Los partidos son maquinas de derrochar dinero público. Ésa es la principal conclusión a la que puede llegar cualquier observador avezado que se encargue de analizar con detalle las cuentas íntegras correspondientes a 2014, que acaba de publicar por primera vez el PP en su página web. Y es que los populares pagan con dinero público nada menos que el 80 por ciento de sus gastos ordinarios. El PP, que presume de ser el partido con más militantes de toda España, sólo ingresa 3,7 millones de euros por las cuotas de sus afiliados.
Menos de 24 horas después que de se conociese que el ex tesorero del PP Luis Bárcenas había implicado en su escrito de defensa a todos los presidentes del PP en el manejo de una caja B, el Partido Popular sube a internet el documento que el pasado 24 de junio entregó al Tribunal de Cuentas para su fiscalización. ¿Casualidad? No parece.
Según esa cuenta de resultados de 2014, el PP obtuvo unos ingresos de origen público de 58,2 millones de euros, de los que 28,4 corresponden a la subvención anual por gastos de funcionamiento, otros 28.4 por aportaciones de grupos institucionales (parlamentarios, municipales, etcétera) y 1,3 por ayudas para gastos de seguridad. Hasta aquí todo parece normal (excesivo, pero normal).
La sorpresa viene cuento se analizan los ingresos de origen privado que desglosa el PP: un total de 13,6 millones de euros, de los que 3,7 corresponden a las cuotas de los afiliados, 2,3 a las aportaciones de cargos públicos del partido, 323.778 euros a donaciones y legados y 7,2 millones a “otros ingresos”, que los populares ni siquiera se encargan de detallar.
De esas cifras llama la atención que sólo el 5 por ciento de los casi 72 millones de euros que el PP obtuvo como ingresos el año pasado correspondieron a las cuotas de los afiliados. Parece demasiado poco el porcentaje para un partido que presume de tener el mayor número de militantes de España. Además, hay para el PP un dato preocupante: en 2014 descendieron los ingresos de los militantes casi 700.000 euros con respecto al año precedente, una cifra que demostraría que el partido registra una importante caída en la afiliación.
Sólo 300.000 euros en donaciones
También sorprende que los populares sólo declaren unas donaciones durante 2014 de 323.778 euros, sobre todo por el hecho de que el PP ha sido acusado reiteradamente por otros partidos de financiarse de manera irregular a través de ese sistema de las donaciones. Y a ello, precisamente, apuntan las acusaciones de Luis Bárcenas.
Por comunidades autónomas, encabeza la lista de donantes Cataluña, con 86.069 euros, seguida de Canarias, con 80.237 euros, y la Comunidad Valenciana, con 38.360 euros. La sede central recibió apenas 900 euros por ese concepto, siempre según los datos que declaran los populares.
El PP remite al Tribunal de Cuentas la relación de donantes, aunque no difunde sus identidades así como las cantidades concretas recibidas, en aplicación de la Ley de Protección de Datos.
En el capítulo de gastos, los populares señalan un total de 64,3 millones de euros, de los que 31,1 se refieren a lo que llaman servicios exteriores, 2,2 en la amortización del inmovilizado y 30,9 que se dedican a pagar los salarios de una plantilla media de 484 trabajadores, frente a los 458 del año anterior. En relación a este epígrafe de personal a sueldo, PP aclara que diez contratos laborales temporales se convirtieron en indefinidos durante 2014.
Los populares perdieron 2,5 millones en las elecciones europeas
Continuando con el capítulo de gastos, las cuentas del PP dejan claro lo ruinosas que son las campañas electorales para las fuerzas políticas. El partido en el Gobierno declara unos gastos electorales para los comicios al Parlamento Europeo de 11,5 millones de euros. Entre las partidas más cuantiosas destacan los envíos electorales (4 millones) y la publicidad, propaganda y relaciones públicas (3,7).
Frente a estos gastos, el PP apunta unos ingresos por subvenciones electorales de 8,9 millones de euros, de los que 4,9 millones corresponden a subvenciones públicas en función de los resultados de esos comicios, y otros 4 millones al pago de los envíos electorales. Restando los ingresos a los gastos, las elecciones europeas supusieron para el PP un saldo negativo de algo más de 2,5 millones de euros.
En el capítulo de deudas, el PP declara unas obligaciones a largo plazo –en su mayoría hipotecas- de 28,4 millones de euros, frente a los 35,7 millones del ejercicio anterior. También reconoce unas deudas a corto plazo de 4,1 millones de euros, muchas de ellas pólizas de crédito y pequeños créditos hipotecarios.
Entre los mayores acreedores de los populares se encuentran Banesto, con el que el partido firmó un crédito hipotecario de 37 millones sobre su sede central con un tipo de interés del Euribor+0,8. De este crédito, con vencimiento en el año 2036, restan por pagar 16,6 millones de euros, después de que este año se realizara una amortización anticipada de 5 millones de euros.
En resumen, el PP asegura que cerró la cuenta de resultados de 2014 con un saldo positivo de 4,5 millones de euros, diez millones menos que en 2013, cuando acabó el ejercicio con un saldo a su favor de 14,8 millones de euros. Esa disminución en el saldo se debe en buena parte a la amortización anticipada de 5 millones de la hipoteca de su sede central de la calle Génova.