El año pasado se licitaron obras del AVE por un valor conjunto de 885,45 millones de euros, lo que supone un descenso del 18,2% con respecto a los datos de 2014. No obstante, la construcción de vías de alta velocidad sigue siendo la mayor partida de adjudicación de obra pública.
Pese a que el año pasado hubo 2 temporadas altas de inauguraciones, antes de las elecciones autonómicas y antes también de las generales, la adjudicación de obra pública descendió un 10,2%.
El mayor recorte lo vivió el AVE, dado que el importe de obras licitadas bajó casi un 18%. Esto se debe a la conclusión de la conexión de alta velocidad de Madrid con León, Palencia y Zamora.
No obstante, el Ministerio de Fomento continúa con los trabajos del AVE a Galicia, la ‘Y’ vasca, el Corredor Mediterráneo y el AVE a Extremadura, tal y como informan Europa Press y la Agencia Efe.
La obra pública, que bajó un 10,2% hasta los 1.693 millones de euros, corta la tendencia alcista que experimentó en 2014. Desde 2009 y hasta 2014 las adjudicaciones fueron cayendo como consecuencia de la crisis y las consiguientes restricciones presupuestarias.
Así, la cifra de licitación de 2015 es la más baja desde el año 2004, cuando comenzó a elaborarse esta estadística. Además, el total adjudicado es casi 10 veces menor que el máximo que se alcanzó en 2008, antes del comienzo de la crisis, cuando se superaron los 10.000 millones.
Normal que las empresas del sector hayan tenido que reinventarse.
El camino de la internacionalización
La Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de Infraestructuras (Seopan) adelantó que las 10 principales compañías del sector de las infraestructuras facturaron en 2015 más de 74.000 millones de euros, lo que supone una subida del 8% con respecto a los datos registrados un año antes.
Estas firmas han tenido que adaptarse al parón en la inversión en obra pública desde el año 2009, cuando el valor de las actuaciones licitadas cayó un 29%. Las concesiones sólo aumentaron en 2014 desde entonces.
Como consecuencia de esta reducción y de la necesidad de internacionalizarse para diversificar los riesgos, el 73 % de la actividad de las integrantes de la patronal se desarrolla fuera de las fronteras españolas.
La tendencia es más acusada entre las constructoras que se dedican a las infraestructuras: España sólo representa el 14% de su negocio.
El frenazo de la obra pública en España, que sufrió de nuevo el AVE en 2015, ha servido de empujón para la industria de la construcción y las concesiones de infraestructuras. La participación de empresas españolas en las líneas de alta velocidad Medina-La Meca y Los Ángeles-San Francisco es un claro ejemplo, por más que se produzcan contratiempos.
No en vano, el 46% de las concesiones operativas o en fase de construcción en todo el mundo son gestionadas por 9 compañías españolas. En algún sitio habrá que instalar vías de tren.