De entre las muchas consecuencias de los atentados terroristas de la semana pasada ha habido una directa en parte de la ficción televisiva, capítulos suspendidos o sustituidos que muestran la forma de las cadenas de articular un discurso frente a la realidad. Y que se ha ido incrementando con los años pero no es nada nuevo.
Un breve recuento a los cambios de la semana pasada incluye avisos sobre la naturaleza terrorista de su contenido antes de los capítulos (Quantico, Homeland), cambios de orden en episodios (Supergirl, NCIS: LA), o directamente la retirada del capítulo de turno de la serie (Legends, Jekyll & Hyde). Y también otro tipo de programas se vieron afectados tanto por los cambios informativos como por decisiones internas como la del SNL, que cambió su sketch inicial por un homenaje.
Una buena cantidad de cambios para un asunto que no parecía poder afectar a tantas series distintas a la vez y que, sin embargo, está lejos de ser la primera vez que ocurre. Incluso en este mismo año. El final de la primera temporada de Mr. Robot se retrasó tras el asesinato a disparos de unos reporteros en Virginia, hechos que causaron también el cambio de episodio de Documentary Now!, la serie de parodias de documentales para la IFC que vio como su tercer capítulo era sustituido por el cuarto sin que les importara que llevara subido como ejemplo de lo que iba a ofrecer la serie desde hacía semanas tanto en la web del programa como en YouTube.
No solo las catástrofes de los hombres causan estos cambios. El anime World Trigger vio en septiembre como su capítulo era sustituido por una repetición al mezclarse las grandes lluvias del capítulo con una serie de inundaciones en Japón. Algo que, por extraño que suene, no es la primera vez que ocurre en un anime. Pokemon es recordado por sus poblemas con la epilepsia pero ha tenido que enfrentarse a las fuerzas de la naturaleza dos veces, en 2011 con una historia que mezclaba terremotos y tsunamis en un momento realmente complicado. Y eso sin contar con que en 2004 ya les había pasado con otra historia sobre terremotos.
Aunque el mayor retraso ocurrido por culpa de un hecho natural contra una serie animada se daría de nuevo en 2011, cuando el planeado evento conjunto de las series de Seth MacFarlane emitidas entonces en la FOX (Padre de familia, Padre Made in USA y The Cleveland Show) tuvo que retrasarse desde mayo hasta octubre por culpa de una serie de tornados que habían estado golpeando el sur del país, algo que coincidía con el motivo de ese evento conjunto en el que un huracán llegaría a las ciudades de las tres series. Tres series distintas retrasando capítulos cinco meses, pasándolos de una temporada a la siguiente por decisiones de los responsables y las cadenas.
¿Cuáles son las razones para un cambio?
Es complicado establecer los motivos tras estos movimientos. ¿Se deben a que en la televisión actual se tratan unos temas que tradicionalmente no se tocaban? Eso parece improbable. ¿Es entonces que se hacen de una manera más violenta? ¿O que ahora la multiplicación de canales hace más sencillo que coincida uno de estos hechos reales con su contrapartida ficticia? Por supuesto también hay quien se pregunta si no será que los canales han entrado en una dinámica de intentar no ofender en lo posible al espectador que ha acabado causando estos mareos en las series. O, quizá la hipótesis más terrible de todas, que sea una mayor abundancia de sucesos reales luctuosos lo que esté dificultando la emisión televisiva.
