En el nuevo Comité Regional, reducido a 350 miembros, perderán peso las agrupaciones y lo ganará el aparato. Ferraz tiene así garantizado el aval de este órgano a la candidatura que diseñe para las generales, después de una reforma a la que se opuso el 45% de la federación. Pocos de los que fueron en la plancha de 2011 con Rubalcaba repetirán este año.
La renovación exprés que ha vivido el PSOE-M en los últimos meses ha dejado en manos de la dirección federal todo el poder para confeccionar la lista al Congreso por Madrid, la circunscripción más importante de España. Y es que el cambio en los estatutos que ha acompañado al relevo en la cúpula de la federación -hecho a la medida de Ferraz- propicia que el Comité Regional, principal órgano entre congresos, sea también mayoritariamente afín al líder nacional del partido, Pedro Sánchez.
La candidatura la elabora la Ejecutiva Federal, pero debe ser ratificada por el máximo orgáno de la federación
Sánchez se asegura así que no habrá tensiones en la confección de la candidatura que él encabezará en los comicios de final de año. Una circunstancia que no estaba ni mucho menos garantizada antes del congreso extraordinario del 31 de julio, por no hablar de cuando Tomás Gómez era el líder del socialismo madrileño. Aunque la Ejecutiva Federal es quien propone a los candidatos y el Comité Federal quien tiene la última palabra, la plancha ha de ser validada por el Comité Regional y «es impensable que Ferraz apruebe una lista que no tiene el visto bueno» del principal órgano autonómico, afirman fuentes del PSOE-M.
Algo que el aparato se ha cuidado mucho de que no pueda ocurrir. La federación abordó en el congreso un cambio estatutario para «hacer más funcional» el Comité Regional, reduciendo su composición de 600 a 350 miembros. Un movimiento que soliviantó al sector crítico -ya molesto con la secretaria general, Sara Hernández, por haber quedado excluido de la Ejecutiva-, que considera que una reforma así debe ser abordada con calma y consultando a las bases, amén de ver inadmisible dejar en manos de la dirección la letra pequeña de los cambios. Por ello, votó en contra -dejando en un exiguo 55% el nivel de apoyo a los nuevos estatutos- e impugnó el congreso ante la Comisión de Ética y Garantías, denunciando además irregularidades en la votación. Por el medio, fue fulminado Antonio Miguel Carmona como portavoz socialista en el Ayuntamiento de Madrid, multiplicando la indignación de los descontentos.
«No esperamos que el recurso tenga ningún recorrido, Ferraz no ha dado aún ni respuesta al que presentamos tras la destitución de Gómez, pero han quedado claras las irregularidades que se produjeron», señala a SABEMOS un exmiembro de la Ejecutiva disuelta en febrero. Esta fuente no tiene ninguna duda de que la convocatoria por sorpresa del cónclave -que en principio iba a dejarse para después de las generales- obedece a la intención de Sánchez de controlar la tercera federación más importante del PSOE: «Con Susana Díaz enfrente y barones como Ximo Puig o García-Page distanciados, no se podía arriesgar a tener también a Madrid en contra».
Menos peso para las agrupaciones pequeñas
Según la versión de los críticos, el secretario general ha aprovechado la época estival para movilizar al aparato y colocar a una Ejecutiva de su cuerda en el socialismo madrileño, reformando de paso los estatutos para controlar también el máximo órgano autonómico. La reducción de miembros «iba a hacerse inicialmente excluyendo a los secretarios generales de las agrupaciones pequeñas, aunque ahora parece que se van a limitar a rebajar la representación de estas, manteniendo a sus secretarios».
Al reducirse el peso de las agrupaciones y aumentarse el del aparato, Ferraz se asegura el control del Comité Regional
A falta de que se concreten los ajustes en la estructura, el Comité Regional del PSOE-M lo componen los cargos de la Ejecutiva, los miembros electos en el congreso regional -que el 31 de julio fueron 49 y no 70, como mandata el texto en un artículo que no fue objeto de reforma-, los líderes de las agrupaciones y seis miembros de Juventudes Socialistas. Además, se asigna un representante adicional a cada agrupación por cada 50 afiliados que tenga, sin contar los 50 primeros. Por aquí es por donde se recortará, aumentando el mínimo de afiliados exigidos para tener representantes extra.
De modo que Sánchez cuenta en dicho órgano con la afinidad de los 42 miembros de la dirección del PSOE-M -confeccionada a la medida de Hernández y por tanto a la del líder nacional-, los 49 elegidos en el congreso y buena parte de los secretarios generales de las agrupaciones. Con el poder de las bases menguado a través de la reforma detallada, la validación de la lista electoral que confeccione Ferraz será un mero trámite.
