Los turistas que vienen a España hacen gastos por importe 38 euros cada día, frente a los más de 60 de Francia e Italia, los casi 70 de Reino Unido y los más de 90 de Alemania. Los expertos piden apostar menos por el aluvión de llegadas y más por el turista de calidad y que más consume. Más calidad y menos cantidad.
España es una auténtica potencia global del turismo. Es el tercer país más visitado del mundo, con los 65 millones de turistas extranjeros que vieron el año pasado y los 68 millones que llegaran éste. Es el segundo país que más ingresos por turismo consigue, 2015 se superarán por primera vez en la historia los 50.000 millones de euros. Somos un gigante mundial, el turismo es el petróleo español, somos la leche y estamos encantados de conocernos.
Pero lo que parece una evolución inmejorable se ve empeñada por un dato que realmente preocupa a los profesionales del sector. Y es que cada uno de los turistas que vienen a España gasta cada vez menos. España acumula ya dos años completos de descensos mensuales del ingreso medio por cada visitante. Son ya 28 meses consecutivos de caídas de lo que gasta en el país cada turista que viene, hasta situarse en el entorno de los 635 euros por cada viajero.
Vienen más, y los ingresos crecen, pero sólo gracias al aluvión de llegadas, con el consiguiente desgaste de infraestructuras y de los servicios, con un impacto medioambiental, con la saturación de algunos destinos…. Cantidad, mucha cantidad, pero según advierten los expertos, el turismo es de poca calidad. España lleva décadas –desde que se ideó un modelo particular en los sesenta- volcada en un turismo de masas, de baratillo, de sol y playa, profundamente estacionalizado… Y poco rentable, poco competitivo.
Cifras lejos de las de una potencia
España se encuentra a años luz de sus rivales directos europeos por hacerse con una porción del turismo más rentable. El consumo medio que realizan los turistas que vienen a España es de 38,32 euros por cada noche que pasan. Una cifra ridícula frente a los 91,99 euros que ingresa Alemania, los 69,22 euros de Reino Unido, los 65,64 euros de Italia o los 61,30 euros de Francia, según se recoge en el estudio La nueva era del travel retail: impactos y retos del turismo de compras, elaborado por la consultora EY y presentado ayer en la ‘I Cumbre Europea de Turismo de Compras y Economía’, celebrada esta semana en Madrid.
“El éxito del turismo español no depende del número de turistas, sino que la rentabilidad de la visita debería ser el principal indicador del sector. Sin duda, el turismo de compras es un fenómeno imparable que España debe aprovechar para superar muchos de los problemas estructurales de su industria, como pueden ser su rentabilidad y la estacionalización de la demanda”, subrayó Chus Escobar, socia de EY experta en turismo.
En este sentido, España también se encuentra muy rezagada en el segmento específico del turismo de compras. El año pasado, en toda Europa se realizaron compras tax free por parte de turistas extracomunitarios por valor de unos 50.000 millones de euros. España sólo captó 1.600 millones de euros, un 3,2% del total. Una cifra realmente mínima en comparación de los 11.500 millones de Francia (el 23% del total); los 9.000 millones de Reino Unido (18%); los 8.000 millones de Italia (16%) o los 7.500 millones de Alemania (15%).
Mientras que España concentra tradicionalmente más del 60% de las llegadas de turistas entre los viajeros británicos, alemanes y franceses, los turistas que más gastan en destino son los de fuera de la Unión Europea, con China, Rusia y Estados Unidos a la cabeza. Y en estos mercados la penetración de España como destino turística sigue siendo muy reducida. Es en estos clientes potenciales donde se encuentra el caudal de oportunidades de España para crecer en ese otro turismo más rentable.
Objetivo: triplicar el ingreso en compras
Un objetivo factible que, según los expertos de EY, España debería marcarse como aspiración es elevar esos 1.600 millones en compras tax free hasta los 5.000 millones de euros en los próximos cuatro años (un incremento que tendría como efecto la creación de 50.000 empleos estables en el país).
¿Cómo? EY recomienda que elevar el peso de España en el turismo de compras se convierta en una prioridad estratégica nacional, con la implicación y la colaboración de las Administraciones (agilizar la emisión de visados y la devolución del IVA, hacer promoción segmentada en los mercados más atractivos) y el sector privado (mejorar las conexiones de transporte aéreo con los países de donde proceden los turistas que más gastan, singularmente Asia y EEUU). Y, en paralelo, construir una oferta más atractiva no sólo basada en precio y producto, sino sobre todo creando una auténtica experiencia de compra y atrayendo a marcas reconocibles internacionalmente (también en el sector de la hotelería premium).