¿Abuelita, abuelita, por qué tocan otra vez la hucha de las pensiones si España va bien?

Abuela con su nieta.

La ministra de Empleo, Fátima Báñez, reconoció ayer que volverán a usar el fondo de reserva para abonar la extra de verano en los próximos días. La hucha de las pensiones llegó a tener 66.815 millones de euros. Pudo ser más pero el Gobierno de Zapatero utilizó más de 14.000 millones para prestaciones y el de Rajoy quitó los límites para sacar dinero de la hucha cada año. El desempleo, los menores salarios y las bonificiaciones con cargo a las pensiones para que los empleadores contraten impiden además que la Seguridad Social dé superávit y pueda empezar a reponer lo gastado.

El fondo de reserva de las pensiones es un invento de la época de José María Aznar que se creó en el año 2000 para ir acumulando los superávits de la Seguridad Social a modo de colchón. Este fondo llegó a sumar 66.815 millones de euros a finales del año 2011. Pudo ser más pero el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero utilizó más de 14.000 millones (que debieron ir a la hucha) para pagar prestaciones por desempleo en los años 2008 y 2009. En la siguiente legislatura, la de Mariano Rajoy que finaliza este año, no solo no ha crecido sino que ha encogido casi un 38%. A cierre de 2014 el saldo era de 41.634 millones.

La ley ponía límite a la cantidad anual que podía sacarse de la hucha en caso de necesidad pero el Gobierno de Mariano Rajoy quitó el tope de retirada y empezó a utilizarlo cada año un poco más. En 2012 fueron 7.000 millones. En 2013, 11.648 millones. El año pasado, 15.300 millones. Y en los próximos días, cuando los pensionistas reciban su paga extra de junio (lo que supone un desembolso total en torno a 8.000 millones de euros) lo harán, al menos en parte, de nuevo con cargo al fondo de reserva, según reconoció ayer la ministra de Empleo, Fátima Báñez. Este año, según los Presupuestos Generales del Estado, la estimación es reducir la cuantía que se saca de la hucha pero aún así está previsto utilizar hasta 8.447 millones y se estima que la Seguridad Social cierre con un déficit de 6.000 millones.

¿Qué ha ocurrido? ¿Por qué sigue con un déficit tan abultado la Seguridad Social? El primer golpe a los ingresos tiene su causa claramente en el desempleo. El segundo vino motivado por la llamada devaluación interna, las leyes que propiciaron la rebaja de salarios o la sustitución de empleados más caros por otros con condiciones más precarias y por tanto con menos cotización. Según el secretario de Estado de Seguridad Social, Tomás Burgos, la renta durante la crisis ha caído un 7%.

 

Incentivos para contratar que se cargan a la espalda de las pensiones

Pero además, los incentivos diseñados para fomentar que los empleadores contraten se optó por cargarlos a la espalda de las pensiones. El Gobierno bonifica al empleador rebajando la parte de las cotizaciones que van destinadas a pensiones y bajas por enfermedad común (lo que se llaman contingencias comunes). Se ha mantenido sin embargo el mismo nivel de cotizaciones para cubrir las enfermedades profesionales, el desempleo, la aportación al Fogasa y la formación profesional.

Desde febrero de 2014 y hasta finales de marzo de este año, se estableció una tarifa plana que dejaba en 100 euros las cotizaciones sociales del empleador para contratos con carácter indefinido que se firmasen por un plazo de tres años siempre que se crease empleo neto. La medida permitía sustituir empleo bien remunerado por otro mucho más precario. Bastaba con que al final saliese un mayor número de empleados. El ahorro en cotizaciones para el empleador rondaba los 3.520 euros en sueldos del entorno de los 20.000 euros brutos anuales. La tarifa mensual podía quedar en 75 o 50 euros si el contrato era indefinido pero a tiempo parcial.

Actualmente el incentivo consiste en eliminar el pago de toda cotización por contingencias comunes para los primeros 500 euros de salario durante dos años. Para empresas con menos de 10 empleados se puede ampliar un año más en el que no se cotizará por los primeros 250 euros. Casi todo va de nuevo a la espalda de las pensiones. Solo los contratos de los jóvenes inscritos en el Sistema Nacional de Garantía Juvenil irán bonificados con cargo a los fondos del Servicio Público de Empleo Estatal.

Mientras se suceden estas medidas, los gastos del Sistema de la Seguridad Social siguen creciendo, tanto por el mayor número de pensiones contributivas, como por el incremento de la pensión media mensual.

Las cotizaciones sociales a cargo del empleador (incluidos todos los conceptos, no solo las de contingencias comunes) alcanzaron los 94.705 millones de euros en 2008, su punto más alto. En 2013 se quedaron en 81.472 millones (10.500 millones de euros menos). En 2014 repuntaban gracias a la mejora del mercado laboral hasta situarse en 83.819 millones

 

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