La canciller alemana, Angela Merkel, fue recibida con pitidos y abucheos por un grupo de manifestantes durante la visita que efectuó este miércoles al centro de refugiados de Heidenau, que fue atacado por grupos neonazis el pasado fin de semana.
«¡Preocúpate primero de tu propia gente!», le gritó una persona mayor a la canciller alemana en el mometo de acceder al centro entre fuertes medidas de seguridad. Aparte de los abucheos, numerosos automovilistas se dirigieron a la zona para tocar el claxon en protesta contra la llegada de refugiados a la zona y contra la líder cristianodemócrata.
Los grupos de la ultraderecha habían hecho un llamamiento a través de las redes sociales para llevar a cabo una acción de este tipo. Merkel –a quien han abucheado personas de todas las edades, desde jubilados a madres jóvenes con carritos– calificó este lunes de “repugnantes” los ataques contra el centro.
Merkel fue recibida por el primer ministro de Sajonia, Stanislaw Tillich, y el alcalde de Heidenau, Jürgen Opitz, ambos pertenecientes a su partido, la Unión Cristianodemócrata (CDU). Según informa el diario Deutsche Welle, la canciller alemana acudió al centro para entrevistarse con los refugiados, con los voluntarios y con las fuerzas de seguridad después de los ataques vividos el fin de semana, en los que más de 30 policías resultaron heridos.
Merkel reiteró a su salida, mediante un breve discurso que los cláxones de los coches trataban de entorpecer, su defensa del derecho al asilo. Lo que vienen huyendo de la guerra civil o de la persecución en sus países necesitan ayuda, “y Alemania ayuda», sentenció la canciller, quien reclamó de nuevo una coordinación entre todas las instituciones, desde las locales a las intenacionales, para poder acoger a todos los refugiados.
ACNUR
Por su parte, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha instado a los gobiernos de Grecia y Macedonia a actuar con “humanidad” y de acuerdo con “sus obligaciones internacionales” en relación con la llegada masiva de refugiados a sus fronteras. Según la agencia, a las fronteras de ambos países siguen llegado grupos de hasta 300 o 400 personas que continúan posteriormente su viaje en tren o en autobús hacia Serbia. ACNUR prevé que, durante los próximos días, se mantendrán las llegadas a un ritmo diario de hasta 3.000 personas.
“Muchos proceden de países afectados por la violencia y los conflictos, como es el caso de Siria y Afganistán. Estas personas llegan a menudo agotadas físicamente y traumatizadas psicológicamente, por lo que necesitan asistencia médica y humanitaria, sobre todo aquellos más vulnerables como los enfermos, las embarazadas y las personas mayores. Es vital que estas personas reciban un trato humano y una asistencia esencial. Esto incluye tanto responder a las necesidades básicas, como respetar plenamente la dignidad y los derechos humanos de los refugiados, solicitantes de asilo e inmigrantes”, ha advertido la organización.