Con la fanfarria mediática que corresponde a los nuevos tiempos, la comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager; y el CEO de Apple, Tim Cook, están en medio de un cruce de declaraciones bastante subido de tono mediante entrevistas a los medios y ruedas de prensa.
Cook ha manifestado que la decisión tomada por la UE sobre Apple y la sanción por no tributar correctamente en Irlanda es “basura política”. La respuesta de Vestager ha sido contundente al precisar que “la aplicación de las normas de competencia de la Unión Europea no casan con ninguna política concreta, sino que sencillamente sigue los tratados comunitarios”.
Pese a todo, la comisaria de Competencia ha querido terminar con tono conciliador su comparecencia pública de este jueves. En concreto, ha señalado que también está dispuesta a reunirse con Cook en su próximo viaje a Washington, «porque es muy importante dialogar».
Aunque ese diálogo no será sencillo. Sobre todo tras las palabras poco cariñosas del CEO de Apple. En una entrevista con el diario ‘Irish Independet’, al margen de hablar de esa “basura polítca”, Cook ha asegurado que, a pesar de todo, ellos seguirán con sus planes previstos en Europa. En la entrevista, de forma un tanto empecinada, mantiene que ellos no han hecho nada mal y que, por lo tanto, su intención es seguir.
El tono de la entrevista se vuelve más duro cuando afirma que Bruselas no sabe ni de dónde han sacado esas cifras del 0,005% que dicen tributar. Es más, asegura que en alguno de esos años Apple ha sido una de las compañías que más ha tributado en Irlanda.
Bruselas convencida de hacer lo correcto
Pese a las duras palabras del jefe de Apple, desde la CE no pierden la compostura ni el tono de convencimiento. Así, ante la entrevista de Cook, mantiene que “no, esta es una decisión basada en los hechos del caso, analizando cómo está organizada Apple Sales International en Irlanda, los beneficios que se registran allí y como tributaban», aseguró Vestager en una rueda de prensa.
Así, Bruselas rechaza las afirmaciones de la «basura política» y de estar fundamentada en cálculos incorrectos. La política danesa recalcó, además, que los cálculos sobre los que Bruselas ha calculado el importe -los 13.000 millones más intereses- que el gigante tecnológico deberá devolver a Dublín se basan en el hecho de que se benefició de una baja tasa efectiva aplicada a los beneficios de Apple, que llegó a reducirse al 0,005 % en 2014.
La Comisión ha llegado a esta conclusión, que dijo que es «precisa», tras analizar los datos aportados a su investigación por la propia Apple. Vestager defende la necesidad de que haya una mayor transparencia sobre la cantidad de impuestos que pagan las multinacionales en cada país europeo, de modo que sea más fácil detectar estructuras como la utilizada por Apple para derivar los beneficios generados en toda la UE a Irlanda.
«Esto haría que cualquier tipo de misterio desaparezca. Y espero que la propuesta legislativa de la Comisión Europea en este sentido se apruebe y sea aplicada cuanto antes».
Recordó que, no obstante, la investigación de la Comisión no entra a cuestionar la transferencia de los beneficios a Irlanda, aunque sí ha recomendado a otros países que se basen en la decisión de Bruselas para decidir si quieren o no reclamar los impuestos no pagados sobre los beneficios generados en su territorio.
Vestager añadió que ella hubiera preferido publicar ya la versión no confidencial de la decisión, donde se incluyen los detalles de la investigación, pero indicó que «la pelota está ahora en manos de Apple e Irlanda», con los que la CE tiene que acordar qué datos de la misma se mantienen sin publicar.
«Espero que ambos sean abiertos y tan cooperativos como sea posible para poder publicar la decisión tan rápido como sea posible», dijo.