Ángeles Pedraza: «Iglesias nunca va a firmar un pacto contra el terrorismo»

Pedraza, en la sede de la AVT en Madrid.

• «El Gobierno de Rajoy ha traicionado a las víctimas en cuatro asuntos claves: con la doctrina Parot , con Bolinaga, con Bildu y con los exiliados vascos».
• «Nunca nos hemos reunido con Podemos. Les entregamos nuestras propuestas antes de las elecciones y ni nos respondieron».
• «La desunión entre los colectivos de víctimas es consecuencia de formas distintas de entender cómo llevar una asociación, nada más».
• «ETA y su entorno han contado en Bruselas que son separatistas de izquierdas que lucharon contra una dictadura y luego contra Gobiernos radicales. Los eurodiputados españoles no han dado una respuesta».
• «Europa se pone las pilas contra el terrorismo ahora que les afecta de cerca. Bélgica nos negó la extradición de la etarra Jáuregui porque decía que la íbamos a torturar».

Ángeles Pedraza se va. La presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), colectivo con más de 4.000 miembros y un importante protagonismo social en la España democrática, cree que ha llegado el momento de retirarse de la primera línea y “vivir”. Han sido seis años intensos (2010-2016), donde ha combatido enérgicamente la política antiterrorista del PSOE, primero, y del PP, después. La gestión de Rajoy le ha supuesto “una gran decepción”, pues cree que ha hecho lo contrario de lo que prometió y ha asumido como propia la línea de Zapatero, a quien los populares combatieron en las calles de la mano de la AVT por negociar de tú a tú con ETA.

Pedraza se considera “traicionada” por la política del PP, destacando cuatro grandes afrentas: asumir sin rechistar y con inusitada rapidez la derogación de la doctrina Parot, excarcelar al etarra Bolinaga, no promover la ilegalización de Bildu y no legislar para que los vascos exiliados por el terror puedan votar en su comunidad de origen. “Ahora sé que Rajoy nos utilizó en la etapa Zapatero”, afirma con amargura al no ver satisfechas las esperanzas que puso en él.

«Ahora sé que Rajoy nos utilizó en la etapa Zapatero»

Pese a todo, Pedraza prefiere quedarse “con lo positivo” y reivindica su labor en defensa de todas las víctimas. Habla con la llaneza de siempre, pero con un punto más de determinación, como liberándose de los corsés que inevitablemente condicionan el discurso de un agente social tan mediático. A partir de ahora, se dedicará a “otras cosas”, aunque seguirá ligada a la AVT y al nuevo presidente, Alfonso Sánchez, que tomará posesión el 16 de abril.

Tiene ganas de iniciar su nueva etapa personal, aunque es pesimista respecto al futuro de España. El ascenso de Podemos, partido que no avala la política antiterrorista del Estado, es para ella un reflejo de que durante mucho tiempo demasiadas cosas se han hecho mal. “Dan ganas de llorar”, dice cuando se le pide una opinión respecto a la consideración de preso político que Pablo Iglesias hace de Arnaldo Otegi, recientemente excarcelado. Nunca se ha entrevistado en persona con nadie de Podemos, una formación que aspira a formar parte del próximo Gobierno. Si eso ocurre, asegura Pedraza, el país “se puede destrozar”.

¿Por qué ha decidido dejar la presidencia de la AVT después de seis años al frente?

En realidad, son ocho años en la primera línea. Estuve otros dos como vicepresidenta, antes de estos seis. Y en medio de la última etapa, he tenido que hacer frente al cáncer por dos veces, cosa que me ha marcado mucho. Ahora afortunadamente estoy bien, pero creo que necesito tiempo para mí. Durante estos años me he dedicado en cuerpo y alma a la AVT, 24 horas al día, porque al no tener familia en casa me lo podía permitir y quise hacerlo. Pero ha llegado un punto en el que creo que debo hacer más cosas y, sobre todo, tener tiempo para vivir.

¿Se han cumplido las expectativas que en 2010 le llevaron a dar el paso de liderar la asociación? ¿Ha vivido quizá más sinsabores o momentos amargos de los que imaginaba?

