Tras el estreno de Supergirl con gran éxito en la CBS continuamos hablando de las series de superhéroes en la televisión. Ya hemos visto los ejemplos de gran éxito que desde los años cincuenta fueron apareciendo en los televisores y llegado a 1989, el año en que finalmente una película de superhéroes fue la más taquillera del año. Superman quedó segunda en 1978, superada por Grease . Los noventa se veían favorables para los superhéroes.
Todo parecía preparado para que los superhéroes continuaran con su expansión y, sin embargo, pasó casi lo contrario. Y eso que The Flash (1990-1991) fue un digno inicio de la década. Lamentablemente también fue uno que pudo durar más, no pasando de los 22 capítulos de su primera temporada.
Por contra en los dibujos animados estaban a tope. Con genéricos como Capitán Planeta (1990-1996) -que reunía en España bajo ese nombre los capítulos de Captain Planet and the Planeteers y su continuación The New Adventures of Captain Planet– o aproximaciones inesperadas como cuando en Disney incluyeron a GizmoDuck / PatoAparato en 1990 dentro del reparto de PatoAventuras, y al año siguiente presentaron El pato Darkwing (1991-1992), una peculiar aproximación superheróica de tintes paródicos y múltiples capaz referenciales. En 1994 le tocó suerte a The Tick (1994-1996), quizá porque los tiempos iban convirtiéndose en más proclives al humor.
Sin embargo el éxito popular lo lograron primero X-Men (1992-1997) y Spider-Man (1994–1998), que con todos sus defectos -y eran unos cuantos- lograban trasladar personajes e historias a la animación. Limitada, pero animación al fin y al cabo. Algo que intentarían repetir con menos suerte en Iron Man (1994-1996), Fantastic Four (1994-1996), Hulk (1996-1997) y Silver Surfer (1998). Empeorando según pasaban los años hasta llegar a la espantosa The Avengers: United They Stand (1999-2000). Antes de eso habría lugar para dos sorpresas, una adaptación de Ultraforce (1995) y la historia alternativa de Spider-Man Unlimited (1999-2000). Y es que lo único que salió con el sello de Marvel en imagen real fue Night Man (1997-1999).
Pero el éxito estaba en otras manos, las de DC. Daba igual que empezara la década con un cierto traspiés tanto en imagen real como en dibujo debido a dos flojas versiones del mismo personaje, las tres temporadas de Swamp Thing: The Series (1990-1993) para USA Network y en medio una versión animada llamada simplemente Swamp Thing (1991). No sería lo único en accion real, también habría un primer acercamiento a Human Target (1992) -mucho más cercana a los cómics pese a las discrepancias que la de 2010-2011– que fue rápidamente fulminada de la parrilla.
Pero el auténtico éxito fue Lois & Clark (1993-1997), entre el género fantástico y la comedia romántica, que sirvió para cimentar la relación entre ambos personajes. Uniéndolos incluso en los cómics, que no querían perderse la posibilidad de aprovechar la publicidad tras la oscuridad y el interés que La muerte de Superman había conseguido. Mucho mejor sin duda que el famoso piloto de 1997 que nunca llegamos a ver de la Liga de la Justicia convertida en su versión cómica.
Aunque si eso fue un éxito, la joya de la corona sería la serie que DC permitió a Bruce Timm y Paul Dini crear, Batman: The Animated Series (1992-1995) que sería continuado en The New Batman Adventures (1997-1999) y la versión futurista Batman Beyond (1999-2001), creando un universo con obras como Superman: The Animated Series (1996-2000), The Zeta Project (2001-2002), Static Shock (2000-2004), Justice League (2001–2004) que pasaría a ser Justice League Unlimited (2004–2006) y a la que habría que cortos, webseries y otros productos relacionados, en un enorme proyecto similar al de la editorial.