¿Puede ser ese el motivo de que el cambio se haya hecho de forma tan precipitada y sin abrir debate? «No tengo ninguna duda», responde otro crítico, «es que no se puede explicar de otra forma». El secretario general quiere «rodearse de fieles» en la lista y que la maniobra no tenga contestación interna, algo difícil de conseguir sin el control pleno de los órganos en una federación que solo aspira a obtener «siete u ocho» escaños en la Cámara Baja.
Una lista completamente renovada
El aparato niega la mayor y asegura una y mil veces que el único objetivo del congreso fue sacar a la federación de la interinidad de la gestora. El propio Sánchez trató de zanjar el domingo, en su primera aparición tras las vacaciones, un tema que le está dando grandes quebraderos de cabeza. «La secretaria general ha sido elegida por el voto directo de la militancia, la dirección ha sido elegida por el voto directo de los delegados y, en consecuencia, lo que tienen que hacer todos es ponerse a trabajar», declaró en su visita a la sierra de Gata. No quiere que las disputas intestinas distraigan a sus filas de la lucha por la Moncloa, el gran objetivo del año.
Pocos de la lista madrileña de 2011 acompañarán al secretario general esta vez. Alfredo Pérez Rubalcaba y Valeriano Gómez han abandonado la primera línea, Elena Valenciano es eurodiputada, Cristina Narbona dejó el escaño para irse al Consejo de Seguridad Nuclear y Diego López Garrido o José Enrique Serrano están demasiado asociados a la etapa Zapatero con la que Sánchez marca distancias. Así las cosas, de los que hace cuatro años ocuparon los primeros puestos podrían repetir Delia Blanco y Ángeles Álvarez, además de Antonio Hernando, fiel escudero del secretario general.
Carmona rechaza ser diputado nacional, Simancas podría ser excluido y Hernando y Cepeda tienen un puesto asegurado
¿Y qué pasará con Rafael Simancas? El exlíder del PSM fue el elegido por Sánchez para pilotar la gestora que reemplazó a Gómez pero no está nada claro que vaya a ser incluido en la lista electoral. «Está nervioso, intuye que el congreso también se convocó para cargárselo a él, que hizo el trabajo sucio en la gestora y ahora ya no es importante», relata una de las voces críticas. La misma fuente cita a José Cepeda, diputado autonómico que el año pasado llevó la campaña de Sánchez en las primarias frente a Madina, como otro de los fijos en la candidatura: «Él mismo lo va diciendo ya por ahí».
Otro de los rumores que circulan por los mentideros del PSOE-M es que a Carmona se le ha ofrecido un puesto, con el fin de resarcirle tras la defenestración en el consistorio madrileño. Este diario no ha podido confirmarlo, pero el propio concejal dejó claro el sábado, en una entrevista en La Sexta Noche, que no lo aceptaría. Ya rechazó también ser senador.
Será «no más tarde de la primera quincena de octubre» cuando la Ejecutiva Federal dé a conocer la relación de candidatos, para que pase a ser ratificada por el Comité Regional y de ahí vuelva a Ferraz para la proclamación definitiva. Sánchez fue en 2011 relegado al puesto 13 de la lista, para posteriormente ascender hasta el 11. Aún así, no sacó escaño y solo la renuncia de Narbona hizo posible que regresara al Congreso y desde ahí preparar el salto a la secretaría general del PSOE. Conoce mejor que nadie la importancia de ir colocado puesto arriba o puesto abajo.
La confección de la lista al Congreso de los Diputados por Madrid en 2011 provocó tensiones en el PSOE. Rubalcaba y su equipo hicieron malabarismos para tratar de contentar a todas las facciones del partido con una candidatura de la que pocos repetirán este año. Las encuestas vaticinan ahora a los socialistas madrileños siete u ocho escaños, por los diez de hace cuatro años.
1. Alfredo Pérez Rubalcaba.
2. Elena Valenciano.
3. Valeriano Gómez.
4. Cristina Narbona.
5. Rafael Simancas.
6. Antonio Hernando.
7. Delia Blanco.
8. José Enrique Serrano.
9. Diego López Garrido.
10. Ángeles Álvarez.
11. Pedro Sánchez.
12. Manuel de la Rocha.
13. Carlos Mulas.
14. Mª Virtudes Cediel.
15. Lucila Mª Corral.