La pasada semana, Caixabank cerró la venta de una cartera de 700 millones de euros en créditos problemáticos al fondo Cerberus, y ha puesto a la venta otra cartera de impagados en créditos a promotores. Son solo dos ejemplos de un mercado que el pasado año supuso más de 21.000 millones de euros en transacciones, según cálculos de la consultora PwC.
Caixabank está acelerando la venta de buena parte de sus «activos no rentables». Hace apenas una semana cerró el traspaso de una cartera de créditos problemáticos en el segmento de pymes y consumo valorada en 700 millones de euros; y acto seguido a puesto en venta otra cartera aún mayor (900 millones de euros) de créditos impagados en el sector promotor, tal y como adelantaron desde Expansión y detallan los analistas de Bankinter en un informe de mercado de este martes.
La estrategia de Caixabank es clara: deshacerse de un gran volumen de activos que consumen un montón de recursos (humanos y económicos), no son estratégicos y están provisionados (es decir, que su pérdida en caso de venta ya está descontada). Además de la liquidez que se obtiene por la venta de los mismos, se logra reducir la tasa de mora y se mejora la calidad media de los activos en poder del banco.
Bankia, aún más acelerado
Algo parecido lleva haciendo BFA-Bankia desde que la entidad fue nacionalizada y José Ignacio Goirigolzarri fue nombrado presidente: Las órdenes de Bruselas obligaban a deshacerse de una ingente cantidad de activos tóxicos (en su mayoría traspasados al Sareb), así como otro tipo de activos no estratégicos, participaciones industriales, negocios improductivos, etc. Así, han sido recientes los acuerdos para traspasar importantes carteras de créditos y activos, tales como el proyecto Wind, Castle y Commander, entre otros.
El último paso en este sentido lo está ultimando Bankia, que negocia desde hace semanas la venta a uno o varios fondos de inversión la venta de sus activos adjudicados (es decir, aquellos inmuebles y créditos obtenidos por ejecuciones hipotecarias) englobados bajo el nombre de Proyecto Big Bang. Tal y como señalan los analistas del banco de inversión suizo Mirabaud en un reciente informe, «Bankia está más orientada hacia una venta rápida, pues está negociando la venta a inversores institucionales de la totalidad de sus activos adjudicados».
Como en el caso de Caixabank, la venta de estas carteras no rentables es una jugada con sentido en este momento, toda vez que permite incrementar la calidad media del balance, reducir provisiones, obtener ingresos y «una bajada aún más acusada del coste del riesgo, que se podría quedar en niveles significativamente por debajo de los 50 puntos básicos», señalan desde Mirabaud. Fuentes de Bankia no han querido desvelar qué entidades están pujando por esta cartera, si bien su cuantía (unos 4.800 millones de euros) podría hacer de ésta una de las mayores transacciones financieras del año en Europa.
España duplica su venta de activos
Los casos de Caixabank y Bankia son los máximos exponentes de un mercado (el de las transacciones de activos no estratégicos de la banca) que no ha hecho sino crecer desde el año 2012. Tal y como señala la consultora PwC en su último informe de mercado (correspondiente al segundo trimestre de 2015), España es, tras Reino Unido e Irlanda el principal mercado europeo en cuanto a grandes operaciones inmobiliarias y crediticias de la banca.
Los datos muestran el enorme volumen de las operaciones y cómo éstas se han acelerado en el tiempo (ver gráfico inferior). En 2010, en medio de la crisis del euro, apenas se registraron operaciones de compraventa (unos 1.000 millones de euros) en España. Solo un año después ya eran algo más, unos 4.000 millones de euros. En 2012 y 2013 las operaciones de venta de estos activos no estratégicos ya superaron los 10.000 y 9.500 millones de euros respectivamente, mientras que en 2014 esta cifra fue de más del doble: 21.000 millones de euros, en su mayoría hipotecas con garantía (8.200 millones) y préstamos hipotecarios sin garantía (8.000 millones).
Las expectativas de PwC para este 2015 son casi tan buenas como las de 2014. En lo que va de año (los dos primeros trimestres) se han efectuado 6.000 millones de euros en transacciones, si bien los analistas de la consultora estadounidense explican en su informe que ya están avanzadas al menos unas 15 negociaciones para confirmar otros 14.000 millones de euros en venta de activos inmobiliarios, créditos, etc.
Desde el inicio de la segunda recesión (la que acabó por forzar el rescate de parte del sector financiero español) se han registrado en España operaciones de desinversión bancaria que han superado en su conjunto los 43.000 millones de euros. Para darse cuenta de la dimensión de estas cifras, países como Alemania (26.000 millones) e Italia (16.000 millones) no suman juntos todo el volumen de activos liquidado por la banca española.