La rivalidad entre fandroids y fanboys , los ultras de los teléfonos con sistema operativo Android y iOS, respectivamente, es sólo la cara amable de la polarización que vive el sector de los móviles inteligentes. La peor consecuencia de la dicotomía que viven los consumidores es el duopolio que se ha generado en un mercado dominado por Google y Apple, dos gigantes que dejan poco espacio a la competencia, como critica la presidenta ejecutiva de Mozilla, Mitchell Baker.
“El modelo móvil de hoy es el modelo que había antes de internet. Antes de internet había 2 compañías que lo controlaban todo: Microsoft y Apple. Hoy hay 2 compañías [en el sector de los móviles] que lo controlan todo y tienen la misma concentración vertical. Determinan el contenido, determinan cómo pagas, determinan tu identidad”, destacó la número dos de la fundación Mozilla en la clausura de unas jornadas de The Economist en Madrid sobre transformación digital.
Esta situación de dominio de las dos marcas se ha generado porque aunque la expansión de los teléfonos inteligentes fue muy disruptiva, la industria replicó los modelos productivos que ya había explotado durante la década de los 90, según Baker.
«La carrera con Android a lo largo de su estructura vertical no se va a ganar», reconoce Baker
Los sucesivos intentos de otros ecosistemas por derribar el muro de desconfianza de los consumidores y colocar en sus manos una alternativa han acabado por languidecer, como han sufrido en sus carnes Nokia y BlackBerry. Microsoft no se ha dado por vencido y sigue presentando terminales con Windows Phone, pero su penetración en el mercado es escuálida.
Frente a este panorama, la Fundación Mozilla trató de colocar otra opción, su propio sistema operativo, Firefox OS. La idea era repetir el éxito de su navegador Firefox, que acabó con la hegemonía del Internet Explorer de Microsoft.
Sin embargo, en la fundación no parecieron encontrar el “apalancamiento” tecnológico desde el que dinamitar el duopolio, como sí consiguieron desde el navegador web. Hoy en día, la presencia del Firefox OS es prácticamente testimonial aunque haya intentos de revivirla, lo que la propia Baker reconoció.
“La carrera con Android a lo largo de su estructura vertical no se va a ganar. Eso está claro. El entorno de computación en la mayoría del mundo en un futuro previsible pertenecerá de Google”, reconoció.
Europa
Baker prevé que los próximos 6 o 9 meses van a ser interesantes y decisivos en Europa, ya que la UE tiene que materializar el desarrollo legal de la directiva de neutralidad de la red aprobada por el Parlamento. Es el trámite conocido como “comitología”, por el que las mociones son negociadas y concretadas en comités en los que participan los gobiernos de los estados miembros.
“Las regulaciones todavía no se han formado. La ley ha sido aprobada pero tiene algunas ambigüedades, algunas fisuras que podrían ser gigantes”, advirtió la presidenta ejecutiva de Mozilla.
Uno de los aspectos más criticados de esta regulación es que auspiciaría un internet a dos velocidades, ya que los operadores de redes de telecomunicaciones podrían modular la capacidad de transmisión de datos en base a criterios comerciales; esto es, que si se les paga a los operadores, los contenidos pueden viajar más aprisa.
Existe una posibilidad “muy real” de que se cree un internet a dos velocidades en Europa
El riesgo de que en Europa se consolide un internet a dos velocidades existe, es una posibilidad “muy real”, dijo Baker, quien vaticinó unas consecuencias funestas: este modelo de mercado permite que unas pocas compañías conviertan un sistema de enormes oportunidades en una mera relación contractual, cree la directiva.
Un ejemplo de lo que podría pasar se puede encontrar en casos como el de Skype, explicó Baker.
“Es difícil para los operadores extraer valor de la tecnología de Skype [Voice over IP o VoIP] pero mira el valor que ha aportado al mundo. Cuántos de nosotros tenemos conferencias, incluso de trabajo, a través de Skype. Cuántos migrantes y refugiados y trabajadores que no están en sus países ven a sus familias regularmente por Skype. ¿Podemos imaginarnos que Skype, desde Estonia, hubiera tenido que ir a los operadores globales de redes y negociar con ellos? Entonces no tendríamos VoIP. Y los operadores tendrían un negocio mucho mejor porque los cargos por los datos todavía serían enormes, pero la economía global sufriría”, zanjó la presidenta ejecutiva de Mozilla.