Fuera de las dos grandes hubo todo tipo de movimientos. Así el éxito de los Power Rangers y la resonancia de las Tortugas Ninja favorecieron la creación de la serie de acción real Tattooed Teenage Alien Fighters from Beverly Hills (1994) con mucha guasa, claro. En el resto dominó la animación, desde la extraña mezcla de juego computacional de The Adventures of Hyperman (1995-1996), que por minoritario que parezca se emitió en la CBS, hasta los cortos dentro del espacio Oddities de MTV de The Maxx (1995). USA Network optó por The Savage Dragon (1995-1996) y la HBO tomó la particular decisión de adaptar Todd McFarlane’s Spawn (1997-1999) con muy poco éxito -claro que llevan desde 2009 dándole vueltas a una versión nueva.
En cualquier caso, el gran éxito de la animación superheróica al margen de las adaptaciones de las dos grandes fueron sin duda Las Supernenas (1998-2005), las famosas The Powerpuff Girls creadas por Craig McCracken que formaron parte de la brillante renovación de Cartoon Network a mediados de los noventa. Una serie tan divertida como inteligente en su escritura y una forma perfecta de enlazar las décadas.
En los ‘dosmil’
Si podemos decir que una serie recorrió con éxito esta década del nuevo milenio es sin duda Smallville (2001-2011). La aproximación a la adolescencia de Superman que casi podría usarse para tratar de entender a los cómics. Las tres primeras temporadas son ingenuas y rutinarias, entre la tercera y la quinta logra ser, además, bochornosa, y a partir de ésta va olvidandolo para crear un universo propio que la convierta en interesante hasta que en la décima y última las injerencias de la cadena convierte de nuevo en rutina lo que la anterior temporada prometía fuera una explosión.
No es que DC tuviera mucha más suerte con sus series de acción real durante la década. La adaptación de Birds of Prey (2002-2003) fue un ejemplo de cómo lograr un producto que diera vergüenza ajena mientras que el piloto de Aquaman (2006) no pasaría de ahí. Más triste, aunque dentro de Vértigo, fue el caso de Global Frequency (2005), que lo merecía bastante más.
Tampoco es que en animación les estuviera yendo mucho mejor tras decidir acabar con la idea de Universo de Timm y Dini. La parte buena la tuvieron con Teen Titans (2003-2006) en la que buscaban una aproximación más juvenil aunque respetuosa a los personajes. Algo más ramplona fue The Batman (2004-2008) que trataba también de buscar unos espectadores más jóvenes. Esfuerzo éste que fuera más claro en Krypto, el superperro (2005-2006).
Tras ésta llegaría una intentona con peculiar diseño recuperando unos héroes que extrañamente no habían tenido serie antes: Legion of Super Heroes (2006-2008) que además de pasar a saludar por Smallville usaban como gancho a Superboy, bueno, en esta versión Superman por motivos legales. Según pasaron las temporadas intentó volverse más seria y prescindir de Superman y fue rápidamente eliminada.
Menos éxito tuvo el piloto de 2006 de Plastic Man que esperaba recuperar el espíritu de The Plastic Man Comedy/Adventure Show (1979-1981) y su mezcla de acción, comedia, segmentos variados y, en la sindicación, algún fragmento de acción real para presentarlo. Pero no tendría la suerte que sí conseguiría la más bienhumorada Batman: The Brave and the Bold (2008-2011) que seguía la idea de ligereza pero que conseguía hacerlo sin renunciar a contar nada. De manera digamos que divertida acabaría siendo cancelada cuando DC/Warner decidiera que hacía falta un tono más serio en su personaje estrella. Quién sabe si por las películas de Nolan o porque en el fondo los ejecutivos nunca están contentos.
Mientras tanto la competencia de Marvel no estaba mucho mejor. Sus únicas series de imagen real de la década serían Mutante-X (2001–2004), que intentaba hacer caja de las películas de mutantes pero sin usar los personajes oficiales, y Blade: The Series (2006) que intentaba un juego similar para recuperar el personaje tras el fracaso de su tercera película. Lamentablemente la primera se movía en sindicación mientras que la segunda no soportaría más de una temporada en la pequeña Spike.
