Santander y BBVA han anunciado colaboraciones estratégicas con startups dedicadas al sector financiero dentro de sus planes de innovación y digitalización. Las nuevas demandas de los consumidores y el ahorro de costes son los motivos que han empujado a las entidades a buscar soluciones alternativas de la mano de la tecnología.
¿Qué hace el banco Santander y el BBVA en un ciclo de conferencias dedicado al futuro del sector fintech? Anunciar lo que ya era un secreto a voces, que la industria financiera está avanzando a toda velocidad y que la única alternativa a caer en la irrelevancia es unirse a la “segunda ola del fintech”.
“Nosotros nos enfrentamos a la primera ola, de repente aparecieron nuevos players que venían a trabajar y a competir en el mercado ofreciendo servicios muy interesantes en relación a inversión y pagos. Pero al final, como todas las empresas, para crecer necesitan pedir dinero. Ahora nos encontramos en la era ‘fintech 2.0’, que se va a centrar en la colaboración entre banca y startups para aprovechar las respectivas ventajas”, señalaba Victor Matarranz, director general de Estrategia del banco Santander, durante su intervención en el Money Conf.
Las ventajas a las que se refieren los grandes bancos son las características distintivas de las nuevas empresas en el sector financiero: agilidad, capacidad de adoptar riesgos y sobre todo un pensamiento disruptivo que está marcando el ritmo de la innovación en la industria.
Frente a esto, las entidades financieras ofrecen su larga experiencia, sus recursos, una amplia red de clientes ya establecida y el reconocimiento de su marca a nivel mundial.
“La automatización dentro de la banca y la colaboración con startups nos ha ayudado a mejorar el servicio al cliente y el apoyo a nuestra red de oficinas. Esto se demuestra en que la satisfacción del cliente se ha disparado. El negocio y la tecnología no son suficientes, el elemento humano es una disciplina necesaria”, puntualizaba Carlos Torres Vila, consejero delegado del BBVA.
La realidad es que muchas de estas empresas están ofreciendo servicios paralelos o complementarios a los de la banca sin apenas costes y de forma personalizada para cada tipo de consumidor. El 75% de las fintech españolas tienen menos de cinco años pero sólo en 2015 lograron acumular un volumen de inversión de 130 millones de euros, siendo el segundo sector más cotizado después del ecommerce, según los datos de Mooverang (OCU).
“Crear un banco hoy en día es fácil y hace diez años era impensable. Tenemos ejemplos de banca innovadora como Atom o Number26. La banca tradicional se encuentra inmersa en una guerra de precios que les lleva a generar productos de escaso valor y oportunidades muy limitadas. En cambio, las empresas innovadoras desarrollan un tecnología única que aporta un alto valor añadido al consumidor y se puede permitir precios más altos”, explicaba Philippe Gelis, director ejecutivo de Kantox.
“Crear un banco hoy en día no es difícil, la pregunta es, ¿será exitoso? Competir con los grandes bancos es un reto, pero la ventaja de los nuevos es que tienen menos que perder y pueden permitirse un mayor acceso al riesgo”, añadía Mark Mullen, consejero ejecutivo de Atom Bank.
Los dos bancos de referencia a nivel nacional ya han hecho sus respectivas apuestas por la digitalización y la diversificación de sus servicios. El banco Santander mantendrá su plataforma ‘Santander InnoVentures’, un fondo de capital destinado a emprendedores con el que pretende “construir un ecosistema de colaboración”.
La entidad ya ha comenzado a trabajar con algunas de estas fintech como Ripple, un sistema de transferencias internacionales instantáneas, o Kabagge, para facilitar el acceso al crédito a pequeñas y medianas empresas. Esta semana también ha anunciado una nueva colaboración con la empresa Secure, una startup especializada en verificación digital de identidad.
“El banco del futuro tiene que estar en todos sitios y todo el tiempo con sus consumidores sin olvidar su propósito inicial: acompañar a personas y a empresas para que cumplan sus objetivos”, señalaba el director general de Estrategia del banco.
De la misma forma, el BBVA también busca nuevos modelos de negocio y propuestas de valor para incorporar al grupo. La entidad cuenta con una plataforma de APIs (Interfaces de programación de aplicaciones) bancarias cuyo objetivo es generar innovación junto a los desarrolladores de las startups financieras.
“BBVA plantea una estrategia múltiple de innovación. Para nosotros es clave crear un ecosistema atractivo que invite a las mejores fintech a formar parte de él, a unirse y a crecer con nosotros”, explicaba el consejero delegado de la entidad.
Por su parte, el sector de las startups ven estas sinergias como algo natural y positivo para ambas partes.
“La banca tiene que empezar a tener APIs, tiene que crecer en infraestructura, conectividad y networking. Tiene que conseguir que todas las fintech podamos trabajar en un ambiente híbrido e interconectado para poder brindar un mejor servicio. No es sustitutivo, se puede trabajar en conjunto. Nadie quiere destruir al otro, se trata más de aportar un valor añadido. Han entendido que no somos sus enemigos”, señalaba Tomas Marty, director ejecutivo de Kreditech en España.