El Museo Thyssen-Bornemisza acoge desde el 30 de junio la exposición fotográfica “Vogue like a painting”, un diálogo entre pintura, fotografía y moda al que dan forma sesenta y una imágenes de inspiración pictórica procedentes de los archivos de la revista Vogue.
Esta cama redonda de disciplinas artísticas también lo es de miradas y, así, la del espectador se mezcla con la de algunos los fotógrafos más destacados de las últimas tres décadas como Irving Penn, Annie Leibovitz o Clifford Coffin. Por su parte, la mirada de éstos a través del objetivo de su cámara, se funde con la de maestros como Vermeer, Hopper, Balthus, Van Eyck, Zurbarán, Dalí, Hogarth, Rossetti o Magritte, creando imágenes que van mucho más allá del simple homenaje para constituirse en obras de arte con sentido pleno. Y, entre mirada y mirada; entre creación, recreación y cocreación; la belleza.
Una belleza promiscua, hija de cien padres, que puede hacer experimentar al espectador cierto placer culpable como el que proporciona la recreación que Michael Thompson hace de la Santa Isabel de Zurbarán. Porque, seamos sinceros, ¿no es más hermosa la fotografía? (Olviden este párrafo, no me lo tengan en cuenta, es que soy un pervertido cultural).
Algunas imágenes ilustran de manera literal la idea central de la exposición con la presencia de la pintura en las modelos o reproduciendo texturas pictóricas como en las impresiones artesanales de Nick Knight, pero también hay referencias directas a piezas icónicas de la historia del arte como Girl with the pearl earing de Erwin Blumenfeld, versionando la famosa Joven de la perla de Vermeer, los bodegones de Grant Cornett o las instantáneas de Peter Lindbergh, inspiradas en cuadros de Paul Gauguin.
Yolanda Sacristán, directora de Vogue España, explica que “fue Vogue la precursora de la fotografía de moda cuando, ya en la década de 1920, empezó a reemplazar sus portadas ilustradas por imágenes de artistas tan revolucionarios como Edward Steichen, quien llevaba desde 1911 experimentando con el retrato de moda. Fue él mismo, junto con otros grandes colaboradores de Vogue, quienes transformaron el género en una forma de arte excepcional, sentando las bases de la fotografía moderna”.
Por último, como atractivo añadido de esta muestra patrocinada por Bulgari, también se pueden contemplar dos vestidos: el impresionante “Queen Orchid” de la diseñadora china Guo Pei, que dialoga con el retrato que Irving Penn hizo de Cate Blanchett como Isabel I de Inglaterra, y un diseño de Valentino con motivos florales en la sala de fotografía de exteriores y jardines.