El negocio de los “SMS Premium” siempre ha estado en entredicho. Las malas prácticas han sido habituales, y por eso el Gobierno ha decidido poner fin de forma definitiva a quienes buscan el beneficio a costa de los usuarios.
De esta forma, el Ministerio de Industria, Energía y Turismo ha publicado una Orden Ministerial que modifica la regulación de los servicios “SMS Premium” con el objetivo de mejorar la protección a los usuarios. El objetivo es incrementar la información que recibe el usuario de los servicios “SMS Premium”, tanto antes de contratarlos como durante su contratación, de modo que estos servicios sean contratados de manera consciente, informada y voluntaria.
Esta situación pone de manifiesto el sentir de quienes se han visto estafados con alguno de estos servicios. Se han tomado estas medidas debido a las reiteradas reclamaciones de los usuarios en materia de contratación y suscripción de estos servicios de manera no consentida que se producen al navegar por internet dónde se le solicita su número de teléfono móvil bajo la falsa promesa de recibir algún contenido “gratis”. Por recibir mensajes cuyo identificador es un “SMS Premium”, con lo que al contestar puede contratar este servicio inadvertidamente y finalmente mediante la instalación de aplicaciones en los teléfonos móviles del usuario dónde acepta que le envíen de modo automáticamente este tipo de mensajes de manera que el usuario pueda no percibirlo.
Ante esta situación, el Ministerio de Industria, Energía y Turismo ha aprobado la Orden Ministerial que modifica la Orden ITC/308/2008 de 31 de enero, por la que se dictan instrucciones sobre la utilización de recursos públicos de numeración para la prestación de servicios de mensajes cortos de texto y mensajes multimedia.
La Orden impone la obligación de que la contratación de servicios “SMS Premium” de suscripción sólo podrá realizarse mediante la marcación directa del número telefónico por el usuario en el teléfono móvil. Esto implica que queda prohibida la contratación de suscripciones a través de Internet.
Además, tampoco podrán contratarse servicios a través de la instalación en el teléfono de aplicaciones apps que generan mensajes de manera automática, sin la necesaria marcación del usuario y sin su consentimiento.
Imagen | Flickr – Mario Mancuso