El líder supremo de los talibanes afganos, el mulá Mohamed Omar, podría estar muerto, según han informado fuentes oficiales del país. En todo caso, las noticias, que llegan en pleno proceso de paz, son muy confusas y ni los islamistas ni las autoridades afganas o paquistaníes son capaces de ponerse de acuerdo sobre lo sucedido.
El mulá Omar podría haber muerto hace dos o tres años, según informaron fuentes gubernamentales y de la Inteligencia afganas, sin más precisiones. Aunque no es la primera vez, ni mucho menos, que circulan rumores sobre la muerte del mulá Omar, ésta es la primera vez que la noticia procede de fuentes del Gobierno de Kabul.
De todos modos, el portavoz de la Presidencia afgana, Syed Zafar Hashmi, ha declarado en una concurrida rueda de prensa, citado por la agencia de noticias local Pajhwok, que el Gobierno no tiene más información sobre la posible muerte del mulá Omar que la que le llega por los medios.
Según la agencia afgana Khaama Press, las autoridades paquistaníes han confirmado la muerte del mulá Omar e incluso han compartido sus informaciones sobre este asunto con el Gobierno afgano, que se habría reunido precisamente para analizar los datos aportados por Islamabad. Las autoridades paquistaníes, según la agencia, han asegurado que la muerte se produjo hace dos años, pero no han dado detalles sobre las circunstancias.
No obstante, otras fuentes oficiales paquistaníes han asegurado a la agencia Associated Press que las noticias sobre la muerte de Omar son «meras especulaciones» lanzadas con el objetivo de hacer descarrilar las negociaciones de paz entre el actual Gobierno afgano (elegido el año pasado) y los talibán, cuyo anfitrión es el propio Islamabad.
Entre los talibanes y afines, las informaciones son también desconcertantemente confusas. Un portavoz de los talibanes, Qari Yusef Ahmadi, ha asegurado (citado por Sky News) que el mulá Omar «sigue vivo y liderando el movimiento», mientras que un segundo portavoz contactado por la BBC, Zabiullah Mujahid, se ha limitado a indicar que el grupo emitirá un comunicado en «las próximas horas».
Asimismo, fuentes próximas a un antiguo ministro afgano durante el régimen de los talibán (1996-2001), y actual miembro de la dirección del grupo islamista, han informado bajo condición de anonimato que el mulá Omar murió “hace dos años y cuatro meses de tuberculosis” y fue “enterrado en la parte afgana de la frontera”, según Khaama Press. Las mismas fuentes han asegurado que el cadáver fue identificado por uno de sus hijos.
Para completar el cuadro, Fidaee Mahaz, un grupo escindido de los talibanes, no sólo ha confirmado su muerte, sino que incluso la ha reivindicado y ha asegurado que el líder supremo fue asesinado y enterrado hace dos años en la provincia de Zabul, en el sur, según la agencia Pajhwok.
Luchas internas y proceso de paz.
Las informaciones sobre la muerte del jefe supremo surgen en medio de los rumores sobre la lucha entre diversos líderes talibanes por el control del grupo islamista. Los dos principales aspirantes, según Khaama Press, son el mulá Ajtar Mohamad Mansur, un destacado miembro del grupo, y el mulá Mohamad Yaqub, primogénito del mulá Omar.
Bajo el liderazgo supremo del mulá Omar, los talibanes consiguieron derrotar en 1996 a las milicias rivales en la guerra civil que estalló tras la retirada de las tropas soviéticas. Su alianza con el fundador de Al Qaeda, Usama bin Laden, fue el detonante de la invasión liderada por Estados Unidos a finales de 2001, poco después de los atentados del 11-S en Nueva York y Washington.
Imagen del mulá Omar grabada en secreto por la BBC en 1996
Mohamed Omar había permanecido oculto desde entonces y el Departamento de Estado norteamericano había ofrecido una recompensa de diez millones de dólares por cualquier información que facilitase su captura.
En los últimos años, los talibanes han emitido varios mensajes atribuidos a su líder. El último se produjo a mediados del presente mes de julio, cuando un supuesto mulá Omar expresó su apoyo a las conversaciones de paz entre los talibanes y el Gobierno (que se reanudarán dentro de dos días en China), pero se trataba de un mero mensaje de texto publicado en una página web talibán, en lugar de una grabación sonora o audiovisual, lo cual contribuyó a disparar los rumores sobre la supuesta discapacidad o incluso muerte del líder supremo.
De hecho, según el corresponsal de la BBC en Kabul, la incapacidad para demostrar que el mulá Omar seguía vivo fue uno de los factores que impulsaron a varios comandantes talibanes a abandonar el grupo y unirse a las filas del llamado Estado Islámico, el Daesh.