La plataforma en la que se integrarán los candidatos de IU tenderá puentes con Iglesias pese a que este rechaza implicarse en su proyecto. Garzón avisa de que la intransigencia del partido morado puede provocar el “drama” de frustrar la confluencia.
Optimismo contenido. Ese es el estado de ánimo predominante entre las autodenominadas “fuerzas del cambio” ante la posibilidad de presentar una candidatura única a las generales. Los obstáculos parecían casi insalvables hasta hace poco, con Podemos decidido a vertebrar la “unidad popular” bajo su estructura y el resto de protagonistas de la confluencia reclamando un proceso abierto donde nadie tuviera preeminencia. Sin embargo, el hecho de que IU, Equo, miembros de Podemos alejados de la dirección y otros actores hayan decidido aceptar la hoja de ruta de Ahora en Común (AeC) despeja mucho el camino. La plataforma hará primarias, elaborará un programa y se presentará a las generales, dejándose “la piel” por concurrir de la mano de un Pablo Iglesias que ha rebajado sus líneas rojas tras un verano lleno de malas noticias demoscópicas.
El partido morado no participará en el proceso de AeC -sin perjuicio de que algunos militantes lo hagan a título individual-, como sí hará la IU de Alberto Garzón. Iglesias ha dicho por activa y por pasiva que su formación ya celebró primarias, tiene candidatos designados y presentará sus siglas y su logo a las elecciones. Está abierta, eso sí, a negociar alianzas por territorios, siempre que ese diálogo excluya las “sopas de siglas” a nivel estatal. Básicamente, la condición innegociable es el rechazo a una convergencia global con IU, partido que consideran amortizado, y aquí es donde ahora se abre un horizonte de entendimiento.
AeC está dispuesta a negociar con Podemos hasta el final y ni siquiera exigiría que su candidato a La Moncloa concurriera por Madrid
Con los candidatos del partido de Garzón diluidos en Ahora en Común, la posibilidad de “sopa de siglas” desaparece. Además, la plataforma asumiría una negociación bilateral pese a que Podemos haya celebrado primarias al margen de ella y ni siquiera exigirá que su candidato a La Moncloa concurra por Madrid. “Nosotros no ponemos obstáculos, buscamos el acuerdo, acabamos de hacer un llamamiento a todas las fuerzas para conformar una candidatura única y abierta y esperamos sumar al mayor número de actores posible”, explica a SABEMOS la portavoz Isabel Elbal.
Esas primarias, previstas del 2 al 6 de octubre, “no son el final del camino de la confluencia”, sino la herramienta que quiere dar respuesta “a las expectativas legítimamente creadas entre tanta gente” que se ha involucrado en Ahora en Común. Se trata de seguir impulsando la iniciativa con el único condicionante de “los plazos” que marca el calendario político y “el código ético” que elaborarán para comprometer a todos sus miembros.
La asamblea estatal que celebraron el sábado reunió a mil personas y decidió presentarse a las elecciones, si bien dejando la puerta abierta a asociarse con otras fuerzas -fundamentalmente Podemos, pero también partidos regionales como Compromís o MÈS- que rechacen ceder todo protagonismo en favor de la confluencia. Garzón abrazó la decisión al día siguiente, anunciando que se presentará a esos comicios internos. Sabedor de que Podemos no lo hará, advirtió ayer de que ese afán por querer controlar la unidad popular podría provocar el “drama” de echarla por tierra.
En @iunida queremos participar en procesos de confluencia para transformar el país. Si @ahoraencomun convoca primarias, ¡participaremos!
— Alberto Garzón (@agarzon) septiembre 13, 2015
“No se puede descartar la competencia electoral con otras fuerzas”, señaló Garzón en rueda de prensa. “Nuestra intención es concurrir con una candidatura unitaria y hacemos todo lo posible pero no se puede garantizar que lo consigamos (…) Somos muy optimistas con la posibilidad de que se pueda conseguir, más optimistas que hace unos meses, pero no hay ninguna garantía y desgraciadamente este proceso podría frustrarse”, remarcó cuando fue preguntado por los detalles de la relación con Podemos. El dirigente de IU negó que haya mantenido negociaciones directas con Iglesias, subrayó que declinó la oferta de ir en las listas del partido morado y hasta en seis ocasiones señaló la posibilidad de que la confluencia no se consiga por la intransigencia de la dirección de Iglesias.
Garzón alerta de la postura inflexible de Iglesias: «desgraciadamente este proceso podría frustrarse»
Sin embargo, el discurso de Garzón parecía obedecer más a un intento de presionar para que Podemos relaje sus exigencias que a otra cosa. De hecho, reconoció que después de las primarias seguirá luchando por la confluencia, aunque no haya nuevas primarias para designar candidato a La Moncloa y tenga que renunciar a parte del “programa de máximos” aprobado por IU, como la apuesta por “nacionalizar empresas energéticas” que con toda probabilidad Iglesias no asumiría.
Ahora en Común respeta “lo que digan los líderes políticos, es fantástico que se expresen, pero nosotros no estamos en condiciones de ir más allá de lo consensuado el sábado”. Por ello, su portavoz no valora la posibilidad de emprender una segunda fase en la confluencia, tras las primarias, y sí remarca que no habrá más que un proceso interno de elección de candidatos: “No se contempla unas segundas primarias si más adelante se avanza en el entendimiento”. Esto abre la posibilidad de que AeC y Podemos confluyan en una lista donde ambos pacten el orden final de los candidatos.
Respecto a la situación en autonomías como Galicia o Cataluña, donde la plataforma se inhibe o queda en segundo plano al entender que el proceso está bien lanzado a través de otros actores, tanto Garzón como AeC coinciden en señalar que “no tiene sentido” pilotar un proyecto ya existente con otro nombre. Ese apelativo es el de las mareas gallegas -que niegan un papel hegemónico a Podemos- o el de la Sí que es Pot catalana, donde se encuentran tanto las huestes de Iglesias como las de IU en las negociaciones para conformar candidaturas para diciembre. En Galicia las conversaciones están ya en la fase de hablar del cabeza de lista, con Xosé Manuel Beiras en las quinielas, y en Cataluña se cerró la alianza hace semanas, a falta de ultimar los detalles tras las elecciones autonómicas.