Aunque en realidad es algo que hemos visto cómo se construía día a día. En 2013 fueron los atentados de la Maratón de Boston los que causaron que tanto un capítulo de Castle como uno de Hannibal cambiaran. El primero simplemente cambió de emisión siendo sustituido por un episodio posterior, pese a lo cuál acabó causando que un canal se disculpara por emitir un episodio con bomba, salvo que era en las reposiciones del canal TNT. En el momento en que se dieron cuenta de que habían emitido un episodio con bomba lanzaron un comunicado de disculpa. Pero si lo de Castle fue una peripecia lo que decidió Hannibal fue considerado por algunos críticos como un error. Tocaba emitir el cuarto capítulo de la serie pero la cercanía del atentado hizo decidir a la cadena y a su creador, Bryan Fuller, que en lugar de emitirlo en televisión se colgara on-line pero tampoco de manera completa, en la web de la cadena se colgaron una serie de momentos necesarios para entender las tramas de los futuros episodios mientras que la versión completa era encontrable solo en iTunes. Una situación que puso los ya delicados números de audiencia de la serie en una situación peor aún, sobre todo estando en sus primeros episodios. Ese mismo año se postpondría también el final de la tercera temporada de Mike & Molly una semana por coincidir la trama de su capítulo con un tornado en Oklahoma,
Al final uno acaba encontrándolas por todas partes. La masacre de Virginia Tech supuso que tanto el episodio final de temporada de Mentes criminales como Bones retrasara un año uno de sus episodios, y que Terminator: The Sarah Connor Chronicles decidiera editar algunas escenas de su episodio piloto -rodado muchos meses antes de este suceso- manteniendo que que un Terminator intentara matar a John pero eliminando las escenas con estudiantes por medio.
La bomba de Oklahoma City supuso meses de retraso en un episodio de Muppets Tonight con Sandra Bullock que incluía una parodia de Speed, la desaparición de una trama de la telenovela All My Children incluyendo la aparición en pantalla de los productores explicando sus motivos, y la edición del final de temporada de Melrose Place que originalmente tenía que haber concluido con Kimberly pulsando un detonador y haciendo detonar varias bombas que afectaban en diversas maneras a algunos de los personajes de la serie, concluyendo con una gran explosión final. Los productores llegaron a tiempo y recortaron la duración del capítulo, en su lugar solo se vería que pulsaba el detonador dejando las secuencias ya grabadas para abrir la nueva temporada meses más tarde cuando no fuera un tema tan relevante.
Atentados y secuestros como protagonistas
Los atentados del 7 de julio de 2005 en Londres llevaron a reescribir un episodio de Casualty a petición de la BBC para no incluir el terrorismo islámico en la serie, aunque fue más curioso el trato a una serie americana, CSI, que vio como en UK se retrasaba una semana la emisión del episodio en dos partes Grave Danger al conocerse nueva información sobre los atentados de la que podría encontrarse ecos en la trama. Y con todo y eso aún tendrían más suerte que Goop Cop, serie policial que vería desaparecer de emisión su capítulo final tras los tiroteos de Machester (2012) para no regresar hasta muchos meses después ayudando a enterrar el programa tras una única temporada.
El secuestro y asesinato de James Bulger llevó a retrasar unos meses un episodio de Mr. Bean y la telenovela inglesa Hollyoaks tuvo que deshacerse de una trama que estaba en emisión en la que se descubría dos personajes tenían un pasado oculto que se acercaba al de lo sucedido allí, buscando una justificación nueva para lo que ya se había revelado. La desaparición de Madeline McCann, que acabaría siendo inspiración para diversas series, causó inicialmente el retraso en el estreno de una nueva temporada de The Inspector Lynley Mysteries, y tanto Coronation Street como EastEnders tuvieron que deshacerse de una historia de secuestro de niños.
Parece claro que cualquier problema de la ficción con la realidad era capaz de causar olas reales o supuestas de descontento, que la idea de que lo necesario realmente es tiempo y lo que en unos meses sería sacar ideas de los titulares sobre la marcha parece frialdad desconsiderada. Pero, ¿cuántas veces esos episodios se hacen precisamente pare reflejar esos mismos problemas que se ven reproducidos tan habitualmente que acaban siendo pillados por ellos? Podría resultar problemático hacer capítulos sobre tiroteas en escuelas en Estados Unidos porque empieza a ser tristemente fácil que te toque alguno cerca cuando se vaya a emitir.
