Comisiones Obreras ha expresado este lunes su preocupación por el aumento del número de accidentes laborales y de muertes en el trabajo, un problema que atribuye a la precariedad laboral y al deterioro de la prevención de riesgos y que refleja «la verdadera cara de la recuperación económica que trata de vendernos el Gobierno»
En un comunicado, el sindicato ha indicado que las cifras que las estadísticas correspondientes al primer semestre del año, que publica en su web el Ministerio de Empleo y Seguridad Social, «apuntalan la tendencia de incremento de la siniestralidad laboral iniciada hace varios trimestres y que CCOO viene denunciado».
El número total de accidentes con baja, según el sindicato, aumentó en los primeros seis meses del año en un 6,7 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior (un 6,6 en los sucedidos en jornada de trabajo y el 7,7 in itinere). Asimismo, los datos indican un aumento de la siniestralidad relativa expresada en número de accidentes por cada 100.000 trabajadores, que crece un 3,3 por ciento.
Este incremento de siniestralidad, tanto en términos absolutos como relativos, afecta «a las cuatro grandes divisiones de la actividad económica», según el comunicado
Sin embargo, «los datos más preocupantes», según Comisiones, «los arroja la siniestralidad mortal», con 285 trabajadores muertos en el primer semestre del año, nueve más que en 2014, lo que supone un aumento del 3,3 por ciento. «El dato es aún más grave en el caso de los accidentes mortales en jornada de trabajo: 239 fallecimientos, 16 más que el año anterior y un incremento del 7,2%», añade. Este aumento «es especialmente preocupante el caso de la industria, con un aumento del 30,4% en el número de accidentes mortales»
“Los accidentes de trabajo están mostrando la verdadera cara de la recuperación económica que trata de vendernos el Gobierno del Partido Popular”, afirma Pedro J. Linares, secretario de Salud Laboral y Medio Ambiente de CCOO.
“El aumento de los índices de incidencia nos indica que la siniestralidad está aumentando a un ritmo muy superior al empleo. Y son fenómenos directamente relacionados, ya que los puestos de trabajo que se crean son de escasa calidad, precarios, temporales, a tiempo parcial, y con el miedo a perder el empleo como principal instrumento para disciplinar a las plantillas. Si a esto unimos que la prevención de riesgos en las empresas ha sido una de las primeras víctimas de la crisis económica, el panorama que se presenta a corto y medio plazo es desolador”.
A juicio de Linares, “el marco legal de la prevención de riesgos podría convertirse en papel mojado con el esquema de relaciones laborales configurado por la Reforma Laboral y toda la legislación regresiva aprobada en las últimas legislaturas».
«El Gobierno ha perdido el control sobre la salud y la seguridad en el trabajo y sólo podrá invertir esta tendencia con una profunda reformulación de sus políticas que permita recuperar a los trabajadores el ejercicio efectivo de los derechos laborales”, concluye.