Diría que le fue mejor a la animación de no ser porque una cosa es que tuvieran muchas y otra que fueran buenas. Comenzando por X- Men: Evolution (2000-2003), una serie con algunos aciertos y un tono más oscuro. Spider-Man: The New Animated Series (2003) y Fantastic Four: World’s Greatest Heroes (2006-2007) no pasaron de la primera The Spectacular Spider-Man (2008-2009) y Wolverine and the X-Men (2008-2009) consiguieron una segunda y tenían mejor críticas pero la compra de Marvel por parte de Disney puso final a la serie. El estreno de la película Iron Man propició el estreno de Iron Man: Armored Adventures (2009-2012), tan explotada que solo le faltaría vender juguetes, algo que The Super Hero Squad Show (2009-2011) realizaría con mucha más gracias. Tanto la venta de juguetes -de Hasbro- como la integración a la vez infantil e irónica de las tramas básicas de la Marvel.
En cuanto a las producciones independentes… digmos que también habían estado tomando nota. La adaptación de tebeos independitenes con The Maxx y Spawn llegó a su momento más alocado gracias al telefilme del año 2000 que pondría en marcha la serie de Witchblade (2001- 2002), mucho más recatada que los cómics, y tras su cancelación al final de su segunda temporada un anime (2006) que, como podíais imaginaros, era bastante menos recatado.
Por contra la serie del SciFi Black Scorpion (2001) basado en las películas de Corman de 1995 y 1997 y producida -en teoría- por el gran hombre, ponía a su protagonista a enseñar piel como si no hubiera otra. Lamentablemente Michelle Lintel podía ser una ex-Miss Kansas pero no podía compararse como actriz con la gran Joan Severance. Al menos esto demostraba un mínimo interés en las mujeres protagonistas, aunque sea con las pintas de estas dos, con el poco éxito del remake de Bionic Woman (2007) o con la poca suerte del piloto de Electra Woman and Dyna Girl (2001) que no sería aceptado por el canal sorprendido por el tratamiento cínico de los personajes infantiles. Veremos si en la actual versión en producción hay más suerte, desde luego el de Wonder Woman (2011) tampoco lo tuvo.
También podríamos aprovechar estas historias con ánimes y categorizaciones complicadas para recordar que al hablar de estados unidos estamos dejándonos fuera la producción del resto de países, que en todas partes hay creaciones superheróicas como Shaktimaan (1997-2005), De drabbade (2003), El Pantera (2007-2010), Darna (2009), Misfits (2009-2013), Captain Barbell (2011) o Burka Avengers (2013) entre otros y por mencionar solo algunas recientes. Un punto intermedio sería la británica No Heroics (2008), comedia superheróica inglesa que vería grabado un piloto de su adaptación estadounidense para la ABC… y ya, puesto que lo rechazarían.
En cuanto a lo que entra y no… ha sido más una cuestión de intentar separar el fantástico de lo heróico, a ser posible con uniforme. De ahí no considerar como tales series como El halcón callejero (1985), Buffy (1997-2003) Kim Possible (2002–2007) o Chuck (2007-2012). Por supuesto las definiciones de cada uno son flexibles y podríamos discutir lo que cada uno metería.
Por ejemplo, Bibleman (2003-2011). Una extensa obra de imagen real que discurre como mezcla entre series, vídeos, películas que sirve de superhéroes evangélicos tan alocados como los cómics de Jack Chick hasta el punto de que si no supiéramos su finalidad podríamos pensar que es una parodia. Eso sí, una parodia que duró ocho años cuanto menos, que algunos colocan sus inicios en sus primeros telefilmes de 1996.
