El Covid19 está llevando al absurdo a la hora de determinar su origen real. Existen discrepancias a nivel científico sobre si se trata de un virus creado en un laboratorio o de si se trata de un arma biológica cuya propagación se le ha ido de las manos a sus creadores. Este debate teórico es lícito porque entra dentro de cualquier lógica, sobre todo si se tiene en cuenta los lugares donde se propagó en un primer momento: en los países que tenían conflicto político o comercial con Estados Unidos. Casualidades.
Sin embargo, hay otras teorías que no llegan ni siquiera a la conspiración, sino que son absolutamente absurdas y fuera de todo lugar, algo que, en medio de lo que están pasando los ciudadanos de todo el mundo, se convierte en una falta de respeto y de humanidad.
Uno de los ejemplos de absurdo espectacular lo encontramos en la teoría que afirmó que el coronavirus tenía origen extraterrestre. Dentro de los estudios astronómicos hay una parte de científicos que afirman que la vida procedente de otros planetas llega a la Tierra en los meteoritos. Un profesor del Centro de Astrobiología de Buckingham, Chandra Wickramasinghe afirmó en los primeros días de la propagación del Covid19 en la provincia de Wuhan que en el mes de octubre de 2019 una gran bola de fuego cayó sobre el norte de China y que en ese meteorito se encontraba el virus y, por tanto, según Wickramasinghe, ahí fue donde se inició la pandemia. Esto no tiene ni pies de cabeza, puesto que, según los científicos, es prácticamente imposible que los patógenos que se encuentren en otros planetas puedan sobrevivir a las condiciones de la Tierra, y vicecersa.
Bill Gates, el protagonista indiscutible
El presidente de Microsoft aparece implicado en varias de estas teorías absurdas. Una de ellas es la que afirma que el Covid19 se diseñó en los laboratorios de su fundación porque iba a significar un gran negocio. En concreto, se indica que el virus se desarrolló a través de cepas del SARS, algo que, según esta teoría, se llegó a demostrar en un estudio real.
Por otro lado, se ha vinculado la propagación del Covid19 con las redes 5G porque existe una teoría por la cual la enfermedad, en realidad, no es causada por un virus, sino que es consecuencia de las torres 5G. Teniendo en cuenta el componente tecnológico de este razonamiento absurdo, no podía faltar Bill Gates en la ecuación, dado que se llegó a afirmar que el presidente de Microsoft ya habría desarrollado una vacuna consistente en un chip que impide que esas torres tengan efectos en el cuerpo humano.
El castigo divino
Dentro de las teorías absurdas no podía faltar el componente apocalíptico o el castigo divino. Así lo afirmó el ministro israelí de Salud, el ultraortodoxo Yaakov Litzman, al afirmar que el Covid19 era un castigo divino por la homosexualidad y no dudó en decir que «Estoy seguro de que el Mesías vendrá y nos sacará como Dios nos sacó de Egipto. Pronto seremos libres y el Mesías vendrá y nos salvará de todos los problemas del mundo». Sin embargo, Litzman ha contraído el coronavirus. ¿Dios ha centrado su ira en él también?