Un hombre de 26 años fue arrestado en Japón por asesinar al menos a 19 personas y herir a otras 25 en el centro para discapacitados Tsukui Yamayuri-en, en la prefectura de Kanagawa.
La Policía señaló que el hombre bajo custodia es el antiguo trabajador del centro Satoshi Uematsu, de 26 años.
Según señalan los medios nipones, tras entregarse a las autoridades el sospechoso afirmó que «sería mejor si los discapacitados desaparecieran». Al parecer, el presunto asesino se presentó ante la Policía con una bolsa cargada de cuchillos y herramientas afiladas, algunas de ellas cubiertas de sangre.
El centro de día ofrece asistencia a personas con discapacidad y contaba con una clínica, una piscina y un gimnasio. El gobernador de la prefectura, Yuji Kuroiwa, ofreció en rueda de prensa sus más sinceras condolencias y una disculpa a las víctimas y sus familias, ya que la prefectura estaba a cargo de las instalaciones.
Un oficial de la prefectura explicó que Uematsu trabajó en el centro entre diciembre de 2012 y el pasado mes de febrero. A fecha de abril, el centro tenía 149 residentes de entre 19 y 75 años, con 40 de ellos por encima de los 60 años. El centro está situado a 50 kilómetros del centro de Tokio.
Una treintena de camiones de bomberos y asistencia sanitaria acudieron al lugar de la masacre para llevar a cabo tareas de asistencia.
Se trata del peor ataque realizado por un único asesino en la historia del Japón de posguerra, mayor incluso que el ataque contra una tienda de vídeos en Osaka, en 2010. Ya ha causado más víctimas mortales que los ataques con gas sarín en el metro de Tokio, llevados a cabo por el grupo Aum Shinrikyo el 20 de marzo de 1995 y que dejaron 13 muertos y medio centenar de heridos leves.
El acto, dramático, sorprende especialmente en una sociedad como la japonesa, poco dada a este tipo de ataques.