La cotización y el beneficio del gestor de los aerouertos se resentirán si se acaba viendo obligada a rebajar las tasas.
Aena desembarcará en el Ibex con toda probabilidad el próximo mes de junio, cuando se reúna el Comité Asesor del índice y revise su composición, un momento en el que también se decidirá qué valor dejará de estar en el selectivo grupo de los 35, con Indra y Jazztel como principales candidatos, según analistas consultados por Europa Press. La más que posible llegada de Aena al Ibex, donde ocuparía el puesto número 16 por nivel de capitalización, se producirá en plena batalla judicial por las tasas aeroportuarias, una circunstancia que podría afectar negativamente a la cotización del valor, aunque el mercado ya descuenta parte de esta incertidumbre.
Los analistas consultados creen que este desacuerdo surgido en torno a los criterios para el cálculo de las tasas aeroportuarias desestimula la inversión en una compañía como Aena, ya que podría suponer una posible merma de ingresos.»Si hay variación en las tasas, habrá variación en la cotización», ha explicado a Europa Press el analista de Renta 4 Iván San Félix, quien ha indicado que en el caso de que se revisen a la baja, el impacto en la evolución de la acción será negativo. El analista de XTB Jaime Díez comparte esta opinión, aunque precisa que «la mayoría de los inversores de Aena llegó para quedarse y la posición de la compañía en el largo plazo es motivo suficiente para mantenerlos».
Aena saltó al parqué el pasado 11 de febrero a un precio de 58 euros por acción. A día de hoy, los títulos se han revalorizado un 60,34%, hasta los 93 euros, un precio que, según fuentes del mercado, «ya refleja un marco regulatorio desfavorable» derivado de la polémica por las tasas judiciales. Y es que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), como regulador, ha establecido los criterios para fijar las tasas aeroportuarias a partir de 2016, primer año de la aplicación de la modificación tarifaria, que implican que Aena debería bajar las tasas entre un 2% y un 3% a partir de 2016.
Los accionistas institucionales consideran que este nuevo escenario cambia las condiciones con las que entraron en su capital, con una garantía de tasas congeladas hasta el año 2025, según se recoge en el nuevo marco regulatorio, denominado Documento de Regulación Aeroportuaria (DORA), creado para dar entrada al capital privado en Aena, y que entrará en vigor en 2017.
Tasas y dividendos
Pese a todo, la compañía ha visto cómo su evolución en Bolsa ha sido brillante, el tráfico aeroportuario ha crecido y sus resultados han mejorado, lo que podría contribuir a hacer realidad la promesa de pagar dividendos en 2016. «Sería posible hacerlo desde el primer momento. Sin embargo, la pregunta es si sería adecuado», ha afirmado el analista de XTB, quien ha recordado que un dividendo supone una salida de dinero de la compañía o bien un incremento de deuda.
En este sentido, ha apuntado que ahora mismo Aena tiene «distintas alternativas» para el uso de dicha liquidez que pueden favorecer a la compañía en el largo plazo antes que gastarlo en dividendos que, a su juicio, «no aportan nada a la sociedad». «El mejor dividendo que puede dar una empresa es un aumento en el valor de la compañía», ha añadido.
Por su parte, San Félix, de Renta 4, adelanta que antes de hablar de dividendo es necesario aclarar cómo se resolverá el problema de las tasas aeroportuarias, dado que tiene impacto en el negocio a medio y largo plazo.
Riesgo de sobreendeudamiento
«De cualquier manera –añade Díez, de XTB– Aena tiene problemas más relevantes a largo plazo que la congelación de las tasas en el corto plazo, como es el sobreendeudamiento, su escasa diversificación internacional y la elevada dependencia de Ryanair».
De momento, tanto Aena como el fondo británico TCI, segundo accionista de la compañía con el 7,714% del capital, por detrás del Estado a través de ENAIRE (51%), han presentado recurso contencioso-administrativo ante la Audiencia Nacional contra el acuerdo de la CNMC sobre los criterios para la modificación tarifaria a partir de 2016, ya que supone «un impacto económico acumulado sobre el valor de Aena superior a los 1.000 millones de euros».
«A mayor demora» en la resolución de estos recursos, «mayor incertidumbre. «Y a los mercados no les gusta la incertidumbre», ha destacado Díez, quien añade que la merma de valor «puede ser clara» en el caso de que Aena no tenga que bajar las tasas.
«El mercado pasará a ajustar las previsiones de beneficio y los precios deberían caer en consecuencia», ha advertido el analista. Sin embargo, fuentes del mercado calculan que estos recursos podrían estar resueltos en el plazo de tres meses a lo sumo.
Dificultades para ir de compras
Los expertos también coinciden en que si Aena se ve obligada a rebajar las tasas aeroportuarias, sus planes de crecer fuera de España podrían verse afectados en el corto plazo y destacan que el reto se encuentra en poder desarrollar su negocio a pesar de la congelación de las tasas.
«Si los ingresos de la empresa se ven reducidos tendrá más dificultades para poder realizar compras e inversiones. Eso, sumado a los excesivos niveles de endeudamiento, supondría un freno a la necesidad de diversificar geográficamente su posición», ha adelantado el analista de XTB.
En el mercado se rumorea que Aena habría estado valorando hacer algún tipo de inversión en Brasil, algo que San Félix cree que no ayudaría a la compañía debido a la recesión que atraviesa la economía brasileña y a la subida de los tipos de interés. «Es cierto que Aena genera muchísima caja. Todavía tiene mucha deuda y se tiene que desapalancar. Quizá sea un poco precipitado entrar en Brasil en este momento», ha argumentado.