Las fuerzas secesionistas, con mayoría de escaños pero no de votos, empiezan a desbrozar el camino que conduce a la independencia. La CUP abrió anoche su conferencia política anunciado la apertura de un proceso constituyente hacia la república catalana. El presidente de la Generalitat, genuflexo ante los antisistema, prometió dar el primer paso de inmediato: una declaración pública que abra la vía a la separación plena. En cuanto a la investidura, la CUP sigue escondiendo sus cartas. Eso sí, Raúl Romeva, presente en la conferencia, fue recibido al grito de president .
Lo ocurrido durante la jornada de ayer en Cataluña deja bien a las claras que Artur Mas baila al son que le marcan los antisistema de la CUP. Horas ante de que ese partido de la izquierda radical abriese su conferencia política, el presidente catalán en funciones anunció que el Parlament y el Govern que salga de él harán pronto una declaración pública anunciando el principio de un proceso político que culminará en la independencia plena.
Según dijo Artur Mas, la declaración será enviada a las autoridades españolas y europeas -así como a instituciones internacionales-, para dejar claro que el proceso ha empezado y para reafirmar su compromiso con la negociación y con el objetivo de conseguir una transición gradual y ordenada que no afecte a ninguna de las partes.
Eso sí, el aún president aseguró que los independentistas no buscan ninguna ruptura abrupta en el futuro inmediato, sino que han fijado un periodo de alrededor de 18 meses para poner en marcha una desconexión medida y progresiva.
Tras estas declaraciones de Artur Mas, la CUP se apresuró a anunciar en su conferencia política la apertura del proceso constituyente hacia la república catalana. “No habrá Gobierno autonómico, habrá un Gobierno hacia la República catalana”, dijo la diputada electa Anna Gabriel. Para la CUP el próximo Ejecutivo catalán debe tener la función de proclamar la independencia y aplicar un plan de choque social.
“De lo que se trata es de construir una república”
Sin dar detalles sobre su posición en el debate de investidura, Gabriel apuntó que ahora lo importante es determinar qué se quiere hacer, cómo y cuándo. “El quién solo puede llegar después. Fiamos el acuerdo a su contenido, no a una persona”, recalcó la número dos de la lista de la CUP.
Según Gabriel, tras las elecciones autonómicas empezó una etapa nueva, que ya no es de gobierno autonómico, sino de construir una república, “puesto que el 27-S ganó una mayoría favorable a la independencia y la clave pasa por encima de partidos y de salidas personales”.
Minutos antes de que hablase esa diputada electa, el cabeza de la lista de Junts pel Sí, Raül Romeva, era recibido al grito de president por una parte del público que acudió a la Universidad Pompeu Fabra para escuchar la conferencia política. En las primeras filas del auditorio se pudo ver, además de Romeva, a miembros de la candidatura de Junts pel Sí, como el cantante Lluís Llach, Jordi Turull (CDC), Oriol Amorós (ERC) y David Companyón (EUiA).
Por su parte, el también diputado electo Benet Salellas recalcó durante la conferencia una condición para que la CUP se implique en la futura gobernabilidad de Cataluña: “No obedeceremos ninguna otra decisión del Tribunal Constitucional. Tenemos que declarar institucionalmente la absoluta incompetencia del TC, porque su presidente es militante del Partido Popular”.
Los antisistema rechazan cargos en el Govern
Mientras tanto, Josep Manuel Busqueta, otro de los portavoces de la CUP, se encargó de dejar claro que Junts pel Sí es la única formación que debe formar gobierno en Cataluña, para tirar adelante un proceso soberanista en el que no sobra nadie, ni siquiera el actual presidente de la Generalitat.
Además, Busqueta anunció que su candidatura rechaza cargos en el nuevo Govern catalán. “No queremos puestos ni privilegios de ningún tipo”, señaló ante las informaciones que apuntaban que la CUP había pedido determinadas consejerías a cambio de dar su apoyo a Artur Mas.
Por último, el número uno de la lista, Antonio Baños, subrayó que el nuevo Parlamento debe ser rupturista: “Diga lo que diga la legalidad española el Parlamento tendrá que convertirse en una asamblea constituyente”.