Yo me quiero quedar solo con lo positivo. Soy una persona positiva y tengo la conciencia tranquila, sé que me he dejado la piel y lo hecho lo mejor que he sabido. Pero me llevo muchos sinsabores, efectivamente, que en cualquier caso no son los que provocan que me vaya. No me retiro por eso, y de hecho voy a seguir muy ligada a la AVT, apoyando a Alfonso y a su junta, aunque de manera más relajada, fuera de la primera línea mediática y social.  

Usted asumió la presidencia de la AVT en una época muy convulsa, con las víctimas de ETA abiertamente enfrentadas al Gobierno de Zapatero. ¿Cómo ha evolucionado esa relación con el poder en estos años?

Nosotros en la época de Zapatero hicimos nueve manifestaciones, apoyadas por el PP, contra su política antiterrorista. Que fue nefasta, por supuesto. Negociaron con ETA, pero nos lo dijeron, nos dijeron que estaban negociando porque creían que era lo mejor. Nosotros nos oponíamos y no esperábamos nada de ese Gobierno. La mayor decepción llegó con Mariano Rajoy, ahí sí que hubo expectativas que no se cumplieron. Y aquí quiero diferenciar entre el Gobierno de Rajoy y el PP, porque nuestra decepción es con Rajoy y su Ministerio del Interior. Hemos visto cómo se derogaba la doctrina Parot y no se hacía nada, al contrario, se daban mucha prisa en soltar a los etarras. Hemos visto cómo excarcelaban a Bolinaga concediéndole el tercer grado sin el cual ningún juez le podía haber dejado en libertad. No se le puede regalar a un terrorista dos años para que esté con su familia, porque a nosotros no nos dieron la opción de esperar dos años para estar con los nuestros. Las decepciones han sido muy grandes, de poco sirve que no se haya negociado con los terroristas si se ha seguido la línea del PSOE.

¿Entiende entonces que Rajoy heredó, o hizo suya, una política contra la cual había protestado en la calle?

Sí.

¿Se sienten traicionados?

Sí, totalmente. Han traicionado a las víctimas del terrorismo, no a la AVT. A las víctimas que tanto llevaron por bandera. Afortunadamente, no todo el PP ha actuado igual. Yo tengo que agradecer que en el PP hay militantes, alcaldes, el Gobierno de la Comunidad de Madrid, mucha gente que siempre nos ha apoyado. Estoy segura, porque me lo han dicho, de que no estaban de acuerdo con lo que se hacía, con determinadas decisiones. La gente del PP, las bases, yo sé que siguen con nosotros. Lo ha hecho mal el Gobierno de Rajoy.

Al subrayar que Zapatero negoció con ETA pero lo dijo, ¿está insinuando que Rajoy ha mantenido contactos con la banda sin hacerlo público?

No, no. Y además no lo creo. Cuando digo eso es porque el Partido Socialista fue honesto. Yo tuve una reunión con Rubalcaba -la única que mantuve con él- y a mí Rubalcaba no me mintió: me dijo que estaban negociando porque esa era la forma de llegar al final. Entonces yo le dije que no hacían falta más reuniones, que no estaba de acuerdo con que se negociara. Con Zapatero nunca me reuní.

¿Se lo pidió?

No, no se lo pedí. El problema es cuando confías en un Gobierno del Partido Popular y hacen lo mismo. No negocian, pero sí dejan que salgan a la calle terroristas, etc. Eso es mucho más duro porque tenías expectativas puestas en alguien que no ha respondido.

Sin embargo, desde el nacionalismo vasco, desde el abertzalismo y desde la propia ETA se dice que este Gobierno ha supuesto una involución en el llamado proceso de paz. Sostienen que no ha respondido al cese de la violencia con ningún gesto, que continúa la dispersión de los presos, etc.

