Medio millón de personas han entrado en las fronteras de la UE en lo que va de año, el doble que en todo 2014

Un grupo de migrantes rescatados en el mar

Hasta 500.000 personas podrían haber entrado en las fronteras exteriores de la Unión Europea, por tierra o por mar, en lo que va de año, entre refugiados y migrantes económicos. Estas cifras, que se han incrementado considerablemente desde que comenzó el verano, duplican las alcanzadas en todo 2014.

Más de 500.000 personas han entrado por las fronteras exteriores de la Unión Europea en los ocho primeros meses de este año, de los cuales 156.000 lo hicieron sólo en el mes de agosto, lo que supone el quinto récord mundial consecutivo, según los datos difundidos este martes por la agencia europea de control de fronteras (Frontex).

Por su parte, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) ha indicado que el número de personas que han llegado a Europa por mar entre el 1 de enero y el pasado 10 de septiembre es de al menos 432.761 migrantes y refugiados, una cifra que incluye a los solicitantes de asilo y que duplica la cifra correspondiente a todo el año 2014. Los datos de Frontex también suponen casi el doble respecto a 2014, cuando registró 280.000 inmigrantes en las fronteras exteriores de la UE.  

De acuerdo con la OIM, la gran mayoría las llegadas de personas se han registrado en Grecia (309.356, aproximadamente el 70 por ciento), seguida de Italia (121.139 personas, el 28 por ciento). Las islas griegas también han concentrado el mayor número de casos detectados por el Frontex en agosto, con 88.000, una cifra “once veces superior a la registrada en el mismo mes del año pasado”. Cerca de tres cuartas partes de estas personas eran ciudadanos sirios procedentes de Turquía.

Más del 70% de los que llegan a Grecia proceden de Siria

Los datos de la OIM arrojan algo más de precisión respecto a Grecia, un país que registró entre el 1 de enero y el 31 de agosto de 2015 la llegada de unas 246.000 personas, de las cuales “más del 70 por ciento procedía de Siria (175.375 personas), mientras que las demás lo hacían de Afganistán (50.177), Pakistán (11.289) e Irak (9.059).

A partir de la información reciente proporcionada por la Policía griega a la OIM, unos 50.000 migrantes y refugiados han llegado al país sólo desde principios de septiembre. Este salto considerable en las cifras, según la OIM, se explica por el deterioro de las condiciones meteorológicas en alta mar, que obligan a que un mayor número de migrantes y refugiados intenten llegar a Grecia e Italia antes de que comience el invierno.

 

Mapa de la OIM sobre el flujo de personas a Europa por mar

 

Los inmigrantes llegados a Grecia desde Turquía, según Frontex, han denunciado que “los traficantes de personas son cada vez más agresivos y crueles, e, ignorando el empeoramiento de las condiciones meteorológicas, obligan a los migrantes a montar en embarcaciones de caucho sobrecargadas para sacar el máximo provecho de cada viaje”.

Aparte, el personal de la OIM ha podido comprobar en los últimos días la presencia de más de 3.000 migrantes en varios pasos fronterizos entre Grecia y Macedonia, por la que han ido pasando grupos de alrededor de 50 personas cada 20 minutos. Algo menos del cincuenta por ciento corresponde a personas procedentes de Siria e Irak, en su mayoría familias con niños pequeños.

Más de 155.000 migrantes a Hungría

Muchas de las personas que llegan a Grecia continúan su viaje hacia Hungría, donde el número de casos registrados en las fronteras con Serbia se ha incrementado hasta veinte veces, hasta alcanzar la cifra de 52.000 en agosto, según Frontex, que ha constatado la llegada de más de 155.000 migrantes a este país centroeuropeo, cuyo gobierno de ultraderecha acaba de legalizar la persecución penal de las personas que entren ilegalmente en su territorio.

El otro gran destino de los migrantes, Italia, ha detectado cerca de 13.000 migrantes en agosto, casi la mitad que la cifra registrada el año pasado en el mismo mes, según los datos de Frontex. El Ministerio de Interior de Italia registró la llegada de 116.149 migrantes y refugiados entre el 1 de enero y el 31 de agosto 2015, lo que representa un aumento del tres por ciento en comparación con el mismo período del año pasado, cuando el número de migrantes rescatados en el mar sumó 112.689.

De acuerdo con la OIM, los principales países de origen de la inmigración en Italia en el periodo comprendido entre el 1 de enero y el 31 de agosto fueron Eritrea (30.708), Nigeria (15.113), Somalia (8.790), Sudán (7.126), Siria (6.710) y Gambia (5.514). 

Casi 3.000 víctimas mortales en el Mediterráneo

Al menos 2.748 migrantes, según la OIM, han perdido la vida en el Mediterráneo hasta la fecha del informe. Según la organización, la ampliación del mandato de Frontex en el Mediterráneo “ha disminuido levemente la tasa de mortalidad en los últimos meses” y la mejora de la Operación Tritón de la agencia fronteriza de la UE en el Mediterráneo “ha ayudado a las fuerzas marítimas a salvar más vidas de migrantes en el Canal de Sicilia, que es claramente la ruta más mortífera del mar Mediterráneo”.

Los datos de Frontex indican que, en lo que llevamos de año, 106.000 personas han sido rescatadas en el Mediterráneo Central, un seis por ciento menos que en mismo periodo de 2014. “Es importante destacar que la  mayoría de los rescates se produjeron cerca de las costas libias, más que en las aguas de la UE”, ha precisado la agencia.

El análisis tan optimista de Frontex no parecen compartirlo las principales organizaciones humanitarias. Es el caso de Médicos sin Fronteras (MSF), que desde hace meses advierte de que desde que la Unión Europea (UE) decidió poner fin a Mare Nostrum, la operación de rescate en el Mediterráneo sostenida por Italia, y sustituirla por Tritón, «una misión de vigilancia con menos fondos y con un área operacional limitada a las costas italianas», se había condenado a «miles de personas a morir ahogadas si continuaban en su empeño de llegar a Europa».

Médicos Sin Fronteras ha fletado tres barcos para asistir a personas en riesgo de naufragio frente a las costas de Libia. «Desde que empezó la operación a principios de mayo hemos rescatados a más de 15.500 personas», pero, «desgraciadamente, más de 2.500 personas han fallecido en estas aguas durante lo que llevamos de año», ha explicado MSF.

Entre tantas y tan mareantes cifras, que apenas ayudan a calibrar la tragedia de los refugiados en sus justas dimensiones, nos permitimos cerrar este artículo con las palabras escritas por Pablo Marco, miembro de MSF, en el blog solidario del diario 20 Minutos: «Necesitamos que los líderes europeos, en vez de azuzar el miedo hablando de plagas de inmigrantes, tengan el coraje de explicar la verdad a nuestros ciudadanos. Que les digan que los que se están ahogando en la costa libia, y los que molemos a palos en la frontera de Macedonia, son familias que huyen de horrores que ni siquiera podemos imaginar, y que necesitan nuestra ayuda. Que nos recuerden que la solidaridad no se mide solo por el dinero que donamos a las ONG. Que la auténtica solidaridad es la del que abre la puerta de su casa para acoger al vecino en apuros. Que tenemos el deber de acoger a una parte de los que huyen de las guerras y la miseria. Entonces volveré a sentirme orgulloso de ser europeo».

 

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