Así es el gigante chino que quiere controlar el turismo español

Un avión de la flota de Hainan Airlines, la compañía de la que surgió el holding HNA Group.

HNA Group es un mastodonte empresarial con más de una docena de aerolíneas, aeropuertos, casi un centenar de hoteles, inmobiliarias, logística, inversiones financieras… y con unos ingresos anuales de más de 23.000 millones de euros. Hace unos años el gigante salió de compras para conquistar el mundo. Y España es una de sus grandes paradas. Es ya el principal accionista de NH Hotel Group, y ahora ultima su irrupción en el capital del grupo Globalia.

El 2 de mayo de 1993 despegaba desde Haikou, la capital de la provincia isleña de Hainan, hacia Pekín el primer vuelo de una minúscula aerolínea regional. De esa compañía, fundada por un antiguo funcionario de la Aviación Civil china y nacida en la región menos industrializada del gigante asiático, apenas podía esperarse que fuera una más de la legión de pequeñas aerolíneas locales. Pero no.

Esa aerolínea, Hainan Airlines, fue la primera compañía china en firmar una joint venture con el rey de las finanzas George Soros en 1995, fue la primera compañía de este país en volar con un avión del fabricante estadounidense Boeing en 1998; en 1999 se estrenó en la bolsa de Shanghai; en 2004 se atrevió con su primera ruta intercontinental, con vuelos directos entre Pekín y Budapest… Y esa compañía que hace veinte años era minúscula hoy es la cuarta mayor aerolínea de China, sólo por detrás de los tres gigantes aéreos de titularidad estatal (China Southern, China Eastern y Air China).

Pero es que esa aerolínea fue, además, sólo la primera semilla de un enorme conglomerado empresarial con negocios de todo ámbito ha logrado erigirse en uno de los mayores grupos privados de China y que tras más de dos décadas sigue comandado por Chen Feng, ese antiguo funcionario de la Aviación Civil china que hoy se mantiene como principal ejecutivo.

Un gigante opaco

Hainan Airlines fue sólo el primer paso de lo que hoy es HNA Group, un mastodonte con docenas de empresas bajo su paraguas, que presume de dar empleo a 110.000 personas en todo el mundo, de tener activos por valor de 500.000 millones de yuanes (unos 70.200 millones de euros) y de haber superado en 2014 los 25.646 millones de dólares de facturación (unos 23.400 millones de euros), lo que le ha permitido entrar en el Top 100 de las compañías chinas y en el ranking de Fortune de las 500 mayores compañías del planeta.

Los datos, los únicos que se conocen, son los que facilita la propia HNA a través de su web. Y fuera de ese ámbito tan acotado, casi todo se vuelve opaco. El gigante empresarial no cotiza en bolsa –sólo lo hacen una decena de sus filiales, en Shanghai y Shenzhen principalmente-, así que el grupo facilita con cuentagotas cifras agregadas, y no son contrastables. Se conoce pues un dato conjunto de facturación (del que hay que fiarse casi a ciegas), pero de beneficio del holding, nada de nada; y de la estructura financiera y de poder de la legión de filiales, bastante poco.

Chen Feng, fundador y presidente de HNA Group. FOTO: Flickr | WTTC.

Veinte años después, Chen Feng se sienta en la cima de un imperio. A Hainan Airlines le acompañan hoy otra docena larga de aerolíneas en la división aérea HNA Aviation (Gran China, Air, Tianjin Airlines, Capital Airlines, Deer Jet, Lucky Air, West Air, UrumqiAir, Funzhou Airlines, My Cargo, Africa World Airlines y tiene participaciones en la francesa Airgle Azur y la brasileña Azul).

Y bajo el manto de HNA también se encuentran casi un centenar de hoteles de la cadena Tangla, 15 aeropuertos gestionados por su filial Meilan, touroperadores turísticos y participaciones en agencias de viajes online, constructoras, inmobiliarias, más de 250 centros comerciales, un miniimperio de la logística internacional con servicios de transporte marítimo tanto de mercancía como de pasajeros, que ofrece servicios financieros a través de HNA Capital y que incluso tiene un conglomerado de productoras de cine y televisión y de distribución cultural.

Conquistar el mundo

Se diría que desde hace un lustro a HNA Group, además, la enorme China se le ha quedado pequeña. El Gobierno chino pidió a sus empresas a principios de la década que buscaran oportunidades para crecer en el exterior. Y mientras otras compañías chinas se han mostrado pacatas o no han encontrado la manera de sortear algunos dejes proteccionistas, HNA ha demostrado su voracidad y se ha lanzado a conquistar el mundo a base de compras de empresas.

