Cinco millones y medio de ciudadanos tienen la oportunidad de decidir hoy el futuro de Cataluña en unas elecciones que se plantean claves no sólo para el devenir de esa comunidad autónoma, sino para el conjunto del territorio español. No sólo está en juego el reparto de escaños en el Parlamento regional, sino la relación de Cataluña con el resto de España, ya que las urnas pueden enterrar el proceso independentista o abrir una etapa de enormes turbulencias. Las claves de los comicios radican en la decisión final del millón y medio de indecisos y, sobre todo, en el índice de asistencia a los colegios electorales.
Las estadísticas reflejan que hay alrededor de un 15 por ciento de catalanes que jamás acude a la cita electoral porque no se siente concernido y otro tanto que prefiere abstenerse en unos comicios autonómicos. El eje de la campaña que han llevado a cabo los partidos contrarios a la independencia ha girado en torno a ese sector de la población.
Conscientes de la importancia de los indecisos y los abstencionistas, el éxito de las fuerzas del “no” pasa por lograr una participación superior al 72 por ciento por el censo electoral. Con una baja abstención, las formaciones contrarias a la secesión podrán competir de tú a tú con los partidos del “sí”, cuyos resultados siempre han sido mucho mejores en elecciones autonómicas que en generales.
Con un 80 por ciento de participación, las fuerzas separatistas no podrán imponerse, según señalan todos los analistas políticos consultados por este periódico digital.
600.000 castellanoparlantes no suelen votar en las autonómicas
Las últimas elecciones, celebradas en 2012, fueron las que atrajeron a más ciudadanos a las urnas. En total, votaron 3.668.310 electores, el 67,76 por ciento del censo electoral. Éste ha sido, hasta ahora, el porcentaje más alto de participación en unas autonómicas en Cataluña.
El reto es difícil, pues nunca en unas elecciones autonómicas en Cataluña se ha superado un índice tan alto de asistencia a las urnas. La participación media en comicios regionales catalanes es del 60,92 por ciento, frente al 71,59 que marcan las legislativas.
Hay 600.000 catalanes que suelen votar en las generales que tradicionalmente se abstienen en las autonómicas, votantes castellanoparlantes que no suelen apoyar a partidos nacionalistas. A ellos se ha dirigido muchos de los mensajes lanzados en la campaña por el PP, el PSC, Ciudadanos y la listas que integran Podemos, Iniciativa y Equo.
El voto en las comarcas, decisivo en estos comicios
Históricamente la abstención en autonómicas catalanas ha sido más intensa en sectores con altos índices de población de origen no catalán, Se trata, fundamentalmente del área metropolitana de Barcelona, de cuyo resultado en las urnas dependerá, en buena medida, el devenir de los comicios. Precisamente, en tres comarcas -Barcelonès, Baix Llobregat y Vallès Occidental- se concentran más de la mitad de los 5,5 millones de personas que conforman el censo electoral.
Además, también históricamente, los partidos nacionalistas han obtenido peores datos en estas zonas que las fuerzas constitucionalistas. Ejemplo de ello fue el resultado en los comicios catalanes de 2012: CiU, que obtuvo el 30,71 por ciento de votos emitidos en el conjunto de Cataluña, quedó once puntos por debajo de esta media en el Baix Llobregat y casi cinco en el Barcelonès y el Vallès Occidental.
Las peticiones de voto por correo auguran mayor participación
La consejera de Gobernación de la Generalitat, Meritxell Borrás, informó ayer que un total de 131.033 personas han solicitado el voto por correo. Una cifra que supone un incremento del 56 por ciento con respecto a los comicios de 2012, cuando se registraron 84.004 solicitudes.
Además, 107.421 de esas solicitudes se tramitaron desde territorio español, un 70 por ciento superior al dato de hace tres años. En cuanto a las peticiones desde el extranjero –que se cifran en 23.612- han aumentado en 2.750 respecto 2012.
Estos incrementos en la petición de voto por correo dan alas a los partidos contrarios a la secesión, que ven en ese dato un buen precedente para la cita de hoy. Los estrategas de PP y PSOE comentaron ayer a SABEMOS que el aumento del 56 por ciento en el voto no presencial es un buen termómetro para predecir que en la cita de hoy se registrará una mayor participación en las urnas.
El “sí” hace campaña durante la jornada de reflexión
Por otra parte, los socialistas catalanes acusaron anoche ante la Junta Electoral de Barcelona a Junts pel Sí por pedir el voto durante la jornada de reflexión. Al parecer, octavillas de la Assemblea Nacional Catalana (ACN) se introdujeron de forma masiva en buzones de la localidad de Sabadell. En los panfletos ponía lo siguiente: “En una Catalunya independiente seguiré cobrando la pensión y los subsidios”.
El PSC también puso en conocimiento de la Junta Electoral Provincial la asamblea que la ACN organizó ayer en la plaza de l’Alguer de Barcelona. Según cuenta la agencia de noticias Europa Press, el acto estuvo encabezado por una pancarta en la que se podía leer: “Abuelos y abuelas, no nos falléis. La juventud necesita la independencia”.