Ha sido el movimiento corporativo más sonado del año 2016. Bayer ha tirado de billetera y ha cerrado la compra de Monsanto, su competidor en el campo bioquímico, por 58.000 millones. Aunque el acuerdo sigue por buen camino no se materializará hasta finales del año que viene.
Todo va viento en popa. Los accionistas de Monsanto, que será absorbida por Bayer, aprobaron de manera abrumadora la propuesta de compra de la multinacional química alemana. Un 99% de los propietarios de los títulos de Monsanto aplaudieron en su junta de diciembre la oferta planteada por Bayer, así que el proceso sigue su curso.
Sin embargo, la operación todavía tiene que recibir el visto bueno de las autoridades de competencia. Puede que aquí haya cierta controversia, dado que ambas compañías acaparan gran parte del mercado por separado: Bayer es la segunda mayor empresa del sector agroquímico, con un 18% de cuota de mercado; por su parte, Monsanto es el principal proveedor de semillas para cultivos del mundo y concentra un 26% de la actividad del sector.
En conjunto, la fusión de generará una súper compañía de 61.300 millones de dólares (54.600 millones de euros) anuales de facturación y 6.400 millones de dólares (5.700 millones de euros) de beneficio neto en cada ejercicio. Es lógico que las autoridades de Competencia de los diferentes mercados en los que operará -casi todos los del mundo- quieran revisar punto por punto las consecuencias de una concentración de este tamaño.
Por este motivo, las compañías creen que no será hasta finales de 2017, tras conseguir todas las aprobaciones de los diferentes reguladores, cuando se culminará la compra de Monsanto por parte de Bayer.
“La adquisición está sujeta a las condiciones de conclusión habituales, entre las que se incluyen la recepción de las aprobaciones regulatorias. Bayer, con el apoyo de Monsanto, ha iniciado el proceso para obtener las aprobaciones regulatorias necesarias. Las dos compañías trabajarán de manera diligente con los reguladores para asegurar un cierre exitoso de la operación. La conclusión se espera para el final de 2017”, indican las compañías en una web que detalla la información de la operación.
Aunque aún queda un año para que se alcance esa fecha, Bayer ya se ha asegurado la financiación necesaria para completar el desembolso para la compra de Monsanto. La histórica firma teutona consiguió a finales de octubre un préstamo sindicado de 57.000 millones de dólares.
Foto: Efe