La operadora convertirá los 300 megas simétricos en su oferta de referencia y llevará la fibra al 97% de los hogares de aquí a 2020.
Telefónica quiere superar el decodificador. La operadora que preside Luis Miguel Gilpérez va a empezar en 2016 a entregar a sus clientes sus propios televisores con decodificador integrado, que conservarán mientras sigan con la operadora. Además de los nuevos routers de la compañía que incluyen todas las funciones, Telefónica quiere sembrar de teles a sus clientes de Fusión, y para ello utilizará equipos diseñados por su Centro Global de Dispositivos y fabricados por el coloso turco Vestel (bajo la marca Movistar).
En un entorno en el que lo importante son los clientes convergentes, la subvención sólo de teléfonos móviles parece poco práctica, mientras que repartir entre los clientes televisores (que vendrán en dos tamaños de pantalla distintos) y que básicamente sólo funcionan si tienes Movistar, cumple un papel importante a la hora de fidelizar y evitar la migración a los rivales. Telefónica ya había incorporado Movistar TV en televisores Samsung que comercializaba, pero esta iniciativa supone dar un paso más en el segmento.
Vestel, conocida en Europa porque tiene un acuerdo de licencia con la marca Telefunken, es un grupo turco creado en 1984 y compuesto por 29 compañías que generan una facturación de 5.000 millones de euros. Es el principal exportador de televisores turco, con una cuota del 85%, y uno de los principales de Turquía. Emplea a más de 13.000 personas, cuenta con 1.050 puntos de venta y 350 puntos de posventa.
En declaraciones a la prensa en Santander, Gilpérez explicó además que convertirá los 300 megas simétricos en su oferta de referencia para los más de dos millones de fibra que ya tienen, y que además llevará esta tecnología al 97% de los hogares de aquí a 2020, lo que supone 27 millones de unidades con acceso a fibra. Eso supone un reto impresionante, y una inversión de cerca de 1.500 millones de euros, ya que implica llevar la fibra a prácticamente allí donde hay cobre, con poblaciones tan bajas de hasta 500 habitantes.
Gilpérez ofreció algunos detalles sobre sus despliegues, como que el coste medio por hogar pasado es de 100 euros, a los que hay que sumar otros 150 euros una vez que el cliente contrata el servicio y hay que meter la fibra en casa.
“Tenemos ya mucho más de 4 millones de Fusión, más de 2 de ellos de fibra, con más de 2 millones de clientes de TV de pago, contando con los de Canal+”, explicó Gilpérez, quien destacó que entre 2010 y 2014 la compañía ha efectuado inversiones por 10.000 millones, de las que las dos terceras partes se han dedicado a redes de ultrabanda ancha.
La petición al regulador
“España será el primer país a escala mundial en conectividad, pero necesitamos que el entorno regulatorio continúe como hasta ahora, con competencia en infraestructuras. Si hay regulación para alguna zona geográfica tenemos que evitar la redundancia: si tiene que haber acceso directo (VULA), que no haya indirecto (NEBA). Pero preferimos lo primero, no creemos en el cherry picking y el retail minus”, destacó el presidente de Telefónica de España. Se refiere, básicamente, a que quiere que sus rivales compren capacidad mayorista y no puedan ir atacando cliente a cliente de Telefónica sin correr riesgos.
“La red que me pagó el Estado ya se terminó y está regulada. La fibra la hemos construido con dinero de nuestros inversores y en competencia. Lo que necesitamos son agentes que creen empleo”, añadió.
“Por cada millón de euros se generan 33 puestos de trabajo, el sector contribuye a un crecimiento del 50% en la productividad y la implementación de la Agenda Digital para Europa permitirá un incremento del 5% del PIB en los próximos 8 años”, explicó Gilpérez en el marco del 29 Encuentro de Telecomunicaciones de Santander.
Sobre la Champions, mantuvo la estrategia de Telefónica de asegurar a Mediapro en público que “no se pagará cualquier contenido a cualquier precio” e insistir en su completa oferta de contenidos, con numerosas exclusivas.