El PP gana las elecciones municipales y autonómicas, pero su victoria es agria. Vence por la mínima a los socialistas, aunque puede ceder un amplio poder territorial si la izquierda se pone de acuerdo en la política de pactos. Los socialistas tampoco pueden salir contentos de los comicios: pierden por un solo punto y medio ante los populares, pero se dan un batacazo histórico en las grandes capitales. Los resultados electorales reflejan que el bipartidismo sale tocado del 24-M por dos razones: en primer lugar, por haber perdido un catorce por ciento de los votos logrados hace cuatro años y, en segundo término, por el éxito obtenido por la nueva izquierda, que podría gobernar en Madrid y Barcelona.
Las elecciones municipales y autonómicas han dado un vuelco al mapa político español. Se acaban la etapa de las mayorías absolutas y se abre paso una nueva forma de gobernar. En prácticamente todas las comunidades autónomas y ayuntamientos necesitan de pactos para la formación de gobiernos. Esto supone un toque de atención a los partidos mayoritarios y un balón de oxígeno para las fuerzas emergentes.
Mariano Rajoy sale tocado de las elecciones. Puede presumir de haber ganado las elecciones municipales, con sólo con dos puntos de ventaja sobre los socialistas, cuando hace cuatro años la diferencia era de diez. El presidente del Gobierno puede también decir que su partido ha sido el más votado en nueve de las trece comunidades autónomas, pero la izquierda le puede arrebatar buena parte del poder territorial logrado en 2011. Si salva los muebles o no se sabrá cuando se constituyan los parlamentos autonómicos y los consistorios municipales.
Pedro Sánchez tampoco sale bien parado de los comicios. El mapa autonómico y municipal sigue teñido mayoritariamente de azul y es grande el batacazo de su partido en las grandes capitales. En Madrid y Barcelona ha sido ampliamente superado por las nuevas marcas de izquierda que representan Manuela Carmena y Ada Colau. Los buenos resultados del PSOE se dan en la Andalucía de su gran rival Susana Díaz, donde los socialistas obtienen ventaja en casi todas las capitales de provincia. Además, el partido del puño y la rosa sólo vence en dos de las trece comunidades autónomas: Asturias y Extremadura.
Como descargo para Pedro Sánchez cabe destacar que pierde sólo por dos puntos ante Rajoy y que los pactos con Podemos podría darle, sin ser la fuerza más votada, mayor poder autonómico del que hasta ahora tenía.
La nota más sorprendente de la jornada la ha dado la izquierda y su nuevo concepto en las dos grandes capitales. Ada Colau ha vencido en Barcelona y Manuela Carmena se queda a 35.000 votos de Esperanza Aguirre.
Ciudadanos se queda con la llave de gobierno en varias comunidades autónomas y se convierte en la tercera fuerza municipal de España, pero se queda por debajo de porcentaje de sufragios que le daban las encuestas. Con el 98 por ciento de los votos escrutados en las municipales, el partido de Albert Rivera obtiene el 6,55 de los sufragios.
Por otra parte, los nacionalistas del PNV y CiU pierden fuelle en el País Vasco y Cataluña, mientras IU y UPyD casi desaparecen. Rosa Díez anunció que no se presentará a la relección en su partido.