Netflix es la mejor aplicación de contenidos del mundo a pesar de que, paradójicamente, no tenga muchos contenidos. Esto es especialmente correcto en España, un país en el que Movistar tiene el grueso de los derechos premium y en el que Yomvi es, sin lugar a duda, la aplicación más cargada de buenos productos audiovisuales.
En nuestra última noticia sobre la estadounidense, en el marco de la extensa cobertura del CES, titulábamos Netflix, el videoclub más grande del mundo. Pues bien, un directivo de telecomunicaciones –y no era de Telefónica– nos respondió aduciendo que para ser un videoclub, en realidad, tiene poco contenido. Es totalmente cierto pero, de alguna manera, consigue ser más grande de lo que en realidad es. ¿A qué se debe? Básicamente, a que entiende bien a sus consumidores y les hace la vida más fácil.
Desde SABEMOS hemos señalado en numerosas ocasiones lo muy compatibles que son Netflix y Yomvi, y hemos animado a Movistar y a los estadounidenses a enterrar el hacha de guerra y buscar un entendimiento para atender mejor las necesidades de los consumidores. Pero también creemos que Telefónica debe ponerse, de inmediato, a copiar lo que funciona de Netflix. Es lo que hacen las compañías verdaderamente digitales.
Porque Netflix no puede copiar lo que sí funciona de Yomvi (como el excelente menú de canales de TV o las retransmisiones deportivas), y Movistar no tiene el tipo de producción propia que está ensamblando la estadounidense, que le permite estrenar globalmente algunas series extraordinarias (como Unbreakable Kimmy Schmidt o Jessica Jones).
Por ahora, aquí van algunos consejos que harían a Yomvi un producto aún mejor de lo que ya es:
Perfiles de usuario: Los consumidores de TV no son iguales entre sí, y las recomendaciones no pueden serlo. Lo primero que hace Netflix cuando abres la aplicación es preguntarte quién eres. Una vez que lo sabe, es capaz de recomendarte cosas basadas en tus patrones de consumo. Esto es especialmente eficaz con el perfil ‘Kids’, que te facilita dejarles el cacharro puesto a los niños sin preocuparte. En Yomvi existe, sí, una separación en el menú destinada al público infantil, pero no es tan eficaz como la de Netflix. También tiene un recomendador, sí, pero no es el centro de la experiencia.
Experiencia consistente: Una de las grandes ventajas para el consumidor de Netflix es que puede seguir viendo en cualquier dispositivo lo que dejó en marcha en el anterior. Estoy en la cocina viendo Master of None, le doy a pausa, y cuando enciendo en la PS4 ahí está, esperándome exactamente donde lo había dejado. La mejor recomendación es seguir poniéndote lo que dejaste a medias.
Subtítulos: Otra de las características más ventajosas de Netflix es que, si deduce que sólo te gusta ver series en versión original subtitulada, ésa pasa a ser, de inmediato, tu opción predeterminada. Algo ha mejorado Yomvi en ese sentido. Acaba de introducir, por fin, la opción de subtítulos para dispositivos Android. Pero que no haya llegado hasta hace tan poco ha sido una mala noticia para los consumidores más exigentes. Además, en algunas series no hay opción de subtítulos, como es el caso de Blindspot de AXN.
Consume sin parar: Se termina el episodio. Pues bien, Netflix desde los mismos créditos ya te avisa de que en pocos segundos empezará el siguiente. Es un vicio terrible si no le pones pausa. El llamado atracón o binge-watching se basa, en parte, en esta característica de la interfaz. En Yomvi, cuando termina un capítulo, vuelves a la pantalla de la interfaz del episodio en cuestión. Y aunque te ofrece recomendaciones de contenidos similares, lamentablemente ni siquiera existe una opción para «ver el siguiente episodio».
Multidispositivo: Si bien es cierto que Yomvi funciona en muchos terminales y dispositivos diferentes, hay agujeros dolorosos desde hace mucho tiempo. Concretamente, el que sufren los usuarios de Xbox One. Superados los dos años de vida, la consola de Microsoft sigue sin tener una aplicación de Yomvi, cuando su equivalente de Xbox 360 sí dispone de ella.