Ni sí, ni no, ni todo lo contrario. La reapertura de la televisión autonómica valenciana deja en evidencia la falta de planificación del Consell, el peso de Podemos como tapado del gobierno valenciano, y el alto nivel de agresividad que va ofrecer el Partido Popular en su labor de oposición. La buena noticia es que el votante valenciano por fin empieza a tener claro cómo y cuando tendrá emisiones en su lengua autóctona. La mala que la paciencia de los antiguos trabajadores del ente público empieza a terminarse.
A pesar de que los medios y la oposición suelen referirse al gobierno valenciano como “tripartito”—algunos ya se lo llamaban tres años antes de celebrarse las elecciones—lo cierto es que el nuevo Consell sólo agrupa a dos formaciones: PSPV y Compromís. Ayer el Presidente de la Generalitat, Ximo Puig, se enfrentó a esa realidad cuando tuvo que sentarse con Podemos para negociar su plan de reabrir Canal 9 el próximo 9 de Octubre y este condicionó su apoyo a una serie de medidas que han cambiado los planes del President de la Generalitat Valenciana.
Podemos contra el proyecto de Puig
La más importante es que los actos de celebración del día de la autonomía valenciana no serán retransmitidos por televisión. Podemos ha vetado la conexión con el canal institucional de la Generalitat Valenciana en internet, algo que ha sido interpretado por sus críticos como un movimiento interesado puesto que Podemos no tendría prácticamente presencia en pantalla al no ser parte formal del gobierno, mientras que sus defensores lo ven más como un intento del partido liderado en Valencia por Antonio Montiel de evitar que la nueva televisión nazca desde el primer momento como una herramienta política, puesto que conectar con gva.es no significaba solamente retransmitir los actos protocolarios sino también abrir la puerta a la retransmisión de la rueda de prensa que todas las semanas da la portavoz del gobierno Mónica Oltra, más de una hora de retransmisión en directo con una única versión de las noticias.
De esta manera Ximo Puig tuvo que renunciar a su intención de retransmitir en TDT su primera gran cita como presidente autonómico, pero si que consiguió su promesa de recuperar la emisión de la televisión autonómica. El próximo 9 de octubre, coincidiendo con el 26 aniversario de su primera emisión, Canal 9 volverá a la actividad con dos canales temáticos de TDT, uno destinado al público adulto y otro a la audiencia más infantil, que sólo emitirán programas, series y películas sacados del archivo audiovisual de Radio Televisión Valenciana. El gobierno autonómico ha defendido esta medida recordando que los derechos de emisión en poder de RTVV cuestan más de 300.000 euros al mes a los contribuyentes valencianos y con esta reapertura provisional por lo menos recibirán algo a cambio del dinero.
Los extrabajadores contra el Consell
Mientras tanto el colectivo de extrabajadores de Canal 9 cada empieza a darse cuenta de que se les ha relegado al papel de “Sufridores en Casa” en todo el conflicto. El jueves mandaron una carta volviendo a recordar a Puig la necesidad de empezar negociaciones que les conviertan en parte activa del proceso de reapertura del ente. En un tono conciliador aseguraron que no acusarían a Puig de no poder cumplir promesas si no hay emisión el 9 de Octubre, pero también advierten que no pueden “tomarse en serio la posibilidad de emitir a través del Canal Generalitat Valenciana”, y piden que la nueva televisión no sea “una caricatura de la sociedad valenciana, ni un subproducto”.
A pesar de la suavidad en las formas de la misiva las señales de que el colectivo de trabajadores se está cansado de la actitud del nuevo Consell empiezan a acumularse. Ayer se retomaron las concentraciones frente al palacio de Les Corts con un aumento de presencia de manifestantes. Durante el acto de protesta se volvió a recordar que nadie se ha sentado con los despedidos de Canal 9 a hablar sobre el proyecto de reapertura. La portavoz del colectivo, Salut Alcover, mostró su indignación porque la plantilla se tenga que enterar por la prensa de las novedades de un asunto que consideran que les afecta directamente, y calificó de “bomba de relojería” la tensión que se está formando en torno al conflicto.
Por lo menos a los extrabajadores se les ha empezado a dar esta semana las coordenadas en las que se moverá el futuro ente. Será una empresa de nuevo creación y no la reapertura de la antigua estructura, con lo que se espera evitar la readmisión de la antigua plantilla en pleno, y el nuevo modelo en el que se moverá estará listo en menos de un año, puesto que Les Corts aprobará el próximo 9 de septiembre la ley de creación de la nueva corporación.
El Partido Popular contra el Consell; el Consell contra el PP y los extrabajadores de Canal 9 contra el PP
Mientras tanto la nueva portavoz del Partido Popular Valenciano, Isabel Bonig, ha cumplido con el nivel de agresividad que se esperaba de su labor cuando fue elegida nueva líder de los populares. Bonig primero acusó a Puig de buscar crear una televisión con el objetivo de que “salgan los políticos de turno”, y después cargó contra PSPV y Compromís por jugar con los ex-trabajadores de RTVV al decirles en campaña que reabrirían la televisión y ahora plantear un ente con menos trabajadores, algo que recuerda fue la primera intención del último gobierno del Partido Popular en la Comunidad Valenciana. Pero Bonig ha ido más lejos anunciando su intención de llevar a los tribunales al gobierno valenciano si reabre Canal 9. “Si abre el 9 de Octubre el PP no va a permitir que sea una apertura provisional porque eso es un fraude ley y vamos a actuar legal y jurídicamente” ha llegado a afirmar la presidenta del PPCV.
Bonig, en todo caso, no ha logrado convencer a los portavoces de los trabajadores que en la concentración del viernes pidieron a su partido, literalmente, que «nos deje en paz».
Desde el gobierno valenciano se ha restado valor a las amenazas legales de Bonig asegurando que se ha consultado a los servicios jurídicos de la Generalitat el plan para retomar las emisiones, llegando incluso a ironizar sobre la relación de los populares valencianos con los tribunales. Pero eso no ha afectado a Bonig que tiene ante sí su primera oportunidad para demostrar su validez como azote del gobierno valenciano, un papel vital en unos populares amenazados por el crecimiento de Ciudadanos en su mismo espectro político.