La informalidad de los propietarios desquicia a la administración regional que amenaza con ejecutar las garantías bancarias. Después de numerosos giros negociadores, la viabilidad de la compañía galletera abulense sigue entre interrogantes. Ahora la propiedad ha pactado un acuerdo con una empresa que, hace meses, dijo no a los requisitos ineludibles planteados por la Junta de Castilla y León para mantener su apoyo destinado a salvar la empresa y sus más de 100 puestos de trabajo.
La clave está en Mercedes Morán y Luis Presa. Ambos poseen la propiedad de Elgorriaga después de un rocambolesco aterrizaje accionarial que algunas fuentes vinculan a este último movimiento para vender la compañía a Energy Shot, una empresa perteneciente a Distribuciones Gaher que meses atrás estuvo interesada en quedarse con la galletera abulense y fue descartada por no cumplir con las exigencias de la Junta de Castilla y León.
La administración regional viene trabajando con diversas opciones para salvar una compañía que arrastra una deuda global de 7,5 millones de euros entre entidades financieras y la propia Junta que, a través del Instituto Tecnológico Agrario (ITA), realizó un préstamo de 4,4 millones sumado a un aval por otros 600.000 euros. Además, los empleados avanzan hacia el cuarto mes sin cobrar sus nóminas. Las condiciones de la Junta hacia el comprador se dirigían a asumir esa deuda, mantener los puestos de trabajo y realizar una inyección económica de 500.000 euros para reactivar la actividad. En su momento, hubo hasta cuatro empresas dispuestas a aceptar esas normas pero las negociaciones se enquistaban en el momento de las intervenciones de Presa y Morán. Según ha podido saber este periódico, los actuales accionistas mayoritarios de Elgorriaga solicitaron compensaciones personales y directas para salir de la compañía; finalmente, optaron por aferrarse a aquellas propuestas que les garantizaban su continuidad de alguna manera.
Pero su viaje ha sido de ida y vuelta. Anteriormente negociaron con Gaher, en principio dispuesta a cumplir con todos los requisitos. Pero la distribuidora catalana exigió en el último minuto que la Junta condonase o rebajase su deuda. Ante la respuesta negativa del Gobierno regional, Presa y Morán dirigieron sus tiros hacia Vait, el grupo en el que se integra Tartalia. En principio hubo acuerdo para traspasar el 66% de las acciones y, eso sí, garantizar la permanencia de Presa y Morán en puestos determinados. Tartalia se sentó con la Junta, ambos establecieron un calendario de trabajo, fechas para firmar los compromisos y… Y Presa y Morán dieron otro inesperado giro al romper de manera unilateral ese acuerdo y volver a dejar Elgorriaga en manos de Gaher, la misma empresa que no aceptó hace meses las condiciones de la Junta de Castilla y León. ¿Las aceptará ahora? ¿Por qué ahora sí y antes no? Todas estas preguntas flotan entre en el comité de empresa y la Junta, cansados de estos vaivenes y falta de seriedad.
“Salto al vacío”
La consejera de Agricultura, Milagros Marcos, ha lamentado “el salto al vacío de los propietarios de Elgorriaga” y recordó el pasaje reciente de Gaher. “Un día dijeron que asumían el cien por ciento de la deuda y por la tarde cambiaron de parecer, diciendo que no la asumían, que se le perdonase y además pedían una ayuda de 3,5 millones”.
El desconcierto se ha transformado en firmeza por una situación que le estalla a la Junta en sus manos. La consejera ha reafirmado que está dispuesta a ejecutar las garantías sobre Elgorriaga con esos 4,4 millones prestados a través del ITA y los supuestos nuevos propietarios anuncian una visita a la fábrica para exponer su plan de acción a unos trabajadores recelosos de una situación que vienen arrastrando sin encontrar ninguna solución. Mientras, Tartalia dice que presentará acciones legales contra Elgorriaga por romper ese preacuerdo y el director general de Gaher, José Antonio García Sánchez, quiere mantener un encuentro con la Junta de Castilla y León. ¿Cuál será su postura esta vez? ¿Asumirá las exigencias ya conocidas o querrá dar otro giro de tuerca más? La Junta espera, pero los trabajadores también. Y mientras, Elgorriaga sigue elaborando galletas rellenas de chocolate con una mano de obra que no cobra por su trabajo y el futuro incierto de la compañía está manejado por los caprichos de Mercedes Morán y Luis Presa.