El aparato socialista incendia la federación madrileña al fulminar por sorpresa a su portavoz en el Ayuntamiento, Antonio Miguel Carmona. El próximo Congreso Ordinario regional, previsto para marzo, reeditará la batalla entre las dos facciones de la formación.
Antonio Miguel Carmona departía ameno, con su característica afabilidad, el viernes en el Congreso Extraordinario del PSOE madrileño. Iba de corrillo en corrillo, hablando con todo el mundo y sin perder la sonrisa. O disimulaba muy bien o ni se imaginaba la que se le vendría encima tres días después. La nueva dirección del partido decidió ayer “de forma estival y con alevosía” relevarle como portavoz socialista en la capital, un movimiento hecho por “obra y gracia de la dirección federal”, según palabras del propio Carmona, que compareció ante los medios indignado ante el repentino golpe de timón del aparato.
En una intervención durísima, el concejal madrileño clamó contra la secretaria general de su federación, Sara Hernández, y contra el líder nacional del partido, Pedro Sánchez, a quien señaló directamente como ideólogo de una maniobra que únicamente obedece “a cuestiones internas”, por mucho que se disfrace de consecuencia de los malos resultados electorales. Si esa fuera la causa, ironizó Carmona, “tendrían que echar a media España”.
Carmona rechaza el retiro dorado ofrecido por el aparato en el Senado: «Yo no tengo precio»
En opinión del edil, se trata de un paso más en el proceso de ‘toma’ de la federación diseñado por Ferraz a comienzos de año. Tras disolver la Ejecutiva de Tomás Gómez y lograr aupar a la afín Hernández en las primarias, se pasa ahora a querer controlar el Grupo Socialista de la capital. A cambio, ofrecieron a Carmona un retiro dorado en el Senado que este rechazó reivindicando su dignidad -“yo no tengo precio”- y advirtiendo de que no solo conservará el acta, sino que también dará la batalla “para cambiar el rumbo de la dirección”.
La operación, que trascendió mediada la mañana a través de la cadena SER, sentó como un tiro entre el sector derrotado en las primarias del 26 de julio, ya cabreado por no ser integrado en la Ejecutiva y por los cambios estatutarios que el partido acometió sin abrir debate y sin consultar a la militancia. Ese sector es el de Carmona, el de los próximos al también defenestrado Tomás Gómez y el de Juan Segovia, quien cosechó el 42% de apoyo en la consulta interna. De Gómez y de Segovia se declaró “amigo” el concejal, resaltando en varias ocasiones que ha sido esa condición y el “miedo” que provocaba su posible aspiración a liderar el PSOE madrileño la razón del cese.
Una «purga» dirigida desde Ferraz
Los críticos ven una “purga” por parte de Sánchez, un intento de “hacerse con todo el control de la federación y convertirla en una sucursal” de Ferraz, tal y como aseguró uno de ellos en declaraciones a SABEMOS. Dicha fuente garantizó que organizarán una candidatura para el próximo Congreso Ordinario, a celebrar en la primavera de 2016, que podría encabezar el propio Carmona.
Le mando todo mi apoyo a mi amigo @AntonioMiguelC, uno de los principales valores del @psmadrid.
— Juan Segovia (@JuanSego82) agosto 3, 2015
Esta posibilidad fue algo que el edil deslizó en su rueda de prensa. En varias ocasiones llamó a sus compañeros a “no doblar la espalda” y garantizó que “nos veremos dentro de siete meses, por supuesto que nos veremos”, en referencia a ese cónclave donde las bases de nuevo deberán refrendar al líder de la formación. Carmona aseguró que allí estará él, presentándose o apoyando “a otro compañero”, pero en todo caso trabajando contra el actual aparato.
Los críticos creen que Hernández es una líder de transición y que Sánchez promocionará a Hernando en primavera
¿Concretamente contra Sara Hernández? Eso es algo que está por ver, según la corriente distanciada de la dirección. Creen que Hernández es una “secretaria general de transición” y que en 2016 Sánchez postulará a “su amigo” Antonio Hernando, actual portavoz en el Congreso de los Diputados, para hacerse con el mando del PSOE-M.
Por parte de la Ejecutiva regional fue el secretario de Organización, Enrique Rico, el encargado de zanjar que el cese de Carmona es “una decisión política, no personal” que se toma en base a los malos resultados cosechados en Madrid capital. La sustituta será Purificación Causapié, número dos de la lista municipal y miembro de la dirección de Hernández. Rico no ofreció más explicaciones, en una intervención inusualmente breve donde apenas aceptó cuatro preguntas antes de excusarse para volver a la reunión de la Ejecutiva.
«Lapidación del contrario»
Este nuevo capítulo de convulsión interna en el PSOE madrileño, corolario de un Congreso repleto de navajazos, carga de razones a quienes en los últimos años han abandonado la federación, dejándola en la mitad de lo que era, hartos de disputas improductivas. Es el caso de Alberto Sotillos, hijo del exportavoz del Gobierno de Felipe González, Emilio Sotillos. “Sánchez lleva a cabo una estrategia de lapidación del contrario, de intolerancia absoluta no ya ante las críticas, sino ante toda opinión que no sea servil”, indicó Sotillos a este diario.
El exmilitante socialista, que el año pasado trató de aspirar a la secretaría general, abandonó el PSOE “harto de la falta de democracia interna, de transparencia y de unidad”. Tras un largo tiempo luchando contracorriente, lo dejó al ver “que era imposible cambiar las cosas, que el problema era estructural” y lanzó un nuevo partido: Decide en Común. Con él pretende agrupar a activos descontentos del socialismo, muchos de los cuales han llamado a su puerta en los últimos días.
Dando la mejor de las bienvenidas a los compañeros que se están sumando a construir un socialismo de todos en @Decidecomun. ¡Vamos!
— Alberto Sotillos (@AlbertoSotillos) agosto 3, 2015
“Estamos diseñándolo aún, en la fase de planteamiento y de lanzamiento” de la formación, afirma, aunque el objetivo es “buscar la colaboración” con plataformas afines, como Ahora en Común, Podemos o Somos Izquierda.
Mientras eso sucede, en su antiguo partido toman posiciones los dos bandos irreconciliables que con toda seguridad volverán a medir sus fuerzas el año que viene. Será la cuarta contienda en apenas un lustro, tras los duelos Gómez-Jiménez, Gómez-Acera y Hernández-Segovia, y de nuevo hará recordar aquella frase atribuida a Josep Tarradellas: “Los socialistas de Madrid están en crisis por lo menos desde 1931”. Por lo menos.