Te digo lo que yo pienso como Ángeles Pedraza: el PP siguió la hoja de ruta de Zapatero, sin abrir más negociaciones. Y surgieron conflictos, como el de Bolinaga, ante el que no pensaron que se iba a formar el escándalo que se formó. Cuando vieron lo que podía pasar con estas cosas, frenaron. No han hecho lo que queríamos las víctimas ni lo que querían los etarras. Pero han tenido una actitud ambigua, poco firme, diciendo que el Código Penal dice cosas que no dice para justificar lo de Bolinaga…

Cuando ETA renunció a seguir matando, en octubre de 2011, Mariano Rajoy, aún en la oposición, celebró que tal cosa se produjera sin haber pagado «un precio político».

¿Y la derogación de la Parot qué fue? Fue el precio político.

¿Eso estaba en la mano del Gobierno? Es una sentencia del Tribunal de Estrasburgo…

Vamos a ver, nosotros llevamos años y años teniendo eurodiputados de todos los partidos políticos allí, pagándoles mucho dinero para que estén en Bruselas arreglando los problemas. Para que defiendan los intereses de España, tengan una presencia. Y no han sabido explicar qué es ETA. Con la AVT hemos ido a Bruselas y en rueda de prensa nos decían que allí nadie les había explicado que los etarras eran terroristas. Y ETA y su entorno sí se involucraron, fueron a dar clases, conferencias, a contar que eran separatistas de izquierdas que lucharon contra una dictadura y luego contra Gobiernos radicales y opresores. Los eurodiputados no han respondido diciendo que no son más que unos asesinos.

Y luego, la doctrina Parot. Se deroga para el caso de Inés del Río, los demás tenían que haberlo pedido uno a uno. Pero no: en cuestión de días, los soltaron a todos. Y yo estuve allí, en la vista de Estrasburgo, a mí no me pueden contar milongas. Y los 17 magistrados que había se sorprendieron mucho de la defensa que hizo el Abogado del Estado, que fue genial, estuvo brillante, pero le dijeron: «Entonces, ¿ustedes no quieren que se derogue la doctrina Parot?» No sabían qué era lo que queríamos para España. Pero ya que no se había hecho el trabajo antes, cuando llega ese momento hay países que no han asumido sentencias de Estrasburgo que eran perjudiciales para sus intereses de Estado. En el Reino Unido, a un violador no se le aplicó. Aquí eran 80 violadores, criminales, terroristas, de todo, los que se beneficiaban. Y se aplicó en 24 horas. El Estado español no tenía que haber aceptado eso.

¿Cree que lo hizo porque había un compromiso previo con ETA de que así sería?

Ni siquiera me he planteado eso, no he querido buscar razones. Sé que lo han hecho. Rajoy lo hizo, cuando podría no haberlo hecho. Ya hay en España otras sentencias de Estrasburgo que no se aplicaron. ¿Por qué esa sí y tan rápido? Es la primera vez en la historia del Tribunal que se aplica una sentencia sin que esté traducida. No se esperó ni a eso para sacar a Inés del Río de la cárcel. Y ese día, los ministros de Interior y de Justicia, que me citaron, me aseguraron que saldría Inés del Río pero que a los demás les costaría mucho. En diez días, estaban todos en la calle. Fue una traición y un engaño.

¿Volvió a reunirse con el Gobierno después de ese encuentro?

No. Fue la última vez.

¿Por decisión personal suya?

Sí.

Cambiando un poco el tercio y pegándonos más a la actualidad, ¿cómo encajó el comunicado de ETA tras los atentados de Bruselas, donde lamentaba que se asesinara a «simples ciudadanos»?

Yo siempre he dicho que no había que contestar a esos comunicados, lo que pasa que al final pues bueno, te llaman los periodistas y contestas. Es uno más de los que sacan siempre por estas fechas. Para mí fue muy importante esa frase de que rechazan los atentados porque mataron a “simples ciudadanos”. Primero: en España sus asesinados también eran simples ciudadanos, y muy honrados de serlo. Y segundo: ¿para ellos matar a niños, como han matado, no es matar a inocentes ciudadanos? Es de un cinismo total que además lo que hace es justificar su historial asesino. Y esas son las cosas que van calando luego en Europa: quieren dejar claro que aquí se mató a gente por política. Cuando solo han vuelto a demostrar que no se arrepienten de nada, que no quieren colaborar con la Justicia y que tienen un cinismo total.