HNA ha ido creciendo fuera de China a golpe de talonario con absorciones, compra de participaciones accionariales significativas, joint ventures y otras fórmulas desde 2011, en el marco de su proyecto estratégico de internacionalización, denominado Going Global. En esa andadura, el grupo ha realizado algunas de las mayores operaciones corporativas de compañías chinas en el exterior, como la compra la filial de General Electric de alquiler de contenedores SeaCo por 1.000 millones de dólares en 2011 o la del grupo de handling aeroportuario Swissport por más de 2.500 millones de euros en 2015 (que estuvo en manos de la Ferrovial hasta 2011, pero desde entonces y hasta ahora estaba controlada por el fondo PAI).

Y en los últimos meses HNA también ha comprado un 20% del grupo de leasing aéreo Avolon por 429 millones de dólares, y un 23,7% de la aerolínea brasileña Azul por 450 millones de dólares, y el edificio que es sede de la agencia Reuters en pleno distrito financiero de Londres por más de 200 millones de libras, y ha sellado una alianza con el grupo francés Pierre & Vacances para construir complejos turísticos en Asia con inversiones previstas de más de 1.000 millones y que supone su entrada en el capital de la compañía gala con un 10%. Y, y, y…

Cartel promocional de HNA Group. FOTO: HNA Group.

Desde el propio grupo no se oculta que la crisis y los problemas financieros por los que atravesaban las empresas occidentales le han permitido encontrar compras a precios más que atractivos en los últimos años. Precios baratos para seguir creciendo, aunque la prioridad es siempre encontrar compañías que ya estén bien gestionadas y que puedan ofrecer know how, no sólo activos de saldo.

Según desveló el propio Chen Feng en uno de sus escasos encuentros con la prensa, los planes de HNA a través de Going Global pasan por disparar el peso que tiene en las cuentas del grupo el negocio procedente fuera de China. En 2013 el grupo sólo concentraba el 10% de sus ventas y de sus activos en el extranjero, y su objetivo es elevar el peso de los negocios internacionales hasta el 30 o el 40% del total de ingresos y activos del conglomerado a medio plazo (en algún momento de entre 2018 y 2023).

Otras grandes operaciones se han quedado en intentona. Los intentos de Chen Feng de ponerse al frente de un gigante hotelero pudieron tomar forma a través de su interés por participar en la puja por Starwood (dueña de las marcas Westin, W, St. Regis y Sheraton), pero se impuso a todos los competidores con una oferta rápida el grupo Marriott por 12.200 millones de dólares. Y ahora HNA negocia la adquisición del grupo Carlson Rezidor, que cuenta con más de 1.000 hoteles repartidos por todo el mundo y que le haría escalar por la vía rápida en el ránking mundial de compañías hoteleras.

De momento, la gran victoria en el negocio hotelero de HNA es la misma que supuso su desembarco por la puerta grande en el mercado español.

NH primera parada en España

En el marco de ese plan de ser global, HNA aterrizó en España en 2013 y lo hizo con su entrada en el capital de NH Hoteles, la segunda mayor hotelera del país. Ahora busca apuntalar su presencia en el mercado español con la irrupción en el capital del mayor grupo turístico del país, Globalia, en el que ultima su entrada con aparentemente un 44% del capital. Y también se le ha vinculado con un intento de tomar casi la mitad del capital del RCD Espanyol, y en la puja del aeropuerto de Ciudad Real, y en los mentideros del sector se deslizó su pretensión de participar en la ampliación de capital para entrar en el grupo OHL.

Rodrigo Echenique, expresidente de NH, y Chen Feng, presidente de HNA. FOTO: NH Hotel Group.

La operación para entrar en el capital de NH hizo honor al sambenito (aparentemente justificado, dado el relato de tantos ejecutivos que lo han sufrido) de que las negociaciones con empresarios chinos se alargan, se alargan mucho. NH, acuciada por una enorme deuda y ahogada en números rojos, anunció en mayo de 2011 el acuerdo para la entrada de HNA mediante una ampliación de capital a través de la que tomaría un 20% y aportaría 432 millones de euros. Meses después, para salvar una operación encallada, el precio por esa misma participación se rebajó a 330 millones por la fuerte caída en bolsa de la cadena. Y en diciembre de 2011 ambas partes dieron por roto el acuerdo y se paralizó la entrada del grupo chino.

