La crisis económica que ha vivido España nos ha cambiado la vida. En mayor o menor medida todos hemos visto de cerca cómo la renta disponible no era la misma que hace 10 años. Ante esta situación el ahorro se convirtió en rutina; y llevar las cuentas, en obsesión.
Las palabras, en su esencia más simple, representan la unión de diversas letras para otorgar un significado. Pero a veces algo que puede significar lo mismo, se convierte en otra cosa distinta con el paso del tiempo. Hace unos años la persona que no gastaba mucho era un tacaño. Sin más. Ahora, y con la crisis de por medio, no gastar mucho significa haberse convertido en un ahorrador. Y sí, a esto ayudan las campañas publicitarias de los bancos.
En este contexto de ahorro y control del gasto surgió hace un tiempo Mooverang. Se trata de una aplicación, para cualquier dispositivo móvil (y también PC), cuya función es controlar los gastos mediante una herramienta tecnológica muy sencilla de manejar. Así, el usuario puede acceder a la cuenta de su banco o tarjeta de crédito de una manera directa. Incluyendo la posibilidad de aunar más de una cuenta.
Para entender el uso práctico de esta app, su fundador Alexandre Lima cuenta a SABEMOS que “la crisis ha generado preocupación por lo que gastamos para tener así más controlado el dinero con el que llegamos a final de mes”. En esta misma línea, y lógicamente defendiendo la necesidad de su herramienta, Lima considera que “el ahorro sigue siendo una prioridad para los españoles”. De hecho ofrece un dato que, en principio, no deja lugar a dudad: “El 82% de los españoles se consideran más ahorradores que derrochadores”, según un estudio elaborado por Mooverang.
Bien es cierto que desde Mooverang hacen estudios de usuarios, encuestas y estadísticas y tienen bastante controlado el asunto. Por eso, Lima cree que ya no es una cuestión de ahorrar por ahorrar, sino de que los españoles se fijan unos objetivos concretos. Quizá la forma de ahorro ha cambiado, asegura que la gente no se limita a guardar el dinero, sino que lo gestiona para futuras compras.
Y en este momento llama a la puerta la tecnología. Quizá todo esto se ha producido no solo por la crisis, sino que la simple evolución tecnológica permite realizar tareas que antes eran imposibles de pensar. De este modo, Lima lo defino como “consumo inteligente” la asociación de ahorro y procesos tecnológicos. Así pues, en la conjunción de control del gasto y desarrollo paralelo de herramientas para controlar el dinero, todo casa.
¿Quiénes son los que ahorran?
Todo el mundo ahorra, ¿pero quiénes son los que tienen un perfil más apto para hacerlo a través de internet? Lima afirma que ese perfil de usuario se sitúa entre los 25 y 45 años, y mayoritariamente son hombres. En este sentido asegura que no se trata de que el género masculino sea más ahorrador, sino que lo argumenta en que las mujeres utilizan menos (de momento) ciertas herramientas tecnológicas.
En cuanto al miedo a enfrentarse a la tecnología para gestionar las finanzas personales, el fundador de Mooverang afirma que mucha gente siempre ha querido tener todo en orden, pero enfrentarse a una hoja de Excel era bastante complicado. Por eso, cree que ahora con una app muy sencilla de manejar todo puede ser más fácil. Ya no hay excusas. ¿O sí?
La seguridad sigue preocupando
“Solo se trata de una herramienta de consulta, por lo que el riesgo es bastante bajo”. Es bajo, pero existe. Alexandre asegura que han pasado las pertinentes auditorias con plena holgura. “Han hecho pruebas de intrusión y no han podido acceder, por lo que han validado que los datos están perfectamente asegurados”.
La clave, no obstante, es que se trata solo de una herramienta de gestión. No hay transacción con el dinero, por lo que el riesgo parece menor. Añade que su seguridad es como la de cualquier banco online, y esa es la confianza que quieren transmitir a sus usuarios y futuros clientes.
En cuanto a dicha percepción de seguridad, Lima cree que la gente ha cambiado mucho estos últimos años. Cree que todavía hay un cierto recelo a ofrecer datos bancarios, pero que las nuevas generaciones cada vez son más confiadas.
¿Cuál es el modelo de negocio?
“De momento solo está la parte gratis de la app, que esa siempre va a estar, pero vamos hacia un modelo premium de pago. Ese será el modelo de negocio”. La aplicación está ligada con la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), por lo que este ha sido un hándicap para prescindir de publicidad. Además, Lima cree que sin ningún tipo de anuncio pueden ser más libres a la hora de hacer recomendaciones y ofrecer ofertas.
En cuanto al futuro, Alexandre asegura que no aspiran a usar transacciones de pago y que se quedarán dando los servicios que ahora mismo presta la app: consulta y revisión de cuentas y movimientos bancarios. Cree que la gente se siente más a gusto solo con estos servicios, y que por tanto se deben a ellos.