Arqueología del deporte

‘Conexión Vintage’

‘Conexión Vintage’ cierra hoy en Teledeporte (23.15) su tercera temporada con un Atlético-Athletic de 1967. Como si de una “mina de oro” se tratara, el programa dirigido por Paco Grande rescata documentos históricos del archivo de Televisión Española.

Casi 120 programas después de su estreno en 2012, ‘Conexión vintage’ se ha ganado la etiqueta de programa de culto. Al menos eso le dicen de vez en cuando a su director, Paco Grande, que se lo toma con ironía: “De culto eran los cines Alphaville de Madrid, y no iba nadie porque no dejaban comer palomitas”. Etiquetas al margen, la audiencia y los trending topics dan fe de que una comunidad fiel acompaña a este espacio, que recupera de forma monográfica documentos históricos del deporte español. Grande no sabe explicar por qué funciona y, desde luego, es consciente de que él no ha inventado nada. Sin salir de TVE cita precedentes como ‘El álbum’ (1994), dentro del clásico ‘Estudio Estadio’ o ‘Memoria deportiva’ (1998), en los inicios de Teledeporte.

‘Conexión vintage’ nace de un “cataclismo”, por emplear su misma expresión. A finales de 2011, Grande fue a dar una charla a unos alumnos de Periodismo sin pensar que sus opiniones, críticas con algunos profesionales de TVE, iban a trascender los muros de la Universidad Complutense. Así que él, que era el editor general de la casa en materia de deportes, fue expedientado y se quedó “en blanco”. Regresó a la pantalla meses después con unas piececitas breves, de apenas tres minutos, con momentos históricos. Si recordaba la mítica jugada entre Rifé, Amancio y Velázquez, se iba al archivo a ver si estaba… ¡Y estaba! Pensó que, si a él le gustaba, ¿por qué no a los demás? “Desde el principio vi que, lejos de ser una caspa, funcionaba. Y cada día emitíamos más”. Ernest Riveras, entonces jefe de deportes, le preguntó si podría convertirlo en un programa de media hora. Grande, al estilo de Julio Camba (“Discúlpeme, no he tenido tiempo para hacerlo más breve”), le dijo que eso era más fácil.

Grande da la razón a sus pocos críticos: ni hay guion ni quiere que lo haya

“Se juntó todo: mi situación partiendo de cero, mi experiencia, mi vocación, los antecedentes, las sugerencias…”, recuerda. Y por supuesto, la riqueza del archivo de TVE, al que admite que no tenía mucha fe: “Sabía que era inmenso pero lo veía desordenado. Y resulta que el que estaba perdido era yo”. Tras su digitalización, “está todo perfectamente regulado, documentado y catalogado. Si el archivo de TVE es una mina de oro, estoy en el primer nivel de exploración”. Para profundizar le haría falta un equipo. A veces la documentación le puede y le obliga a poner el foco en un solo acontecimiento o personaje. “Con mucha paciencia, voy espigando, metiendo todo en la trituradora, puliendo los documentos y la historia, con la que hay que ser riguroso”.

La filosofía del programa es respetar el documento del archivo e intentar verlo de forma original. Las escasas críticas que ha recibido el programa van en esa dirección, y Grande reconoce que algo de razón tienen: “Dicen que no hay guion, preparación, elaboración… No los hay porque no busco eso; lo que hay es un gran trabajo de búsqueda documental”. Y la voluntad de respetar el trabajo que los profesionales de TVE hicieron décadas atrás: “Mi voz y mi imagen no pintan nada. Yo soy como una máquina de grúa: cojo el archivo y lo pongo ahi. Le doy un poco de orden y, si tengo que complementar, salgo en pantalla, pero no tengo que reelaborar la historia. Es como si delimitas una zona arqueológica, encuentras una escultura romana y te sale sin brazos y sin piernas. ¡Pues sin brazos y sin piernas! Hay que respetar ese trabajo que hicieron los compañeros. No voy a ir yo de listillo”.

“Cuanto más antigua y cutre es la imagen, más te dicen que está fenomenal”

A través de Twitter, Grande recibe cientos de sugerencias de aficionados que le piden un ‘vintage’ de su equipo o de su ídolo: “Me piden que haga la historia de un personaje: dónde nació, dónde jugó… Pero muchas veces eso ya está contado en libros o en lenguaje audiovisual. Lo que hago, y me facilita mucho el montaje, es tener los documentos e irlos enlazando por el placer de disfrutarlos”. Y vale todo, sin mirar demasiado por el color, el diafragma, el salto de eje… “Cuanto más antigua y cutre sea la imagen, más te dicen que está fenomenal”.

Grande cree “sin ninguna duda” que el archivo de TVE debería estar protegido como patrimonio cultural nacional. Le gusta que su programa transmita que se puede dar utilidad a la televisión pública, en este caso para contar la historia del deporte, un campo en el que la memoria es fragilísima: “Ya ni nos acordamos de lo que pasó hace un año porque estamos en un periodismo de vender”, lamenta. “Vivimos demasiado de la agenda del día y las historias se nos están escapando por todos los sitios”.Se considera miembro de una generación de profesionales atrapada entre dos aguas: “Los más veteranos se han ido y en la redacción no ha quedado su poso. Han entrado jóvenes que no conocen estas historias y vienen con la cultura de la opinión”. Trabajar en el pasado le ayuda a relativizar el presente: “Ves la cantidad de cosas que ya han pasado antes y te ríes de todo. Tanto como se ha hablado de la salida de Iker Casillas y dentro de poco será humo, como pasó con la de Di Stéfano”.

Y aunque está cómodo donde está, cree que TVE debería “mimar el programa” y dejarle asomarse a La 1 o La 2 al menos una vez al mes, con los temas más mediáticos: fútbol, boxeo, ciclismo y motor funcionan siempre, especialmente con documentos de los ochenta y, sobre todo, los setenta. Otros temas, siendo realistas, deberán seguir en Teledeporte: “Acabaré haciendo un vintage de esgrima, aunque se vea poco. Y tengo a medias uno de pelota vasca que es una maravilla”.

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