Las negociaciones se retomaron y no fue hasta abril de 2013 hasta que no hubo un acuerdo definitivo. HNA compraba un 20% de NH Hotel Group mediante una ampliación de capital a cambio de 234 millones (casi la mitad que el precio de dos años antes). Desde entonces, el grupo chino fue ampliando su participación mediante la compra de la participación que mantenía Amancio Ortega y la del banco italiano Intesa Sanpaolo, hasta convertirse en el mayor accionista del grupo hotelero con un 29,5%.

HNA intentó tomar el control casi total de la cadena española –y sin lanzar una opa que compensara al resto de accionistas- reduciendo el número de miembros del consejo de administración y cerrando la puerta al órgano de los fondos de inversión. La guerra entre accionistas se apagó y hubo acuerdo para dar entrada a los fondos en el consejo y, con la salida de la presidencia de Rodrigo Echenique –hombre fuerte del Santander, que también salió de la compañía-, HNA y Hesperia (con un 9% del capital) se han repartido el poder con la primera copresidencia en la historia del grupo hotelero.

NH, tras una profunda reestructuración (casi reinvención), se dispone a obtener en 2015 dejar atrás las pérdidas desde 2007 y repartir dividendos por primera vez en siete años. Está por ver si, en caso de que HNA consigue cerrar la compra de Carlson Rezidor, acaba habiendo una fusión a lo grande para NH con el grupo internacional.

Recta final para entrar en Globalia

El segundo gran movimiento de HNA en el mercado español podría cerrarse en breve. Las conversaciones vienen de largo. De muy largo. Y ahora el gigante chino HNA ultima su entrada en el accionariado de Globalia, el mayor grupo turístico español, que integra Air Europa, Halcón Viajes, los hoteles Be Live o Travelplan. El grupo oriental tomará una participación de entre el 44 y el 48%, en una operación que fuentes del mercado estiman que podría ascender a más de 600 millones de euros.

Juan José Hidalgo, presidente del grupo Globalia, la próxima parada de HNA en España. FOTO: Máximo García.

La compañía china se quedaría con las participaciones de prácticamente todos los actuales socios de la compañía. Con todas, menos la del propio Juan José Hidalgo, presidente y fundador de Globalia, que mantendría su posición mayoritaria y seguiría controlando el 51,6% del capital hoy en sus manos. En el accionariado también están presentes su hermano Juan Antonio, un 9,1%; su esposa, Avelina Gutiérrez, un 5%; sus hijas, María José y Cristina, un 5,14% cada una. En total, la familia Hidalgo suma casi un 76% del accionariado del grupo. Banco Popular cuenta con un 9,9%; Unicaja, con un 7%; Abel Matutes controla el 5,14% que antes pertenecía al otro hijo del presidente, Javier; y el 2% restante está en manos de la Fundación Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno.

Globalia encargó hace casi dos años banco de inversión N+1 la búsqueda de un socio estratégico que tomara una participación significativa de Globalia y la preparación de la salida a bolsa del grupo. Los planes pasaban inicialmente por que un nuevo accionista compre las participaciones de los socios minoritarios para posteriormente sacar una parte a cotización en bolsa. Y fuentes de Globalia insisten en que la intención de salir a bolsa continúa y que es compartida por HNA.

Las oportunidades que ofrece la unión de Globalia al gigante oriental son más que atractivas. HNA, con su enorme conglomerado de aerolíneas, podría utilizar el mercado español (con Air Europa como estandarte) como puente para extender sus conexiones desde Asia hacia Latinoamérica y África (uno de los sueños estratégicos de Chen). Y el afianzamiento del conglomerado chino en el capital de un gran grupo turístico español podría servir para elevar los flujos de viajeros asiáticos hacia España (uno de los sueños estratégicos del sector turístico nacional en conjunto).

La operación con la que el grupo chino HNA tendría un peso crucial en el mayor grupo turístico español (en los mentideros del sector se habla incluso de derecho de veto) parece inminente. Y eso después de semanas en que los problemas por la pérdida de la parte más atractiva de los viajes del Imserso y los problemas judiciales de la cúpula de Air Europa llegaron a poner en peligro la compra. Desde fuentes próximas a la operación se llegó a filtrar hace unos días que quedaría definitivamente atada cuando el holding de Chen Feng realizara un depósito bancario para activarla. Unos días. Parece. Unos días. Aunque las negociaciones con ejecutivos chinos, según el extendido lugar común, siempre son susceptibles de extenderse. Veremos.

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