A apuntalar ese discurso contribuyen desde las instituciones los herederos de la antigua Batasuna.

Esa ha sido otra traición del Gobierno. Nos prometieron que instarían a la ilegalización de Bildu. Como no movieron un dedo, presentamos desde la AVT tanto al PP como al Fiscal General del Estado hasta 103 indicios documentados que podían valer para pedir la ilegalización. Lo guardaron en un cajón. Ahora, cuando desde el PP alguien me pregunta qué me parece lo que está ocurriendo en Navarra, que está gobernando Bildu, les digo que el problema es que se lo han permitido ellos y su mayoría absoluta.

¿La derogación de la Parot, la excarcelación de Bolinaga y la no ilegalización de Bildu son las tres grandes traiciones que le achaca al Gobierno del PP?

Y otra más. El ministro del Interior prometió, como tantas otras cosas, que los vascos que habían tenido que salir exiliados podrían votar en su comunidad de origen. Tampoco lo han cumplido. Y si hubieran podido votar los más de 200.000 vascos que tuvieron que irse por culpa de ETA, no se darían los resultados que se dan. Y luego casos como el de Bolinaga ha habido más, por lo menos otros tres o cuatro etarras que se han ido a casa con un cuento…

También se fue a casa recientemente Otegi. ¿Qué le parece que el líder de Podemos lo celebrara y afirmara que estaba preso «por sus ideas»?

Es muy triste y muy deleznable. Pero vuelvo a repetir lo mismo: de aquellos polvos, estos lodos. Al PP se le han ido muchos votos por cosas que no ha cumplido. Si hubiera hecho las cosas bien, hubiera sacado mejor resultado en diciembre. Podemos ha surgido, como Ciudadanos, porque mucha gente estaba descontenta con los dos grandes. La culpa es de ellos. Rajoy lo ha hecho muy bien en economía, pero descuidó todo lo demás. Se ha olvidado de los principios y los valores, que es por lo que mucha gente votaba al PP. Y así nos vemos como nos vemos, que puede llegar a gobernar alguien como Pablo Iglesias.

¿Han tenido algún encuentro con él o con alguien de Podemos?

No. ¿Cómo me voy a reunir con alguien que cuando sale Otegi de la cárcel dice que sale un demócrata? Lo que sí hicimos, antes de las elecciones, es pedir una reunión con todos los partidos para llevarles nuestras propuestas. También a Podemos. Ni siquiera nos contestaron.

¿Qué siente cuando ve que puede gobernar España un partido que considera a Otegi un preso político?

Dan ganas de llorar. Porque esto ya no es política, no es que gobiernen los de izquierdas o los de derechas y tú seas de otro partido. Se trata de que ha habido 50 años de terrorismo, casi mil asesinados, miles de heridos, de vidas rotas, de familias desestructuradas… Para que ahora gobiernen los que están de acuerdo con los terroristas. Es muy triste.

¿Ha notado un deterioro en el amparo, la ayuda o la atención de los poderes públicos a la asociación desde que ETA dejó de matar?

Sí. Y lo peor es que cuando dices algo que no gusta, te vetan. Yo dije que no aprobaba lo que hacía el Ministerio del Interior y cuando se presentó en su sede Relatos de plomo, libro que se editó con la ayuda del Gobierno navarro, yo me enteré al día siguiente. Fueron todas las asociaciones menos la AVT, la mayoritaria y más antigua, la que más ha luchado contra los terroristas, porque habíamos criticado al ministro. Eso no se puede hacer. Le puede gustar o no lo que decimos, podemos llevar o no razón, pero estamos aquí para luchar contra cualquiera que no haga lo que creemos que se debe hacer. Porque no nos debemos a nadie. No pueden sacar nueve manifestaciones contra Zapatero y luego, cuando criticas algo que hacen ellos, vetarte. Eso no lo hizo nunca Rubalcaba, con todo lo que nos opusimos a su política, jamás nos vetó.

¿Cree que el PP utilizó a las víctimas en la etapa Zapatero?

