metiéndonos en un zarzal con unas espinas así de gordas (SE COGE UN DEDO CON LA OTRA MANO). ¿Volvemos a lo del reparto? Última oferta: cuatro Ministerios.
ROSA.- Y la Vicepresidencia.
LUCAS.- ¡Y la Vicepresidencia, joder…! ¡Vaaaale la puta Vicepresidencia…! Pero te vas olvidando del Banco de España.
ROSA (IMPÁVIDA).- Hasta que llegue el momento del relevo. Entonces hablaremos.
LUCAS.- ¡Eres terrible…! Pero terrible… (LARGA OJEADA Y PRINCIPIO DE SONRISA). ¿Mojamos que esté cerrado el primer punto?
Asiente. Parece que va a ir con él hasta la mesa de las bebidas. Pero se lo piensa mejor y vuelve a sentarse.
ROSA.- Mojémoslo. Pero no con whisky. Tengo antojo de champán y veo una botella en aquella cubitera… ¿Te importa ponerme…?
(Continúa…)