Le pasó a Haven, la serie del Syfy, a los que les coincidió con Sandy Hook; también a Glee le tocó, y cuando se emitió meses después incluía un cartel avisando de violencia escolar, que no sirvió para parar las quejas de los padres, aunque sí para recordar que cuando Coloumbine tanto la MTv y sus vídeos como la misma Lifetime tuvieron que modificar su programación, con la última eliminando de la parrilla el telefilme clásico Muerte de una animadora por incluir de nuevo violencia escolar, al margen de que estuviera basado en un suceso anterior.
No solo las emisiones están controladas, en el caso del programa de sketches Horne and Corden una pieza sobre violencia con armas fue retirada de las reposiciones del programa y de la versión de streaming del mismo tras un tiroteo escolar el día siguiente a la emisión del programa.
Tiroteos que marcan
Aunque si de tiroteos escolares hablamos quizá la historia más conocida tenga que ver con otro favorito del público. Buffy vió retirado dos episodios, ambos por motivos de violencia escolar. El primero, Earshot, trataba de un intento de suicidio otras cosas y por su cercanía con Columbine el reparto y su director estuvieron de acuerdo en la retirada. Un caso distinto es el final de la tercera temporada, Graduation day, en la que no encontraban justificación a que sacar a chavales con hazas contra una serpiente fuera lo mismo que mostrar un tiroteo por mucho que el edificio del instituto acabara en muy mal estado. Más aún cuando en Canadá decidieron emitirlo, facilitando el contrabando del episodio para que los estadounidenses pudieran verlo.
Claro que no es la única serie fantástica que ha tenido que bregar con este tipo de problemas. El Enano Rojo tuvo también problemas con dos episodios en distintos momentos de la serie, ambos al final de la cuarta temporada por su cercanía con la Guerra del Golfo Pérsico. Dimension Jump por dar una visión glamurosa -aunque paródica- del combate con la primera aparición de Ace Rimmer y Meltdown por su punto de vista extremadamente anti-bélico. Por mucho que parezcan decisiones contradictoras. En cuanto a Doctor Who quizá las dos historias más significativas sean a partir de los noventas, bien con la BBC editando el inicio del telefilm de Doctor Who por la cercanía de la masacre de Dunblane quitándo todo el tiroteo que le fue posible y en las últimas temporadas, cuando se decidió cambiar la muerte de un personaje para que no fuera decapitado por evitar cualquier paralelismo con los vídeos de ISIS.
ISIS también salta a escena
Claro que ISIS también ha tenido su impacto, no solo en sus últimos ataques sino incluso como justificación más etérea. La crisis terrorista que suponía su existencia fue el motivo dado por el canal australiano SBS para ir retrasando durante meses el estreno de la segunda temporada de Danger 5 con la excusa de que no sería recibida con el espíritu adecuado. Excusas extrañas pero que pueden surgirle a cualquier serie. En el caso de Seinfield fue el episodio del pegamento de cartas el que sería retirado de reposiciones debido a la alerta de anthrax que siguió al 11-S.
Precisamente el 11-S se convirtió en uno de los más importantes casos del terrorismo desbaratando la programación, no solo por la aparición de capítulos especiales, también por su influjo en la aún no estrenada temporada 2001/2002 con repercusiones como eliminar escenas en Friends, la cabecera de Los Sopranos, e incluso Bob Esponja. Cierto, también llevaría a que Barrio Sésamo creara una serie de piezas para explicarle a los niños lo que había pasado, del mismo modo que episodios especiales se producirían para El ala oeste o Turno de Guardia, Ley y Orden empezaría al temporada con un homenaje a las víctimas y muchas series, las mencionadas pero también otras como JAG– reescribirían con rapidez las tramas de temporada para incluir referencias e incorporar el ataque a las tramas. Como decíamos antes, muchas veces es una cuestión de tiempo.
Y es que nunca se sabe por dónde pueden salir los problemas. A la serie juvenil Shake It Up el problema le vino de un accidente de avión, a NUMB3RS uno de tren, y en el caso de La pareja basura fue un asesinato lo que acabó con uno de sus episodios siendo estrenado por primera vez en los VHS recopilatorios. O pueden ser problemas más relacionados con decisiones ejecutivas. Es conocido que la FOX quiso cambiar el apellido Bundy en Matrimonio con hijos por considerar que la gente pensaría en Ted Bundy como su inspirador, un ejemplo de otro comportamiento anterior en la que es quizá una de las más ridículas anécdotas de reacción ejecutiva a un hecho violento.
