«En la próxima década el cobro de los servicios prestados será la norma». Así de tajante era José María Roldán, presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), el pasado mes de abril. En su intervención en el ‘XXIII Encuentro del Sector Financiero Deloitte ABC’, celebrado en Madrid, Roldán señalaba que «el cliente tendrá que acostumbrarse a pagar de manera explícita por aquellos servicios que antes pagaba de manera menos transparente», algo que, en su opinión, «no será fácil ni pacífico».
Si bien es cierto que el presidente de la AEB ponía la vista en el 2020, parece que la implantación de una nueva política de comisiones por servicios que antes el cliente disfrutaba gratis está más cerca de lo que muchos podían temer, señalan desde el comparador HelpMyCash.com.
El pasado mes de octubre Triodos Bank comunicó a sus clientes que a partir del 11 de diciembre las cuentas corrientes pasarían a tener una comisión de mantenimiento de un euro mensual. En total, doce euros al año que antes no pagaban. Desde el banco ético justifican la nueva medida en base a los cambios que ha sufrido el panorama económico durante los últimos años y a la necesidad de actualizar los precios de los servicios prestados.
Banco Santander duplica el coste de la Cuenta 1|2|3
Hace unos días el susto se lo llevaron los clientes de Banco Santander. La entidad presidida por Ana Patricia Botín exigirá a los titulares de la Cuenta 1|2|3 la contratación de un paquete de tres tarjetas (débito, crédito y revolving) con un coste de tres euros mensuales a los que habrá que sumar los tres euros que ya cobra la entidad por el mantenimiento de la cuenta. En total, el coste será de 72 euros al año y la medida se hará efectiva a partir del próximo 12 de febrero.
A cambio, el cliente disfrutará de acciones de regalo, una rentabilidad de hasta el 3% TAE para saldos de no más de 15.000 euros y la bonificación de entre el 1 y el 3% de los recibos domiciliados. Teniendo en cuenta únicamente la rentabilidad, la cuenta seguirá siendo una buena opción para aquellos clientes cuyo saldo medio sea superior a 3.000 euros, mientras que los clientes con un saldo inferior tendrían una rentabilidad negativa.
El único gran banco español que se ha atrevido a centrar su campaña de captación de clientes en una cuenta con comisiones es también el único de los tres grandes que ha incrementado sus ingresos por comisiones netas durante los primeros nueve meses de 2016 en comparación con el mismo período del pasado año.
En concreto, Banco Santander ha ingresado por su actividad en España un 4,8% más por esa partida mientras que BBVA y CaixaBank ingresaron un 6,4% y un 3,3% menos que durante el año anterior.
¿Podemos esperar un efecto contagio?
De momento, ninguna otra entidad ha comunicado un cambio similar en este sentido. Y algunos ya se han posicionado en contra. José Sevilla, consejero delegado de Bankia, señalaba el pasado jueves que «nos engañaríamos si vamos a un modelo más basado en comisiones porque, en vez de ganarnos la confianza de los clientes, nos ganaríamos su rechazo a medio plazo». Sin embargo, los retos a los que se enfrenta el sector parecen presagiar un aumento de las tarifas.
El terreno sobre el que se mueve la banca ha cambiado considerablemente. Tras una época de ajustes de plantilla, cierre de oficinas y absorciones que parece no haber terminado, la banca se enfrenta a un futuro incierto.
Por un lado, el escenario de bajos tipos de interés ha reducido los márgenes bancarios. Según un estudio de AFI Research recogido por Triodos en su revista corporativa, en el primer semestre de 2016 el margen neto de la banca española se redujo en un 10%. Por otra parte, la banca se enfrente a unos tipos de interés negativos cada vez que deposita sus fondos en las arcas de los bancos centrales, concretamente del menos 0,40% desde el pasado 16 de marzo.
En declaraciones de Triodos a HelpMyCash.com sobre el aumento de sus tarifas aclaran que los altos costes regulatorios, que en un año hemos visto cómo se cuadruplicaban en Triodos Bank; la bajada de ingresos debido a los bajos tipos de interés, alentados por la política monetaria del Banco Central Europeo; y la necesaria inversión tecnológica para ofrecer a nuestros clientes un servicio de calidad en línea con la demanda actual hacen que hoy una cuenta corriente tenga costes diferentes a los de hace unos años.
El coste de la digitalización
Durante los últimos años la banca ha apostado con fuerza por la digitalización. Una evolución necesaria en un país en el que un 78,7% de la población tiene acceso a internet, según datos del Banco Mundial referentes a 2015, y en el que el 64,3% de la población de entre 16 y 74 años lo usa a diario, según el INE.
Un estudio publicado por BBVA Research revela que el uso de la banca online en España se duplicó desde 2008 hasta alcanzar en 2015 una penetración del 40% entre la población de 16 a 74 años. Un aumento notable que, si bien nos sitúa por debajo de la media europea (46%), refleja un notable interés de los españoles por gestionar sus finanzas a través de la red.
Este nuevo escenario ha traído consigo, irremediablemente, la renovación de la banca y con ello un aumento de la inversión. Según BBVA Research, el gasto de los bancos en tecnología de la información desde 2013 no ha parado de crecer en Norteamérica, Europa y la sección de Asia-Pacífico. Solo la banca europea destinó en 2015 más de 60 mil millones de dólares.
Las cuentas sin comisiones existen
A pesar de los recientes cambios, el número de cuentas sin gastos basadas en la gratuidad de los servicios básicos (mantenimiento y administración, transferencias e ingreso de cheques, incluso tenencia de tarjetas) sigue siendo vasto. La banca tradicional continúa ofertando cuentas gratuitas a sus clientes vinculados mientras que las entidades online permiten tanto a clientes con nómina como sin nómina acceder a este tipo de productos sin coste.