El goteo de sentencias contra la banca y a favor de los intereses de los consumidores no cesa. La Audiencia Provincial de Álava ha ratificado un fallo que anulaba las comisiones que cobra Kutxabank por los números rojos, en los que incurren los clientes cuando tienen un saldo negativo en su cuenta corriente. Las comisiones por los también conocidos como “descubiertos” tienen los días contados.
Los tribunales se han vuelto a decantar del lado de la asociación vasca de consumidores EKA/ACUV, que impulsó esta causa contra Kutxabank. Aunque la entidad financiera recurriera la sentencia previa del Juzgado de lo Mercantil número 1 de Vitoria-Gasteiz, la Justicia ha confirmado que no puede cobrarles 30 euros a sus clientes cuando sus cuentas corrientes se quedan al descubierto o tienen retrasos en la devolución de sus préstamos.
“Esta es la primera sentencia dada en un tribunal del Estado español que obliga a una entidad financiera a anular una comisión a todos sus clientes y a no incluirla en los contratos que firme en adelante. Por eso es una sentencia extraordinaria y pionera”, resalta la asociación de consumidores en un comunicado.
El fallo del tribunal se refiere a las comisiones “por reclamación de posición deudora” y no a las penalizaciones por estar en números rojos. Las entidades tienen derecho a cobrar un interés de demora sobre el importe adeudado, por lo que los descubiertos no saldrán gratis.
Sin embargo, las comisiones “por reclamación de posición deudora”, por las que la mayoría de bancos españoles penalizan a los usuarios con entre 20 y 40 euros, son bien diferentes. Estos recargos se cobran, en principio, por el mero hecho de comunicar la situación deficitaria al cliente, una práctica que las organizaciones de consumidores consideran abusiva.
“Si tenemos en cuenta que generalmente la entidad también cobra comisión por mantenimiento y gestión de la cuenta, no se comprende por qué el aviso de una posición deudora (que puede ser un mero envío de SMS) genera una comisión independiente de 30 euros y en cambio otros avisos se consideran incluidos en el servicio de mantenimiento y gestión que también se cobra”, reza la sentencia, según EKA/ACUV.
Otro grifo que se cierra
Existe la posibilidad de que, por mucho que Kutxabank recurra el fallo de la Audiencia Provincial, el criterio del tribunal se imponga. Es más: la asociación vasca de consumidores ya ha adelantado que va a exigir al resto de entidades financieras que eliminen estas comisiones por números rojos; si el panorama no cambia, EKA/ACUV amenaza con nuevas demandas.
Por lo tanto, la banca se enfrenta de manera casi inexorable al fin de los cobros “por reclamación de posición deudora”. El golpe ha llegado en uno de los lugares donde más duele.
Como consecuencia del mínimo histórico en el que se han instalado los tipos de interés desde el año pasado, la banca tiene problemas para obtener rentabilidad de su negocio principal: conceder préstamos. La principal fuente de ingresos había sido tradicionalmente el cobro de intereses a los clientes que solicitaban préstamos, pero con tipos súper reducidos el margen es muy estrecho como para ganar dinero. Por eso, en los últimos años los bancos han comenzado a depender cada vez más de las comisiones que repercutían en los usuarios.
La solución tampoco es una bicoca, tal y como ha alertado el Banco Central Europeo, pero ha ayudado a muchos bancos españoles a capear el temporal. Kutxabank está entre los que más se han aprovechado de estas prácticas para impulsar su negocio, ya que un 35,86% de sus ingresos proviene de las comisiones, frente al 51,08% del margen de interés. Tan sólo Ibercaja supera al banco vasco en hiperactividad comisionaria.
Si se cierra el grifo de estas comisiones, la banca se lleva otro palo y los consumidores consiguen otro espaldarazo. Llueve sobre mojado, tras la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) que daba la razón a los afectados por las cláusulas suelo.
Sin embargo, no está tan claro que los consumidores se salgan con la suya. Fuentes del sector aseguran en declaraciones a SABEMOS que es muy probable que este asunto llegue hasta el Tribunal Supremo. La siguiente batalla judicial de la banca está servida.