Los dos gigantes tecnológicos se unen a otras 45 plataformas para pedir a los países de la UE que potencien la economía digital y sus nuevos modelos de negocio.
La Comisión Europea ha movido ficha y quiere abordar con todos los países miembro de la UE cómo evitar que las normativas nacionales supongan un freno a la denominada economía colaborativa, la que principalmente se desarrolla entre particulares (aunque con una empresa como intermediario). Bruselas parece convencida de que el boom de los negocios colaborativos son una oportunidad económica, de empleo y de desarrollo para el continente.
Y ahora les tocaría mover ficha a los Veintiocho, dado que sus gobiernos nacionales (o en algunos casos también los regionales) son los responsables de promover normativas que no pongan freno a los nuevos modelos de negocio y al tiempo que sean lo más armonizadas posibles en todo el continente.
Y en este contexto, los grandes de la economía colaborativa meten presión para que los Gobiernos nacionales se plieguen a las pretensiones de Bruselas y hagan realidad un marco regulatorio proclive a sus modelos de negocio. Airbnb y Uber, los dos gigantes de la economía colaborativa, han suscrito una carta abierta con otras 45 plataformas digitales (Trip4real, GoCarShare, Homestay…) en la que reclaman al Consejo Europeo que las legislaciones estatales no introduzcan obstáculos innecesarios a la economía digital. [Ver documento adjunto].
“En su estrategia para un mercado único digital, la Comisión Europea promueve una agenda europea para la economía colaborativa, incluyendo una guía sobre cómo la legislación europea regula nuestros modelos de negocio innovadores. Damos la bienvenida a la estrategia como un paso importante (…) Y también apoyamos los esfuerzos de la Comisión para buscar y eliminar los obstáculos para que un mayor mercado interno de productos y servicios”, apuntan las plataformas en su misiva.
“Con la vista puesta en la próxima reunión del Consejo Europeo de Competitividad, instamos a los Estados Miembro a apoyar estos objetivos y seguir tratando de asegurar que las leyes locales y nacionales no limiten innecesariamente el desarrollo de la economía colaborativa”, apuntan las 47 plataformas.
Y es que las compañías se reivindican como “renovadoras de las cadenas de valor al completo” y de “los métodos establecidos en la comercialización de productos y prestación de servicos”. “Esta nueva forma de trabajar sirve para hacer un mejor uso de los recursos, hacer una asignación más eficiente de la oferta y la demanda, la creación de nuevas fuentes de ingresos, la promoción de las microempresas y el trabajo flexible”.