El 30 de marzo de 1981 John Hinckley Jr. disparó al presidente Ronald Reagan, un atentado extraño que tuvo una ramificación inesperada. El 18 de marzo de 1981 se estrenaba en las pantallas estadounidenses El gran héroe americano, serie protagonizada por William Katt interpretando al profesor Ralph Hinkley. La primera medida fue eliminar el apellido de los capítulos inmediatos, pasando a llamarle por el nombre o Señor H. si no había otro remedio. Finalmente se decidió que durante lo que quedaba de primera temporada el apellido pasaría a ser Hanley. Aunque aún cabía un poco más de ridículo, puesto que en el episodio inmediatamente posterior al intento de asesinato se evitó que se escuchara a un personaje hablando sobre el apellido del protagonista insertando encima el sonido de un avión.
Un respado histórico
Pero volvamos al lado serio del asunto. La frecuencia tanto de las distintas situaciones violentas como de las series señalando estos problemas y teniendo que variar sus planes es, como decíamos al inicio, demasiado habitual en los últimos años. Eso no significa que antes no hubiera. Pero sí que era más extraño que esto pasara. La primera referencia que he encontrado se refiere a una serie que poco cabe asociar con este tipo de situaciones aunque incluya la acción como uno de sus componentes.
Kingdom of fear era un episodio rodado en 1968 pero que debido a que la cadena lo consideró demasiado violento, con una historia demasiado fuerte para la época de 1968-1969. El asesinato de Robert Kennedy y de Martin Luther King, los disturbios raciales y las luchas entre los manifestantes antiguerra con enfrentamientos como el de la Convención Nacional Demócrata llevaron a la cadena a meterlo en la nevera en espera de épocas mejores. Una decisión inesperada para un capítulo de una de las series más populares del momento: Bonanza.
El episodio acabaría viendo la luz tres años más tarde. No solo eso, además la interferencia ejecutiva causaría que los cambios de reparto que incluían la marcha de la serie del actor David Canary tuvieran que justificar su presencia en los títulos de crédito como Special Guest Star. No está mal para un capítulo que se inspiraba en buena parte de su trama en uno de los éxitos del año anterior a su rodaje, la película La leyenda del indomable.
¿Tenía sentido la primera vez? ¿Tanto había empeorado el país en tres años? ¿O era un nuevo ejemplo de que todo era simple cuestión de tiempo?
Cuando tantos programas han asegurado sacar sus ideas de los titulares, parece extraños que se aplique el ¡Demasiado pronto! para tratar temas, bien es cierto que ocurre sobre todo con la comedia pero también como se ha señalado estos días en periódicos como The New York Times es difícil decidir cuándo sería una demostración de falta de sensibilidad sacar estos temas -como si en una semana las cosas fueran a cambiar mucho- y cuando podría servir como catarsis. Más aún viendo las distintas formas en las que se ha ido tratando el asunto a lo largo de la historia televisiva. Quizá entre las opciones de eliminación, retraso, edición y aviso bien mediante un texto o con la aparición de algún responsable sea esta última la forma más sencilla tanto de avisar a los espectadores potenciales como de clarificar la intención de la serie.
Sobre todo porque nunca parece estar claro cuándo ha pasado suficiente tiempo. Algo que puede parecernos una tontería pero que tuvo que vivir Johnny Carson al hacer un chiste sobre al muerte de Lincoln notoriamente abucheado por el público del estudio. Era 1991, habían pasado 126 años del asesinato presidencial. Pero aún resultaba controvertido. Y es que la violencia en el mundo real crea olas que es difícil predecir cuándo acabarán. Por eso tenemos que hablar de ello. Para evitar que, además de todo lo demás, también nos arrebaten esto.