No es la primera crisis de Podemos en esta Comunidad. En septiembre del pasado año el partido se rompió en Valladolid y ahora la crisis se traslada a Salamanca. La directiva local de Podemos en la capital charra, encabezada por su secretaria general, Estefanía Rodero, ha dimitido en bloque con un argumento contundente: «el aumento insoportable de la violencia interna dentro del partido en Castilla y León y el abuso de poder y persecución política y organizativa por parte de la directiva autonómica».
La agrupación de Podemos en Salamanca ha emitido una nota informativa exponiendo las razones que han forzado su salida. En tres puntos, explican las grandes diferencias que les separan de la directiva regional. Como en el caso de Valladolid, los criterios ahora tienen cierta similitud evidenciando las claras divergencias entre las formaciones locales y la cúpula regional que está representada en las Cortes de Castilla y León.
Estos son los puntos que argumenta los exresponsables de Podemos en Salamanca:
- «El aumento insoportable de la violencia interna dentro del partido en Castilla y León y el abuso de poder y persecución política y organizativa por parte de la directiva autonómica que están sufriendo la Secretaría y el Consejo salmantinos».
- «El giro en Castilla y León hacia la enésima refundación de una estrategia política y cultura organizativa basada en la depredación interna que nos condenó durante décadas a la irrelevancia, así como el interés por recolocar y liberar a cuadros procedentes de otros partidos, así como por impulsar institucionalmente a personas desvinculadas de nuestro territorio».
- «La incapacidad de la actual directiva de Podemos Castilla y León para construir un grupo territorial fuerte que genere el respeto debido a nuestra tierra en el conjunto de la organización, sofocada como está por criterios de obediencia debida tal y como han demostrado con sus actos algunos miembros a nivel local, y el abandono que hemos sentido por parte del nivel estatal hacia quienes a pie de tierra, realidad, discurso local y calle construimos pueblo y organización desde la base orgánica del partido».
Los miembros de la Agrupación de Podemos en Salamanca no ocultan el desencanto que, a su juicio, les ha impedido trabajar en el objetivo inicial de “ayudar a construir en Salamanca y Castilla y León una mayoría social que nos permitiese salir definitivamente de la periferia social, política, económica y simbólica en la que los gobiernos de turno habían instalado, con gran dolor, a nuestra tierra”.
Estas son las razones que “nos llevan a presentar nuestra dimisión como Ejecutiva local por profundo desacuerdo personal y político con la actual deriva de Podemos en Castilla y León y su violencia orgánica incesante», sentencian los dimisionarios.
La dimisión, “una liberación para Podemos”
Lejos de mostrar alguna inquietud por este nuevo problema abierto en el seno de su organización, Pablo Fernández, secretario regional de Podemos en Castilla y León y principal aludido por sus ya ex compañeros de Salamanca, ha comentado que la formación salmantina “se libera” con la salida de Estefanía Rodero y toda la directiva. “Acumulaba decenas de denuncias ante la Comisión de Garantías por incumplimientos flagrantes y sistemáticos de nuestro código ético”, ha dicho en sus primeras declaraciones tras conocer “por la prensa” la dimisión en bloque y ha dicho que la secretaría salmantina mostraba un comportamiento “tiránico, autoritario y déspota”.
“Una persona que antepone su ambición y sus intereses personales al proyecto común no tiene encaje en nuestra organización y al final se demuestra que acaban aisladas y solas y teniendo que dimitir”, insistió Pablo Fernández recalcando que esta salida es una “liberación” para el partido y acusando directamente a Rodero. “Desde intentar boicotear la campaña de las elecciones generales a no ceder la sede de Podemos Salamanca y tenerla secuestrada a actos que a ella solo la interesan”.
La reacción de Iglesias
El secretario general de la formación, Pablo Iglesias, ha restado importancia a las dimisiones. «Podemos es una organización que ha crecido muy rápido y este tipo de situaciones son frecuentes», ha declarado este miércoles desde los pasillos del Congreso. Además, Iglesias ha indicado que no le corresponde a él ni a su dirección gestionar este asunto, sino «a los órganos de Castilla y León»: «Me remito a las declaraciones que hagan los compañeros del Consejo Ciudadano de Castilla y León».
La crisis de Salamanca llega solo unas semanas después de las tensiones que provocaron una decena de retiradas en Podemos Madrid y el posterior cese del secretario de Organización estatal, Sergio Pascual. A su vez, la catarsis madrileña había estado precedida de otras a nivel autonómico (Galicia, País Vasco, Cataluña, Cantabria y La Rioja) y municipal (Santander, Málaga). Todas ellas son consecuencia, según Iglesias, de la fulgurante expansión que el partido ha implementado por toda España en apenas dos años.