Esta semana Corea del Norte ha comunicado que ha hecho ensayos exitosos con una bomba H. La información que viene de la dictadura asiáticae cumple la ley de Poe, según la cual muchas veces cuesta distinguir lo que es parodia de lo que es real.
No hay que olvidar que Kim Jong-Il, padre del actual dictador, fue considerado el mejor jugador del golf de la historia. En 1994, poco después de ascender al poder, fue al Club de Golf de Pyongyang y sin ningún conocimiento previo y en un recorrido de más de 7.000 metros, entregó una tarjeta de 34 golpes, ¡38 bajo par!. Por supuesto récord mundial absoluto, con 24 golpes menos que el resultado más bajo jamás realizado en un campo de golf. Con noticias así difundidas por medios oficiales, la noticia de la bomba H, cuanto mínimo, habría que ponerla en cuarentena.
Por cierto ¿qué es una bomba H? ¿En qué se diferencia de una bomba atómica? Las bombas H son una generación superior de las bombas de Hiroshima y Nagasaki que eran bombas de fisión o bombas de uranio. Estas bombas se basan en que hay un isótopo de uranio (el 235) que es inestable, eso quiere decir que espontáneamente se desintegra a un cierto ritmo desprendiendo un núcleo de helio y energía. Si tenemos una masa pequeña (que se denomina subcrítica) el uranio se desintegrará a su ritmo habitual. No obstante si acercamos dos masas de uranio subcríticas de forma que la suma de las masas supere la masa crítica lo que pasará es que la radiación provocará que otros átomos se desintegren y esta a su vez que más átomos se desintegren con lo que tenemos una reacción en cadena que genera gran cantidad de energía. Precisamente eso es una bomba atómica, una reacción en cadena incontrolada.
Una central nuclear es parecido, pero la reacción en cadena se controla mediante barras de grafito u otra tecnología para frenarla o acelerarla y evitar que se descontrole. Las bombas de plutonio se basan en el mismo principio, pero utilizan Plutonio-239 que se rodea de explosivos convencionales. Cuando estos explotan lo que hacen es comprimir la masa del plutonio y esto es lo que inicia la reacción en cadena.
Y llegamos a Corea del Norte, bueno, un poco antes, a la bomba H o al proceso Teller-Ulam. En las bombas de uranio o plutonio la energía procede de átomos que se rompen; aquí es al revés y viene de átomos que se fusionan. El sol obtiene su energía por la fusión de núcleos de hidrógeno que se convierten en núcleos de helio y liberan energía. A temperatura ambiente esa reacción no se da porque los núcleos se repelen entre ellos por la interacción electrostática, pero a grandes temperaturas se puede neutralizar esta repulsión.
La bomba H hace una reacción de fusión nuclear, es decir, es como una pequeña estrella que lanzas donde quieras, con capacidad para destruir en muchos kilómetros a la redonda. ¿Y cómo consigue la energía para iniciar este proceso? Pues acoplando una bomba de fisión nuclear, es decir una bomba de uranio o de plutonio se acopla a un material rico en átomos pesados de hidrógeno (normalmente deuterio de litio), y la energía de la primera reacción es la que se utiliza para iniciar la fusión, con lo que podemos imaginarnos su potencial destructor.
Estas bombas no se han utilizado en acciones bélicas, pero sí en pruebas, como las realizadas en el atolón Bikini, de donde cogió el nombre la diseñadora Coco Chanel para el traje de baño que todos conocemos. Por cierto, que la semblanza biográfica de uno de los padres de la bomba H, Edward Teller no tiene desperdicio. Recomiendo leer el capítulo que le dedica Carl Sagan en su obra El mundo y sus demonios. Muchos de los padres de la bomba atómica trabajaron en ella por las circunstancias históricas, y luego impulsaron el programa de átomos para la paz abogando por el uso pacífico de la energía nuclear. En la figura de Teller encontraríamos pocos atenuantes. Dejémoslo en que Sagan consideraba que era de esas personas que si coincide contigo esperando el ascensor, le dices que suba él antes, que esperas a alguien, aunque sea mentira.
Dicho esto, a pesar que la base teórica de una bomba H se conoce desde hace 50 años, el diseño y fabricación no es nada fácil y requiere de una industria y de unos materiales que no están al alcance de cualquiera, y la importación de los materiales para su producción tampoco es pan comido. Ya hay fuentes que ponen en duda la veracidad del anuncio. Esperaremos acontecimientos, pero una bomba H es algo demasiado peligroso para estar en manos de Corea del Norte, o de cualquier otro país.