La inmobiliaria catalana Colonial propondrá a sus accionistas convertirse en una sociedad anónima cotizada de inversión en el mercado inmobiliario (socimi).
En un comunicado que recoge Efe, la compañía catalana ha explicado que la medida, adoptada por el consejo de administración, se someterá a votación en la próxima Junta General de Accionistas, prevista para el 29 de junio.
Colonial sostiene que convertirse en socimi «no supondría ningún cambio en la estrategia corporativa del grupo ni en el plan de negocio» y que, por el contrario, haría que el beneficio neto y el flujo de caja se incrementaran «significativamente».
Colonial, inmobiliaria cuyo consejero delegado es Pere Viñolas y que está presidida por Juan José Brugera, quiere adoptar este régimen con efectos retroactivos a partir del 1 de enero de 2017. Asimismo, destaca que ser una socimi tendría un impacto positivo de 72 millones en los fondos propios de la compañía debido a que permitiría retroceder provisiones contabilizadas el año pasado.
La compañía catalana también resalta que con este paso la tasa impositiva efectiva se reduciría hasta el 0 % y que, además, Colonial podría seguir usando un «escudo fiscal» por valor de más de 1.300 millones de euros para estructurar operaciones de inversión o bien de desinversión. Otra de las ventajas que menciona Colonial es que habría una mayor liquidez de la acción o bien un mayor acceso a capital.
Colonial también ha asegurado que la agencia de calificación crediticia Moody’s le ha asignado una nota de Baa2, equivalente a un aprobado, con perspectiva estable.
El grupo Colonial ganó 15,9 millones de euros en el primer trimestre del año, un 42 % más que en el mismo período del año pasado. El consejo de administración de Colonial ha acordado aceptar la renuncia presentada por el consejero Juan Villar-Mir de Fuentes el 22 de mayo.