El resultado de las elecciones catalanas ha provocado que se enciendan las luces rojas en la sede central del PP. No es sólo por el hecho de que, por primera vez desde la etapa de la UCD, los populares caen derrotados (y por goleada) en las urnas ante un partido de centro-derecha, como es Ciudadanos. Ni siquiera por el acercamiento que el PSOE mantiene con el C`s, en aras de un pacto que desbanque a Rajoy de la Moncloa. Se trata de que los sondeos internos que maneja la formación de la gaviota -elaborados tras las elecciones del 27 de septiembre- reflejan que nada menos que el 20 por ciento de su electorado en 2011 apuesta ahora por la fuerza que preside Albert Rivera.
La sangría de votos del PP a Ciudadanos ya la predijo el barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas correspondiente al pasado mes de abril. Aquella encuesta dio cuenta de la irrupción del partido de Albert Rivera, al que el CIS colocaba en la cuarta posición entre los grandes partidos nacionales, muy cerca del tercero, que era Podemos.
Según aquel sondeo de abril, el 17,7 por ciento del electorado del PP en las generales de 2011 expresaba su intención de votar a Ciudadanos en los próximos comicios legislativos. Además, el 16,7 por ciento de los votantes populares consideraba a C´s más cercano a sus propias ideas. Sumadas la intención directa de voto y la simpatía, el trasvase de votos del PP a Ciudadanos alcanzaba en abril el 19,9 por ciento del electorado tradicional de los populares.
La tendencia varió en el sondeo del pasado mes de julio, cuando los populares lograron no sólo frenar la sangría de sufragios a C´s, sino que disminuyera considerablemente. ¿El motivo? Posiblemente los acuerdos entre el PSOE andaluz y Ciudadanos, que convirtieron a Susana Díaz presidenta de la Junta.
En ese sondeo de julio, el 12 por ciento del electorado del PP en las legislativas de 2011 expresaba su intención de decantarse por Ciudadanos en los próximos comicios generales. Además, al 12.7 por ciento de los antiguos votantes del PP les gustaría que el partido ganador en la próxima cita con las urnas fuera la formación que preside Albert Rivera. Sumadas la intención directa de voto y la simpatía, el trasvase de votos se quedaba en julio el 14,7 por ciento.
Se dispara la sangría de votos tras el 27-S
El éxito de Ciudadanos y el batacazo del PP en las pasadas elecciones autonómicas en Cataluña han hecho que la tenencia vuelva cambiar. Fuentes de la sede de la calle Génova cuentan a SABEMOS que la sangría de votos se ha disparado hasta el 20 por ciento tras los comicios del 27-S.
Encuestas de los últimos días que manejan los populares dan cuenta de del crecimiento del partido de Albert Rivera tras los comicios catalanes y que dos millones de los votantes que se decantaron por el PP en 2011 piensan apostar por Ciudadanos en la cita con las urnas del próximo 20 de diciembre.
Es evidente –y así lo subrayan los barómetros del CIS y los sondeos internos de Génova- que el PP y Ciudadanos compiten por los mismos sectores ideológicos del electorado. Tanto unas encuestas como otras dejan claro que el partido de Albert Rivera le roba al PSOE una mínima parte del pastel: sólo el 3 por ciento del tradicional electorado socialista quiere pasarse a C`s.
La situación para el partido de la gaviota es inédita, pues nunca antes sus dirigentes habían tenido que competir con otro partido por el voto entre el electorado conservador, liberal y demócrata-cristiano.
Rajoy, a la caza del electorado más joven
Además, el PP también debe luchar con Ciudadanos por el sufragio de los electores más jóvenes. El barómetro que el CIS realizó en abril ofreció datos concluyentes en este sentido: El partido de Albert Rivera ganaba claramente a la formación de Rajoy entre los votantes entre los 25 y 54 años, mientras los populares se imponían en la franja de electores con mayor edad. Entre los votantes más jóvenes (de 18 a 24 años) se registraba un empate en intención de voto (8,5 por ciento)
De 25 a 34 años, Ciudadanos lograba el 12,2, frente al 7,4 del PP. De 35 a 44, la diferencia era de cinco puntos (15,2 frente a 10,2). De 45 a 54 años, la distancia era escasa: tan sólo seis décimas a favor de Ciudadanos. De 55 a 64 años, ganaba el PP por seis puntos. En cuanto a los mayores de 65 años, los populares se imponían claramente: el 25,4 al 5,4.
Los populares diseñan su estrategia para la campaña
En este escenario, los estregas de la calle Génova no paran de dar vueltas a cuál será el mejor guion para que el PP gane los próximos comicios legislativos, partiendo de la premisa de que los populares deben perder el menor número de votos a favor de Ciudadanos. De momento, según cuentan las fuentes del partido consultadas por este periódico digital, se descarta una campaña altamente agresiva contra Albert Rivera, ya que los diputados de C`s podrían ser definitivos para que Mariano Rajoy repita como principal inquilino del palacio de la Moncloa.
La hoja de ruta a seguir, como dejó claro el presidente del partido ante sus compañeros del Comité Ejecutivo Nacional, es considerar al PSOE como el gran –y único- adversario en las urnas. Hacia los socialistas –y sus posibles pactos con Podemos y otras fuerzas de la izquierda- deben apuntar todas las críticas de los populares en la próxima campaña electoral.
En cuanto a Ciudadanos, la estrategia del PP pasará por poner negro sobre blanco ante el electorado la escasa experiencia de Gobierno de Albert Rivera y los suyos, en comparación con los logros de Rajoy y su Gabinete, sobre todo en materia económica.