El hospital de Collado-Villalba, a la sombra de un granado

Javier Fernández-Lasquetty, Esperanza Aguirre, Agustín Juárez y Víctor Madera

El centro de salud controlado por el grupo quirónsalud, presidido por Víctor Madera es el primer objetivo por parte de la oposición para ser devuelto al control público. Y su historia se entrelaza con los vericuetos de la Operación Púnica.

Todo empezó hace ocho años, justo el momento que se ha elegido como punto de partida para las investigaciones de la comisión de estudio de la auditoría de la deuda y la gestión pública de la Asamblea de Madrid, encabezada por Podemos, y de la comisión de investigación sobre corrupción, dirigida por Ciudadanos.

En mayo de 2007, las listas del PP en las elecciones municipales incorporaban por primera vez en Collado Villalba a Agustín Juárez, un agente de viajes poco conocido para los vecinos y que, tal y como explicaba El Confidencial hace casi un año, entró en el Partido Popular únicamente a través de la presión ejercida por Esperanza Aguirre e Ignacio González.

La llegada del paracaidista Suárez, detenido en 2014 en el marco de la Operación Púnica, apartó de la lista popular al abogado madrileño Julio Henche Morillas, que no quiso entrar en el juego que le imponían. Le acompañaron, de salida, 22 de los 27 miembros de la lista electoral, y el partido quedó en manos de Juárez.

Me negué, no me fie, me olió mal, renuncié, me fui pidiendo que se votase al PP y, de ahí, hasta la fecha», sentenciaba el abogado en declaraciones al digital.

Henche denunció además que, desde la entrada de Juárez, el PP y Esperanza Aguirre se volcaron con el municipio, con actos y visitas de los primeros espadas del partido. ¿Y dónde fueron muchos de esos actos? Exacto, en el hospital de Collado Villalba.

Esperanza Aguirre puso la primera piedra del hospital en 2010, acompañada de Francisco Granados y de Víctor Madera, entre otros. El objetivo era vender a la población la construcción del centro para que el PP pudiera ganar las elecciones en 2011. Lo consiguió.

Aunque el Hospital de Collado-Villalba fue un empeño de la administración socialista y del alcalde anterior, lo cierto es que cuando el PP ganó las elecciones aún faltaban muchos flecos por resolver, de los que se encargó Agustín Juárez nada más llegar al poder, tales como la cesión de la parcela a la Comunidad de Madrid, o la firma del plan urbanístico que transformó 44.866 metros cuadrados de suelo no urbanizable protegido por su valor natural o paisajístico y 10.822 metros cuadrados de suelo no urbanizable protegido de Ribera, en 55.688 metros cuadrados de suelo urbano. Todo, pese a la oposición de los ecologistas.

El hospital se terminó de construir en diciembre de 2012, pero la apertura aún tendría que posponerse, concretamente hasta octubre de 2014. El retraso supuso a los madrileños un coste de 20 millones de euros, 900.000 euros mensuales, abonados a la empresa que entonces se denominaba Capio, que luego pasó a conocerse como IDCSalud y que en los últimos días ha cambiado su denominacion a quirónsalud. Había que mantener los servicios de seguridad, desinfección y desratización, limpieza, mantenimiento de viales y jardines. Era un hospital fantasma, perfectamente funcional en su infraestructura, y que no aceptaba pacientes.

qué es quirónsalud

Se trata de una empresa controlada por el fondo CVC a través de su presidente, Víctor Madera, su hombre en la Sanidad, considerado durante años como ‘el ministro de Sanidad en la sombra” del PP. Se trata de una compañía que, antes de la compra de Quirón, dependía en cerca del 70% del dinero público, especialmente a través de las grandes concesiones firmadas en su mayor parte por gobiernos del Partido Popular.

La compañía recién adquirida, al contrario, dependía en más del 70% de las aseguradoras y en menos del 10% del sector público. Un inteligente movimiento de diversificación frente a tensiones políticas. La compañía resultante de la fusión es, sin contar servicios psiquiátricos, el líder absoluto de la sanidad privada en Madrid, con entre el 30 y el 40% de cuota de mercado por camas instaladas, y líder también en Barcelona, con entre el 10 y el 20%.

Sin embargo, la Comisión Nacional de Mercados y Competencia (CNMC) permitió su fusión sin problemas, a pesar de que hay voces críticas que consideran que quirónsalud está creando un monopolio a golpe de talonario. No deja de ser curioso, por ejemplo, que ahora se dejase pasar la operación cuando en la compra de Teknon por Quirón uno de los argumentos para permitirla era que la antigua IDCSalud era un importante competidor.

El hospital empezó a funcionar muy poco antes de que Juárez fuese imputado e ingresase en prisión por las evidencias “de haber realizado una concertación con la empresa Cofely para adjudicarle un contrato público de eficiencia energética cuyo valor estimado es de 39,4 millones de euros”, según el sumario de la Púnica. A cambio de dicha adjudicación, y siempre según estos documentos, los miembros de la Corporación local implicados recibieron de la multinacional francesa al menos varios pagos de 70.000€. Para la materialización del pago se habría preparado un sistema de facturas falsas entre empresas de David Marjaliza y Cofely por servicios no prestados en el marco del contrato de eficiencia energética del municipio, incurriendo presuntamente en los delitos de organización criminal, prevaricación, malversación, revelación de secretos, falsedad documental, tráfico de influencias, cohecho y fraude.

Su detención se produjo el 29 de octubre de 2014, y la Comunidad canceló la inauguración oficial del hospital unos pocos días antes, el 12 de octubre. ¿El motivo? Siempre se adujo la crisis del ébola, pero visto el sumario parece claro que Granados estaba al tanto desde hacía meses de que había movimiento por parte de las fuerzas del orden. Juárez, que estuvo en todas las fotos previas a la apertura del Hospital, con Víctor Madera, Javier Fernández-Lasquetty y Esperanza Aguirre, se perdió las fotos de la pospuesta inauguración, que Ignacio González presidió el 5 de enero.

Ahora, unos pocos meses después de abrir, la gestión del hospital, a pesar de la larga concesión otorgada, está en entredicho. La oposición confía en que se pueda revertir al servicio público ya que, a su juicio, existen motivos fundados para no tener una isla sanitaria en un entorno en el que existen otros dos hospitales. Esperan aprovecharse de que el PP, pese a gobernar Madrid, no está controlando a Ciudadanos, que pese a haberles apoyado en la investidura no actúan, ni mucho menos, como sus socios.

“Con un esquema de gestión pública integrada de los tres hospitales de agudos del noroeste de Madrid se podría ahorrar entre 30 y 40 millones de euros al año durante los 25 años de vida del contrato actual. O sea, entre 750 y 1.000 millones”, explica por ejemplo el diputado socialista en la Asamblea José Manuel Freire.

En todo caso, las fotos de las sucesivas visitas son un retrato de los dos escándalos más llamativos de Collado Villalba de los últimos años. Aguirre e Ignacio González con sus responsables de Sanidad, el oficial y el oficioso, acompañados en el tiempo por Granados, Juárez, y todo imputado que quisiera sumarse a la fiesta. 

Imagen | Madrid.org

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