Airbnb paga fuera de España los impuestos del boom del alquiler turístico

Airbnb sólo declara un beneficio en España de 100.000 euros en 2014 por trabajos de marketing.

Como otros colosos de internet, la plataforma tributa en Irlanda por los beneficios que le generan las comisiones que cobra a inquilinos y propietarios de las viviendas. En España sólo declaró un beneficio de menos de 109.000 euros en 2014 y únicamente por servicios de marketing realizados por una filial para su matriz. La compañía reconoce que la comisión del 15% sobre el importe de los alquileres tributan en Irlanda, pero subraya que el 85% restante se queda en España en manos de los propietarios de las viviendas y pagan impuestos por esos ingresos.

Airbnb, la plataforma online líder en el alquiler de viviendas de uso turístico (líder en el mundo y líder en España), tiene en Irlanda su sede central para Europa. Y allí es donde tributa por los ingresos y los beneficios obtenidos a través de su negocio principal, que es el cobro de comisiones tanto a los propietarios de pisos como a los inquilinos que en ellas se alojan.

Otras muchas multinacionales (Apple, Google, Facebook…) han elegido también Irlanda para tributar por su actividad en el mercado europeo. Y es que Irlanda aplica un tipo en su impuesto de sociedades de sólo el 12,5 % sobre los beneficios (frente al actual 28% de España, que bajará al 25% el próximo año) y además las compañías pueden alcanzar acuerdos particulares con el Gobierno de Dublín para rebajar aún más el tipo impositivo.

En España, Airbnb sólo es una agencia de publicidad

Airbnb no paga pues impuestos en España por su negocio principal en el país, a pesar de que España es el cuarto mayor mercado de la compañía por número de anunciantes y huéspedes. La plataforma online sólo tributa en España por la actividad de marketing y promoción que desarrolla aquí, a través de su filial Airbnb Marketing Services SL (la única con sede en el país; en Barcelona, en concreto). A efectos fiscales, ni Airbnb ni ninguna otra de sus filiales tienen ninguna actividad en España más allá de esos trabajos de publicidad.

La plataforma paga impuestos sólo en Irlanda por los ingresos de su negocio principal en España, el cobro de comisiones a propietarios y a inquilinos en pleno boom del alquiler vacacional

Según las cuentas depositadas por Airbnb Marketing Services en el Registro Mercantil correspondientes a 2014, el año pasado la compañía obtuvo un beneficio de 108.852,31 euros, un 35% menos que en 2013. La filial declara unos ingresos de 2,76 millones de euros pero sólo por sus servicios de marketing y publicidad a la matriz. Nada más. De hecho, la sociedad declara que su actividad es sólo la de agencia de publicidad. Las cuentas de la compañía –de la agencia de publicidad- con sede en Barcelona reflejan el pago de 50.088 euros en concepto de impuesto de sociedades en España.

Airbnb Marketing Services subraya en su memoria que su objeto social “se limita a prestar servicios de marketing y de objetivos de mercado” y para ello es contratada por su matriz para “ayudarle a promover el Airbnb Online Marketplace, cuando así requiera de vez en cuando el cliente”. Y, de hecho, Airbnb decidió cambiar el pasado enero la denominación de su filial española “con la finalidad de evitar generar confusión en el mercado en relación con el objeto social y actividad de la compañía, que no está relacionada con la gestión de plataformas ni con la prestación de servicios online, sino, única y exclusivamente, con la prestación de servicios de marketing y análisis de mercados”.

El gran negocio pasa sólo por Irlanda

El gran negocio de Airbnb es el cobro de comisiones por el alquiler de viviendas. La compañía cobra al propietario del piso turístico una comisión del 3% del importe del alquiler y a los inquilinos les cobra otra comisión de entre el 6 y el 12% en función de la duración de la estancia. Esto es, entre un 12 y un 15% de la cantidad abonada por el alquiler queda en manos de Airbnb, pero esos ingresos (y los beneficios obtenidos una vez descontados los gastos) no tributan en el país en que se genera, en este caso España, sino sólo en -la más atractiva desde un punto de vista fiscal- Irlanda.

España es el cuarto mayor mercado del mundo para Airbnb, con 92.000 viviendas actualmente. Pero la única actividad por la que tributa la compañía en España es como agencia de publicidad

Airbnb cerró 2014 con un total de 67.800 viviendas ubicadas en España y publicadas en su plataforma para su alquiler (a finales de mayo, esa cifra había escalado hasta las 92.000, un 57% más). Pero la empresa no facilita datos agregados de su actividad como intermediario comisionista en España, esto es, datos sobre número total de huéspedes e importe total abonado por ellos. Tan sólo publica de manera intermitente datos parciales por ciudades. El año pasado publicó un informe del impacto económico generado en Barcelona y ayer mismo hizo lo propio con un informe referido a su actividad en Madrid.

Según este informe, los propietarios de las casas ubicadas en Madrid obtuvieron por su alquiler a través de Airbnb unos ingresos de 16,1 millones de euros durante 2014. Aplicando la comisión total de entre el 12 y el 15% que Airbnb aplica al importe abonado por el alquiler, la compañía habría obtenido sólo en Madrid unos ingresos de entre 2 y 2,4 millones de euros el pasado año. ¡Sólo en Madrid! Y Madrid ni siquiera es su principal fuente de negocio en el mercado nacional, con menos de un 9% de los apartamentos anunciados en toda España.

Barcelona es con mucho la principal ciudad española por volumen de negocio de Airbnb. Madrid cuenta con unas 6.000 viviendas anunciadas en la plataforma, mientras que Barcelona alcanza los 16.000 registros. Fuentes del mercado apuntan que los ingresos de Airbnb por comisiones cobradas en España durante el pasado año podrían situarse entre los 20 millones y los 25 millones de euros. Pero el grupo sólo reconoce ingresos en España por esos 2,7 millones en labores de publicidad realizadas por encargo de su propia matriz.

Los impuestos en España los pagan los propietarios

Fuentes de la compañía admiten que los ingresos por comisiones obtenidos en España tributan en Irlanda porque es allí donde tiene su sede Airbnb Inc, que es la sociedad que funciona como plataforma online de alquiler y a través de la cual se realizan las transacciones entre arrendadores y arrendatarios.

La filial española, Airbnb Marketing Services, declaró un beneficio de menos de 109.000 euros e ingresos por 2,7 millones en 2014. Los ingresos de la plataforma por comisiones en el mercado español podrían superar los 20 millones

Esto es, entre el 12 y el 15% de los importes abonados en España sólo pagan impuestos en Irlanda. Pero desde Airbnb se subraya que entre el 88 y el 85% restante sí se queda en España, en manos de los propietarios de las viviendas. Y esos dueños de los pisos turísticos sí que pagarían impuestos en el país: esos ingresos tributarían por IRPF en caso de los particulares y por IVA e impuesto de sociedades en caso de que los dueños sean empresas.

El alquiler de viviendas de uso turístico vive un auténtico boom en España en los dos últimos años al calor del aluvión de llegadas de viajeros internacionales y gracias al tirón de las plataformas online como Airbnb, Homeaway o Wimdu, que dan a la oferta de arrendamiento una difusión global. Los hoteleros españoles critican que el alquiler turístico ejerce una competencia desleal al poder ofrecer mejores precios por no tener que cumplir las normativas a las que están sujetos los alojamientos reglados y, al tiempo, señalan la actividad como un foco de económica sumergido.

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