Pese a que presentaron un supuesto acuerdo con la empresa Vait para que adquiriera un 66% de las acciones con el único objetivo de salvar la histórica compañía galletera, los trabajadores han puesto la situación en alerta por los retrasos acumulados en los pagos. La Junta de Castilla y León prefiere esperar al plazo de tiempo pactado para que Vait audite las cuentas de Elgorriaga antes de pronunciarse públicamente aunque teme una nueva maniobra de los propietarios.
Sería el ‘segundo gol’ a la institución regional que, en su momento, prestó su ayuda económica para garantizar la continuidad de la planta galletera de Elgorriaga en Ávila. Las exigencias de la institución regional eran bien precisas: los propietarios de la compañía, en manos de Luis Presa y Mercedes Morán, debían negociar con algunas de las propuestas que tenía sobre la mesa para rescatar a una sociedad al borde del precipicio económico y que, sin embargo, sigue manteniendo la actividad productiva. El primer teórico acuerdo fue un fiasco y, ante la amenaza de la Junta, los propietarios fueron instados a una solución que pretenden encontrar con Vait-Tartalia. Esta compañía pastelera llegó a un acuerdo con la propiedad para hacerse con el 66% una vez analizadas y auditadas las cuentas. En eso deben estar mientras la situación laboral ha explotado con las reclamaciones del Comité de Empresa ante los reiterados retrasos en sus nóminas. “Queremos cobrar”, reclaman a la vez que empapelan la fábrica abulense y plantean medidas de presión en el mismo muelle de carga.
Fuentes del sector aseguran que, por su tamaño, Vait tiene muy complicado poder cumplir con las exigencias de una situación que ha venido dando diferentes bandazos por parte de Presa y Morán, aferrados a sus puestos directivos y empeñados en mantenerse en el cargo pese a la deriva que asfixia a la compañía.
La consejería de Agricultura de la Junta de Castilla y León no se ha pronunciado hasta el momento, pero teme estar ante una segunda estrategia de los propietarios para prolongar la situación y seguir manteniendo el control de una empresa que llegó a tener diez ofertas interesadas en reflotarla. La Junta ha tenido que llevar la situación al extremo y ahora se remite al análisis de viabilidad que Vait se ha comprometido a hacer en un plazo determinado de tiempo en las condiciones impuestas desde el gobierno autonómico. Días atrás, la consejera de Agricultura, Milagros Marcos, reconoció que Vait estaba ofreciendo información permanente de los datos económicos al propio comité, pero este ha estallado ante una situación de impagos impropia tras un supuesto compromiso para reflotar la compañía.
Los temores de un nuevo fiasco en el acuerdo entre propietarios y empresa compradora apuntan de nuevo a Mercedes Morán y Luis Presa, a los que señala la Junta como reconocía la consejera en El Mundo: “Esos sí se deberían mirar al espejo y ver realmente si han antepuesto o no el beneficio propio al interés de los puestos de trabajo y de todos sus compañeros. Nos hemos encontrado esos propietarios y solo espero que el acuerdo al que lleguen entre las partes sea el más beneficioso para todos. Lo que nos preocupa es que se garanticen los puestos de trabajo. Que cada quien haga análisis de sus propias actuaciones”.
La Junta espera hasta mediados de noviembre para conocer los datos del estudio de viabilidad que está realizando Vait. Si la nueva propiedad, en contacto ya con entidades bancarias, consigue cumplir con los requisitos marcados de aportación económica para garantizar la actividad, asunción de la deuda y mantenimiento de los puestos de trabajo, el gobierno regional estaría dispuesto a refinanciar el préstamo. Pero si Vait-Tartalia no puede cumplir con todos estos compromisos, se abriría de nuevo el proceso aunque en este caso la Junta ya tendría un papel más decisivo frente a la propiedad que el mantenido hasta el momento en un observador segundo plano.