El Gobierno regional pretende recaudar entre 50 y 80 millones de euros al año con el nuevo impuesto turístico, que se pondrá en marcha probablemente antes del verano de 2016. Lo pagarán también los residentes en las islas, y lo tendrán que abonar todos los mayores de 14 años que se alojen en hoteles, apartamentos, viviendas de uso turístico, yates y cruceros.
Baleares recupera la ecotasa. El Gobierno de Baleares empezará a cobrar en 2016, previsiblemente en el segundo trimestre del año, un nuevo impuesto turístico a todos los que se alojen en hoteles, viviendas o embarcaciones en las islas. A todos, también a los residentes en las islas. Sólo se salvarán los huéspedes que tengan menos de 14 años. Un nuevo impuesto a razón de entre 50 céntimos y 2 euros cada noche, en función del tipo de alojamiento y de la duración de la estancia en temporada alta. En temporada baja el impuesto oscilará entre los 25 céntimos y un euro.
Y las estimaciones del Govern pasan por alcanzar una recaudación extra de entre 50 y 80 millones de euros al año con el que se financiarán proyectos recogidos en los presupuestos autonómicos destinados a la protección del medio ambiente, la mejora de la competitividad del sector, infraestructuras de desarrollo sostenible, recuperación de patrimonio, proyectos de investigación e innovación vinculados al turismo o la mejora de la calidad del turismo en general. Un nuevo impuesto finalista: cobrado a los turistas para cubrir las necesidades económicas de las políticas medioambientales y turísticas de la Administración autonómica.
La presidenta balear, Francina Armengol, el vicepresidente y conseller de Turismo, Biel Barceló, y la consellera de Hacienda, Catalina Cladera, han desvelado hoy los detalles del borrador para implantar el denominado «Impuesto de Turismo Sostenible», que recuerda a la antigua ecotasa de principios de siglo (que acabó retirándose con el regreso del PP al Govern balear), pero que busca ser más amplía, más integral y sortear alguna (con suerte, alguna, sí) de las críticas que entonces se le hicieron desde el sector turístico de las islas, con los hoteleros como principal voz crítica. Desde el sector hotelero balear se lleva meses arremetiendo contra los planes de reimplantar un impuesto turístico, a pesar de que el sector vive un momento más que dulce: con los hoteles baleares a la cabeza en ocupación, precios y rentabilidad de toda España.
Argumentos de defensa preventiva
De momento, el Govern pretende evitar una de los grandes agravios que el sector hotelero denunció con la ecotasa de 2002, que era que el tributo sólo lo pagaran los clientes que se alojaran en establecimientos hoteleros. Con el nuevo impuesto que ahora se prepara para el próximo año los paganos serán los huéspedes de todo tipo de alojamientos: hoteles, apartamentos turísticos, alojamientos de turismo rural, albergues y refugios, hospederías, empresas turiscorresidenciales, campings, yates y también cruceros que hagan escala en Baleares.
Ante los avisos que alertan de que la introducción del nuevo tributo desincentivará la llegada de turistas y que puede poner en riesgo la evolución del sector, el Gobierno regional responde con ejemplos: según las estimaciones de la Conselleria de Turismo, una familia integrada por dos adultos y dos niños que pasen ocho días en un hotel de cuatro estrellas abonarían entre todos 25 euros o 16 euros en caso de que el hotel fuera de tres estrellas, lo que implica entre un 0,9% y un 1,4% del gasto medio total durante un viaje. «No dramaticemos los efectos del impuesto«, ha dicho el conseller Biel Barceló.
Y ante las críticas de que los residentes en las islas también tengan que abonar el impuesto cuando se alojen en un establecimiento o alquile un apartamente, el Govern replica que «jurídicamente no se puede discriminar entre residentes y no residentes». El año pasado, los residentes de las islas concentraron sólo 1,5% del total de pernoctaciones (unas 796.000 en relación a un total de 52,4 millones).
En cualquier caso, presidenta, vicepresidente y consellera del Govern han insistido en repetididas ocasiones que lo que hoy se ha presentado es sólo un borrador y que es un documento abierto a ser mejorado durante la tramitación parlamentaria.