Compromís ya no oculta su miedo a ser fagocitado por Podemos

La posibilidad de pactar con Podemos vuelve a distanciar a los principales socios de la coalición Compromís

Podemos quiere a Compromís , pero no todo Compromís quiere a Podemos. Las negociaciones para conformar una lista única de cara a las próximas elecciones generales han desembocado en un referéndum que durará ocho días y una pregunta repleta de subapartados que demuestran los fuertes temores de gran parte de la militancia de la coalición a ser fagocitados por la marca política de Pablo Iglesias.

El Consejo Nacional del Bloc Nacionalista Valencià, el partido mayoritario en la coalición Compromís, decidió ayer convocar un referéndum para que sea su militancia quien decida la respuesta a la oferta realizada por la rama valenciana de Podemos para concurrir de forma conjunta a las próximas elecciones generales. La sola convocatoria de una consulta ya marcaría un cierto distanciamiento del Bloc con Iniciativa del Poble Valencià, sus socios de coalición liderados por Mónica Oltra, quienes el sábado anterior ya habían dado su visto bueno a la propuesta lanzada por Podemos; pero es en la formulación de la pregunta, o más bien de las respuestas a esa pregunta que se ofrecen a los votantes, donde se demuestra el temor de la facción más nacionalista de Compromís a sentarse en la misma mesa que Pablo Iglesias.

Concretamente el Bloc Nacionalista Valencia abrió ayer mismo por la tarde el plazo para votar telemáticamente si consideran que deben “presentarse como Compromís” a las elecciones generales, u optar por “trabajar por alcanzar una coalición con Podemos y otras formaciones políticas o plataformas análogas, siempre que se cumplan las condiciones siguientes: 1) Que se constituya un grupo valenciano propio en el Congreso de los Diputados y que la portavocía de este grupo recaiga en uno de los diputados y diputadas de Compromís; 2) Que la marca y la imagen de Compromís sea preeminente en todos los elementos que configuran la candidatura (denominación, imagen, papeleta, campaña electoral); 3) Que el acuerdo incorpore un programa común con una agenda política valenciana a defender en el congreso y contemplar en posibles votaciones de investidura; 4) Que los candidatos y candidatas de Compromís lideren las candidaturas presentadas en las tres circunscripciones valencianas”.

El plazo para votar expira el día 19, día en el que se realizará una votación presencial en todas las comarcas valencianas en las que los nacionalistas cuentan con sede política.

«Pablo Iglesias va levitando por el Parlamento Europeo»

Mientras Mónica Oltra se ha mostrado siempre abierta a la posibilidad de pactar con Podemos, desde el Bloc Nacionalista Valencià no han sido pocas las voces que han mostrado su desacuerdo con la mera idea. El último en sumarse ha sido Jordi Sebastià, el representante de Compromís en el Parlamento Europeo, quien en un desayuno con la prensa no sólo aseguró estar, literalmente, “espantado” ante la posibilidad de juntar las marcas políticos de Compromís y Podemos sino que llegó a afirmar que “Pablo Iglesias va levitando por el Parlamento Europeo”. Las condiciones marcadas en el referéndum para pactar con Podemos son el resultado de todos estos miedos acumulados.

Si para Podemos captar a Oltra es algo esencial, puesto que la unión de dos personalidades mediáticas tan importantes como son Pablo Iglesias y Mónica Oltra aseguraría buenos resultados en los caladeros electorales valencianos para Podemos, el Bloc Nacionalista Valencia ve a Podemos como un lastre en su estrategia de crecimiento. Para el Bloc el producto político de Compromís ha de ser un partido político valenciano que no se pliega a los intereses que le dictan desde Madrid, algo que los empresarios valencianos llevan  tiempo demandando, y ese objetivo se pierde si se presentan junto a Pablo Iglesias. Las encuestas del CIS predicen que Compromís puede pasar de uno a tres diputados en las próximas generales, y para los críticos esa sería una victoria demasiado importante para el nacionalismo valenciano, un movimiento que aún no ha acabado de consolidar su nicho electoral, como para asociarla a otras siglas.

Eso no quiere decir que Podemos no tenga nada que ofrecer a los nacionalistas. Con tan sólo un representante, Compromís está integrado en el grupo mixto del Congreso de los Diputados junto a otros cinco partidos, eso limita ostensiblemente el margen de maniobra de su diputado Joan Boldaví, quien, como el mismo reconoce, se ve obligado a recurrir a puestas en escena llamativas para lograr que los medios, y el gobierno, presten atención a las cuestiones que lleva a la cámara alta. Si el mayor temor del Bloc es que una alianza con Podemos invisibilice a Compromís, asegurarles su ración de protagonismo en las Cortes puede lograr que se flexibilicen el resto de condicionantes.

Si los militantes del Bloc dan el visto bueno a la alianza, la tensión se trasladará a Podemos que es quien deberá decidir a cuanto quiere renunciar para presentarse con ellos en vez de contra ellos. Si la respuesta es “no”, la presión se trasladará a Iniciativa, partido que ha dado el visto bueno a las negociaciones sin tanta exigencia previa (al menos en el plano público). Otra vez Compromís muestra públicamente sus tensiones internas.

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