Sí, ahora estoy segura. Antes ni siquiera me lo planteaba, no cuestionaba que cada vez que quisieran salir a la calle contra Zapatero se llamara a la AVT para que convocara. Y detrás ya iban todos. Nosotros criticábamos la política antiterrorista del PSOE, pero en las marchas se aprovechaba para criticar sobre todo. Que no digo que no tuvieran razón, pero no vi ninguna otra manifestación si no la encabezaba la AVT. Ahora te das cuenta de que sí, nos utilizaron.

En no pocas ocasiones se ha percibido mucha desunión entre las víctimas, tanto entre las de ETA como entre las del 11M. ¿Por qué sucede esto? ¿No deberían estar todas unidas?

No es desunión entre un colectivo y otro, yo misma soy víctima del 11M y no de ETA. No se trata de eso. Es que cada uno tiene unas ideas políticas, una ideología diferente. Hacer un homenaje el 11M para mí es lo que hacemos en el Retiro, y no mezclar cosas. A otra presidenta puede no gustarle eso y hacerlo con otro tipo de políticos o instituciones diferentes. Cada una piensa de una forma y hace la defensa de las víctimas como cree conveniente. Que estemos juntas quizá es forzar la situación. Todas merecemos el mismo respeto, no se puede obligar a que todas pensemos igual. La foto juntas es algo ficticio, y eso que fuera nos llevamos muy bien. Pero no compartimos la forma de cómo llevar una asociación, nada más.

Ahora, la principal amenaza que tiene España, y la civilización occidental en general, es el terrorismo yihadista. ¿Qué le parece cómo se está combatiendo? Tanto en España como en Europa se ven fisuras, falta de consenso sobre cómo abordarlo.

Es que nadie se pone las pilas hasta que no le toca, por desgracia. Aquí ocurrió el 11M y no vi a ningún mandatario de Europa en la manifestación. No vino nadie. A París el año pasado ya sí fueron todos los presidentes de la UE. Europa pensó que nunca le iba a tocar. Bélgica ahora se está dando cuenta, ellos mismos han reconocido sus negligencias antiterroristas. Pero cuando pedimos la extradición de la etarra Jáuregui, Bruselas nos dijo que no porque en España había leyes especiales contra los terroristas en virtud de las cuales los torturábamos. Pensaban que la íbamos a torturar. Así estábamos.

Tampoco en España hay unidad de criterio al respecto. Podemos no firma el Pacto Antiyihadista.

Creo que tenemos las mejores fuerzas y cuerpos de seguridad del mundo, porque por desgracia llevamos más de 50 años con terrorismo. A fuerza de asesinatos y terror, hemos tenido que aprender y eso se nota, se está haciendo muy bien. Y a mí me da igual que Pablo Iglesias no esté en el pacto antiterrorista, tampoco se le espera. Lo que no consentiría es que esté de observador. Aquí no valen observadores, como tampoco los mediadores que traen los etarras. Si quiere estar en el pacto, que esté. Si no, fuera. No se puede estar solo para cotillear, no caben las ambigüedades: hay que decir si se está con las víctimas y con la ley o se está con los terroristas.

Dice que le da igual que no esté en el pacto, pero Podemos es la tercera fuerza política de España, con 5 millones de votos. Que quede fuera de la política antiterrorista no parece un asunto menor…

Es que casi prefiero que estén fuera, porque si estuvieran dentro estarían apoyando a terroristas. Ellos nunca van a firmar el pacto antiterrorista. Jamás. Porque ellos apoyan a terroristas. Apoyan a Otegi, se presentan junto a Bildu en Navarra… Lo que no quieren es quedar en evidencia y entonces van como observadores, pero tienen claro con quién están. ¿Para qué lo van a firmar si luego cada día están a favor de los terroristas?

¿Le preocupa que Podemos acabe entrando en el Gobierno de España?

Yo me pararía a pensar qué hemos hecho mal para llegar a este punto. Qué han hecho mal los políticos que han gobernado hasta ahora para que surja una fuerza como esta, que puede destrozar a España.

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