La animación independiente esta década estuvo más tranquila, recuperaciones ya mencionadas al margen la estrella fue Ben 10 (2005-2008) y sus múltiples continuaciones: Ben 10: Alien Force (2008-2010), Ben 10: Ultimate Alien (2010-2012) y Ben 10: Omniverse (2012-2014), que ofrecerían material del personaje durante cerca de una década. A la que habría que unir películas de animación Ben 10: Secret of the Omnitrix (2007) , de imagen real protagonizada por niños Ben 10: Race Against Time (2007) y por adolescentes Ben 10: Alien Swarm (2009) , en 3D Ben 10: Destroy All Aliens (2012) e incluso un crossover: Ben 10/Generator Rex: Heroes United (2011). Un éxito general del colectivo Man of Action que reúne a los creadores -comiqueros en su mayoría- Duncan Rouleau, Joe Casey, Joe Kelly y Steven T. Seagle. Que ya están preparando la siguiente serie que se estrenará en 2016.
No solo de animación y acción real vivieron los superhéroes esta década, también hubo un reality e el Sci Fi Channel: Who Wants to Be a Superhero? (2006-2007) presentado y en teoría producido por Stan Lee y que aseguraba comics para los ganadores. Como protagonistas. En Dark Horse, eso sí. El programa lograría estar dos años en el aire y junto a los premios ambos ganadores aparecerían en películas del canal, el primero en Mega Snake (2007) y el segundo en lightning strikes (2009).
En cualquier caso, fue una gran década para las series de acción real superheróica. También se estrenó Heroes (2006 – 2010), que está teniendo ahora mismo una continuación en forma de teórica miniserie, convenciendo a los que no habían estado antentos de que había muchas maneras de hacer superhéroes interpretados por actores y a la NBC de que podía haber negocio en ellos por mucho que el éxito de su primera temporada sirviera para tirar del resto con más pena que gloria.
Pero, como decía, fue una gran década. Tuvimos el paso del cómic y la animación de The Tick (2001-2002) en una pequeña pero muy interesante versión que lograba mantener la brillante comedia original. Y también muy corta y también de culto e infinitamente recomendable es The Middleman (2008), creación de Javier Grillo-Marxuach y Les McClaine realizada por la primera y llena de imaginación y humor.
Finalmente, en el borde de la actualidad y preparando algo que veíamos venir, estuvo Aaron Stone (2009-2010), primera serie para Disney XD de acción real con un joven tomando como superhéroe un personaje de videojuegos. Pero sobre esta tendencia veremos más en la siguiente década.
En la actualidad
Como decía, Aaron Stone fue la primera de las varias series siguiendo lo que podríamos llamar una mezcla de superhéroes preadolescentes auspiciados por Disney – Lab Rats (2012-2016), Mighty Med (2013-2015) y un spin-off para 2016 con personajes de ambas series- o por Nickelodeon – The Thundermans (2013-) o Henry Danger (2014-) – que han dado el siguiente paso de las series de las grandes compañías a las que ponen a los chavales directamente como protagonistas.
Quizá por ello las series independientes eran como Alphas (2011-2012) o la incomprendida The Cape (2011), intentando actualizar y recuperar elementos anteriores con poco éxito ante la llegada -o el regreso- de los nombres propios de las grandes compañías de cómic. Algo que otra con mayor potencia teórica detrás, Powers (2015-), no logró ni rozar.
Quizá sea ese el motivo de que series animadas como Sidekick (2010-2013) o la muy recomendable creación humorística -y algo más adulta- The Awesomes (2013-) se vean menos reconocidas. Más aún cuando incluso creadores independientes como Man of Action aparcan sus proyectos propios como Generator Rex (2010-2013) para pasar a ocuparse de los de Marvel. Con éxito desigual, también es cierto.
Marvel comenzó la década con tres proyectos muy distintos entre sí, por un lado la cocreación de Marvel Anime (2010-2011/USA 2011-12) a partir de guiones de Warren Ellis y con distintos personajes -Iron Man / Wolverine / X-Men / Blade- dejados al estudio Madhouse para que realizara sus versiones.Ese mismo año se puso en marcha en el canal negro BET Black Panther (2010) con no mucho éxito. Y, finalmente, Los Vengadores: ¡los héroes más poderosos del mundo! (2010–2012) de tosquísima animación pero guiones que lograban recuperar la sensación de los cómics. Pero pronto la llegada de Jeph Loeb a la sección de televisión dejando solo en marcha Ultimate Spider-Man (2012-) de los Man of Action a los que daría también Avengers Assemble (2013-) a la vez que un acuerdo entre Disney y la Toei permitía la miniserie anime basada en un producto de merchandising Marvel Disk Wars: The Avengers (2014-2015). Tampoco duraría mucho más, por suerte, Hulk and the Agents of S.M.A.S.H. (2014-2015). La última novedad hasta el momento vuelve a tirar de la influencia de otros medios, aunque de momento Guardians of the Galaxy (2015-) sea más un exploit de aprovechamiento que una serie propiamente dicha.
Algo similar parecía ocurrir con sus series de imagen real, Agentes de S.H.I.E.L.D. (2013-) estaba demasiado lastrada por la continuidad de las películas que parecía tener que esperar a éstas para poder girar y moverse. Por suerte la fenomenal Agente Carter (2015-) o el inicio de la colaboración de Marvel con Netflix Daredevil (2015-) demostraron que se podían hacer otras cosas con mayor inteligencia. Esperemos que los próximos estrenos funcionen también.
Mientras tanto en DC las series animadas iban moviéndose, sobre todo en DC Nation que iba preparando distintos cortos que servirían también de prueba. Así, cuando quisieran sustituir la magnífica pero oscura Young Justice -a la que me niego a llamar La joven Liga de la Justicia– (2010-2013) recurrirían a traer de nuevo a lo Teen Titans en una versión incluso más humorísticas con Teen Titans GO! (2013-), en estos momentos la única serie animada de DC tras la cancelación más que lógica de Green Lantern: The Animated Series (2011-2012) en cuanto vieron la película, y la propia serie, y Beware the Batman (2013-2014) que fue un desastre reconocido por la propia cadena. Tras reducir hasta casi acabar con la sección animada Warner solo ha puesto en marcha dos series más, la webserie Vixen (2015), que está dentro del contexto de las creaciones para la CW y Justice League: Gods and Monsters Chronicles (2015-) un especial de acompañamiento de la película animada del mismo nombre en tres capítulos ambientada en una realidad alternativa que ha demostrado tanto éxito que podrá tener diez más el año próximo.
Las versiones de acción real tendrían algo más de éxito. Bien es cierto que el piloto que nunca logró pasar de ahí de Wonder Woman en 2011 o Constantine (2014-2015) fue un fallo porque para eso estaba la NBC de por medio, pero desde el estreno en The CW de Arrow (2012- ) las cosas parecían haber cambiado, sobre todo ante el éxito relativo de Gotham (2014-) en la FOX y el más rotundo aunque a escala de The Flash (2014-), todo un juego que contrapone su luminosidad a la oscuridad de Arrow. De ahí que sus creadores hayan llegado ahora a hacer la Supergirl (2015-) de la CBS. Y aún hay varias series de la editorial, alguna sobre superhéroes como Legends of Tomorrow (2016-), pendientes de estreno.
Como hemos visto, han sido muchas las series de superhéroes que han ido surgiendo en Estados Unidos, bien de acción real o de animación, desde los años cincuenta. Hay series que se han rumoreado y nunca han llegado a salir, mientras otras se quedaban en el piloto. Otras que se suponen están ahora en desarrollo puede que nunca llevemos a verlo. Lo único que está claro es que durante décadas hemos tenido series de superhéroes y no parece que eso vaya a cambiar en breve. Al menos mientras existan novedades como esta Supergirl que se acaba de presentar.